Jorge Rodríguez (Trebujena, 1979) es alcalde de su localidad natal desde 2012. Las últimas elecciones municipales las ganó con mayoría absoluta, consiguiendo siete de trece concejales en un municipio en el que gobierna IU —anteriormente, el PCE— desde hace casi 40 años. Casi dos años después de revalidar la Alcaldía, Rodríguez, junto a su equipo, se ha enfrentado en primera línea a una situación inédita como ha sido la pandemia por el coronavirus que ha tenido especial incidencia en este pueblo de unos 7.000 habitantes debido al alto número de vecinos y vecinas que se dedica al servicio sanitario.
¿Cuál ha sido el peor momento al que se ha enfrentado en pandemia?
Lo peor fue al principio de la pandemia, cuando no se tenía conocimiento de nada, ni cómo había que tratar al virus, y los vecinos te llamaban diciéndote que había contagiados. Llegamos a tener cientos de vecinos, sobre todo sanitarios en otras zonas de España, con la enfermedad. Y cuando te comunican el fallecimiento de alguno de tus vecinos, de gente que no tenía una enfermedad grave, que no era el momento de irse... Es un daño irreparable.
¿Qué espera del 2021?
Sencillamente, aunque parezca repetitivo, lo que nos ocupa ahora mismo a la inmensa mayoría de cargos públicos es la salud. Es verdad que la economía juega un papel importante en esta sociedad de mercado, pero la esperanza es que se pueda vacunar a la mayor parte de la población, consigamos una inmunidad con un porcentaje elevado cuanto antes y podamos salir de ésta desde el punto de vista sanitario. Sin una cosa no es posible la otra. Con la vacuna y las medidas que se están tomando la recuperación de la economía será lenta, pero será. Y eso llevará a una mejora de las condiciones de vida, de los datos económicos y del empleo. Hay que recordar que hay casi 900.000 personas en ERTE que sufren mucha incertidumbre sobre su futuro. Espero que recuperemos la salud para que fluya la economía y eso permita reflotar la situación.
¿Cómo definiría en pocas palabras su gestión durante la pandemia?
Es complicado definir la gestión de uno mismo. Si algo define al Ayuntamiento de Trebujena en general es que, a pesar de las circunstancias, hemos sido ágiles. Tengo que recordar que el confinamiento empezó el 15 de marzo y en menos de un mes ya habíamos convocado y resuelto ayudas para 79 empresas de nuestra localidad que se vieron abocadas al cierre. También se modificó el Presupuesto para destinar fondos a fines sociales, se creó un plan de empleo municipal, hubo exenciones... En comparación con otras Administraciones que han tardado hasta un año en resolver convocatorias de ayudas. El Ayuntamiento ha estado a la altura del municipio, que no sólo se ha batido el cobre en múltiples lugares, como nuestros sanitarios, sino que ha llevado a cabo gestos solidarios fantásticos, como la costura de mascarillas, los bingos solidarios, la gente joven que estuvo ayudando a gente mayor para que no saliera de casa... Nuestro pueblo ha dado un ejemplo magnifico.
"Hemos echado en falta ayudas de otras Administraciones, apenas han llegado de la Junta de Andalucía y del Estado, sólo ha colaborado la Diputación de Cádiz"
¿Le han faltado recursos para hacer frente a la pandemia? ¿Qué ha echado de menos?
Sí, y siguen faltando recursos. El Ayuntamiento de Trebujena ha hecho frente a muchas iniciativas de desinfección, limpieza, cierre de centros escolares, reparto de libros de texto, ha garantizado el acceso a internet de alumnos, ha gestionado la Ley de Dependencia, ha atendido a más de 100 personas en plena pandemia... Chapó por los servicios sociales municipales, por la implicación del equipo de gobierno y por la profesionalidad de los trabajadores del Ayuntamiento. Hemos echado en falta ayudas de otras Administraciones, apenas han llegado de la Junta de Andalucía y del Estado, es verdad que se ha creado el mecanismo de los ERTE que ha ayudado a muchas trabajadoras y trabajadores, pero han faltado ayudas directas para hacer frente a la cantidad de EPI que hemos tenido que comprar o para el reparto mascarillas. La colaboración ha sido exclusivamente de la Diputación de Cádiz, algo que hay que agradecer. Han llegado planes de empleo y ayudas sociales.
¿Ha sentido impotencia en algún momento?
Sí, muchísimas veces, sobre todo porque cuando uno tiene información puede tomar decisiones, pero los momentos de impotencia más duros que hemos vivido los ayuntamientos fueron cuando, en pleno brote, con más de 100 personas contagiadas, no teníamos los datos. Sabíamos que había mucha gente aislada en su casa, vecinos ingresados en las UCI, pero hemos estado rogando información a la Junta de Andalucía para poder actuar en consecuencia. Es un despropósito lo que la Junta ha hecho con los ayuntamientos, los ha discriminado de forma clara, y somos quiénes más cerca estamos de los ciudadanos.
¿Cómo cree que afectará la crisis que se viene a Trebujena y a la provincia?
Posiblemente la provincia de Cádiz, una vez que terminen las ayudas, alcance los niveles de desempleo más altos de toda España. Con total seguridad, será una de las más afectadas. Es una provincia prácticamente desinsdustrializada, por lo que esta crisis va a afectar muchísimo a la hostelería, al pequeño comercio y al turismo. En Trebujena se ha hecho durante décadas una buena política de empleo, fundamentalmente basándonos en la formación de nuestros jóvenes, lo que permite que miles de trebujeneros tengan cierta estabilidad en el sector sanitario y sociosanitario. Es posible, y así espero, que esta crisis no se note en la misma proporción en nuestro pueblo que en otros municipios más turísticos.
A nivel personal, ¿cómo cree que saldremos de esta crisis como sociedad?
Se ha hablado mucho de que saldremos más fuertes y mejores personas de esta crisis, pero no lo tengo claro. Somos capaces de sacar lo mejor y lo peor de las personas en situaciones límites. En los momentos malos que estamos viviendo la irascibilidad de las personas ha crecido, está muy mosqueada, decepcionada, cabreada... Yo mismo, como cargo público, me enfado muchísimo cuando escucho que altos cargos, funcionarios, militares o sanitarios se han vacunado saltándose el protocolo, pero me paro, me enfrío, pienso e intento razonar. Hay quien incumple las normas, quien hace las cosas mal, quien aprovecha sus cargos para beneficiarse, pero hay que focalizar ese tipo de irregularidades en quien las comete, no en el conjunto de la sociedad. La inmensa mayoría de los ciudadanos somos cumplidores y espero que aprendamos algo de todo lo que ha pasado el último año, que aprendamos a valorar los servicios públicos, que aprendamos a valorar que las residencias gestionadas desde lo público tienen mejores condiciones. A valorar la Sanidad pública y denunciar las privatizaciones, porque si algo hemos aprendido es que la Sanidad privada, cuando le ha hecho falta a este país, se ha ocultado y ha tratado de derivar enfermos a la Sanidad publica.
Para terminar, traslade un mensaje optimista.
Por norma general soy una persona muy optimista, a pesar de que me ha tocado vivir momentos complicados. Cuando entré como alcalde en 2012 estaba la crisis del ladrillo, que provocó que en Trebujena casi se triplicaran los niveles de desempleo, pero ahora desde el Ayuntamientos estamos más preparados y tenemos mejores medios y mejores condiciones económicas para ayudar en la medida de nuestras posibilidades a nuestros ciudadanos y ciudadanas. Quiero hacerles llegar un mensaje: su Ayuntamiento está con ellos y haremos todos los esfuerzos que estén a nuestro alcance para salir de una situación que será muy complicada durante los próximos dos o tres años. Soy optimista y creo que la vacuna va a tener sus efectos, que este año habrá un porcentaje muy elevado de trebujeneros y trebujeneras vacunados, lo que nos permitirá ir recuperando poco a poco nuestra vida, nuestra fiesta, nuestra cultura, nuestra forma de vivir, nuestra idiosincracia, nuestra gastronomía, nuestra forma de querernos y nuestra felicidad.
Esta entrevista corresponde a la versión ampliada del reportaje publicado en El Papel de La Voz, donde se recogen las impresiones de doce alcaldes y alcaldesas de la provincia de Cádiz tras el primer año de pandemia, que se puede ver en este enlace.