"La hija de Antonia y Manué y la mare desde 2016 del proyecto de feminismo andaluz Como vaya yo y lo encuentre". Estudió Periodismo, aunque prefiere definirse como contaora, la chiclanera Mar Gallego, periodista y escritora, ha pasado por Andalucía en El Patio, el espacio de videoentrevistas de lavozdelsur.es que entrevista personalidades relevantes de la comunidad autonómica y que ha sido ideado por los profesores universitarios Antonio Manuel Rodríguez y Pablo Font.
En una entrevista, donde ha hablado por ejemplo qué es para ella Andalucía o el feminismo andaluz, Gallego ha vuelto a mostrarse convencida de que las personas estamos hechas de historias y que vernos desde otros sentires y miradas repara nuestra autoestima y sana nuestra forma de estar en el mundo.
https://www.youtube.com/watch?v=KjsiXH-63jc
Especializada en Género, identidad y ciudadanía, siempre ha escrito sobre aquello que intuye, sobre las personas e historias que tiene cerca. Es una apasionada del análisis de las cosas pero, sobre todo, de aquello que permanece en silencio.
Por ello, en 2012 recibe el Premio Nacional de Ensayo de Carmen de Burgos por su obra Dueñas de su silencio. También ha recibido otros premios como el Premio Nacional de divulgación feminista Carmen de Burgos por el artículo Mujeres populares que viven con VIH y el Premio Nacional de feminismo Carmen Goes por el análisis periodístico de Con toítos mis respestos, Carnaval de Cádiz.
Sobre el libro
Como vaya yo y lo encuentre es un ensayo sobre feminismo andaluz y mujeres andaluzas escrito por la periodista Mar Gallego, que insiste en que detrás de aquello que nunca admiramos y que no alcanzamos a ver hay una oportunidad para construir los mundos que anhelamos.
En el feminismo existe mucha interseccionalidad: hay que comprender que existen diferentes categorías sociales para entender la opresión o los privilegios con los que cada individua cuenta. Y es, en este sentido, cuando cobra realmente importancia la identidad andaluza como elemento identificativo.
Cambiar la mirada y el sentir para empezar a dar valor a identidades y pueblos como el andaluz –cuyos saberes han sufrido un fuerte rechazo histórico– nos da la posibilidad de entender que las revoluciones que perseguimos desde los diferentes activismos se encuentran más cerca de lo que pensamos.
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