Un perfil propio en el PP de Cádiz
Germán Beardo Caro (El Puerto, 1985) es licenciado en Historia y graduado en Derecho, fue presidente de Nuevas Generaciones del PP de Cádiz entre 2012 y 2014, y desde al año pasado es secretario general de los populares gaditanos. Representa una nueva generación de políticos locales y provinciales del PP que incluso son outsider dentro de su propio partido, más alejados de argumentarios de partido y de esa política clónica que tanto cansa a votantes y periodistas. "Vengo sin documentación, tengo la ciudad en la cabeza", dispara Beardo, desenfadado y sin temor a hablar claro en el on o en el off the record.
En casi tres años de mandato corporativo, cogobernando con Ciudadanos y apoyado externamente por Vox —como Juan Manuel Moreno Bonilla en la Junta andaluza—, Beardo no para de sortear obstáculos, algunos derivados de un ayuntamiento que recibió gripado en materia de recursos humanos y económicos, y otros magnificados por diferentes grupos de presión de una de las grandes ciudades de la provincia de Cádiz (unos 89.000 habitantes que se multiplican en verano, y casi 100 millones de euros de un presupuesto municipal que está pendiente de revisión desde 2018, cuando precisamente Beardo permitió al entonces gobierno de PSOE e IU aprobar sus cuentas.
¿Cómo lleva el día a día un alcalde, aparte de sus tareas cotidianas, tras estallar una pandemia y ahora una guerra en Europa?
Nos ha tocado una época de gestión muy complicada, ya no solo por el contexto nacional e internacional, con una pandemia de por medio, sino que internamente tenemos un ayuntamiento en el que recién aterrizados se nos cae el PGOU y hemos tenido que afrontar muchas otras adversidades a las que, eso sí, sabíamos que nos íbamos a tener que enfrentar. Los ayuntamientos desde 2012 sufrieron casi la totalidad del peso de los arreglos del déficit del Estado, eso trajo los planes de ajuste, y mayor control y fiscalización del gasto, que vienen bien para garantizar determinados procesos de gestión, pero que han lastrado a la administración local a la hora de tener recursos humanos y materiales para seguir atendiendo, no ya a la misma población, sino una población creciente que demanda lógicamente los servicios básicos que paga a través de sus impuestos.
¿Está cumpliendo lo que prometió en la campaña de las pasadas municipales?
Evidentemente, nosotros llevábamos un programa electoral que vamos cumpliendo progresivamente. Esto no es un proyecto de cuatro años, y viene encorsetado además por no tener una mayoría plenaria suficiente. No vamos lo rápido que podríamos ir con trece manos, pero sin duda alguna, satisfecho por cómo avanzan las cosas.
Acaba de aprobar un plan de ajuste y ha aseverado que supondrá refundar el Ayuntamiento de El Puerto. ¿Por dónde pasa esa refundación?
En El Puerto de Santa María viven dos almas ahora mismo: una pública y una privada. Digamos que el alma externa, en cuanto al posicionamiento de la ciudad al exterior, es indudablemente muy positiva. Es una ciudad que está al alza, creciendo, y que vuelve a estar en primera posición del interés en cuanto a la inversión privada: industrial, residencial, turístico… Hay buenas noticias en el ámbito socioeconómico, habiéndonos también posicionado entre las primeras ciudades en renta per cápita. Y luego hay un alma interna, o más propia de lo que se refiere a la administración pública local, que viene lastrada. Hemos heredado un ayuntamiento, y sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, que tenía un plan de ajuste de los año 2012 y 2013, y que nunca jamás había sido tocado en los años posteriores; un plan que elimina por DNI las plazas de los funcionarios que se jubilan. Así se fundamentaba el ahorro de la administración de cara aquellos planes de pago a proveedores que se suscribieron.
¿Hasta dónde ha llegado el recorte de personal?
Sabíamos que ese plan de ajuste conducía a que al cabo de los años este ayuntamiento ya no pudiera prestar servicios públicos. Había un ayuntamiento de 700 empleados públicos y cuando llegamos al gobierno había 476. ¿Qué hemos hecho? No revisar ese plan, sino refundarlo. Sin condicionar el gasto que se va limitar porque no es lo mismo la situación de hoy que la de hace cinco años o la de dentro de otros cinco. Equilibramos ingresos y gastos, pero sin predeterminar a qué capítulo presupuestario irán esos ahorros. A partir de 2023, que entra en vigor este plan, podrán cumplimentarse todas las plazas de funcionario que la RPT contenía. En Servicios Sociales, por ejemplo, que es vital en un ayuntamiento, el jefe se jubiló y su plaza se amortizó. En plena pandemia no hemos tenido jefe de servicio y hemos tenido que articular atribuciones temporales de funciones, coberturas con contrataciones temporales… parcheando la administración para sostener los cimientos de la prestación de servicios. Teníamos que ir al hueso y refundar este plan de ajuste, algo que servirá para futuros gobiernos.
"Lo que nos planteamos es que a partir de 2023 vuelva a haber oferta de empleo público en este ayuntamiento"
¿Van a recuperar pronto ese empleo público perdido?
Lo que nos planteamos es que a partir de 2023 vuelva a haber oferta de empleo público en este ayuntamiento. Una OPE que no se produce aquí desde 2008.
Podría ser de las más masivas del entorno si se recupera lo perdido…
No conozco con precisión las de otros ayuntamientos, pero sí le digo que el Ayuntamiento de El Puerto no es un caso único. En el de San Fernando, por ejemplo, que en el ámbito económico funciona relativamente bien, la propia alcaldesa decía recientemente que estaba al borde del colapso. Y es que es verdad, el sometimiento a las leyes de racionalización y sostenibilidad de la administración pública, y también a la Ley de Contratos del Sector Público, han sido muy exigentes, o muy duras, para unas administraciones locales que han venido degradándose en su capacidad de recursos humanos en los últimos tiempos. No hay ningún gobierno, sea del color que sea, que quiera tener contratos en precario de servicios públicos externalizados, pero las leyes que nos encuadran con el contexto de tener menos funcionarios han hecho inviable que la administración local sea capaz de sacar presupuestos o contratos en tiempo y forma, o mantener la calidad de los servicios esenciales. Y si a todo esto le añades una pandemia… de los 476 empleados que te decía, esenciales se quedaron un tiempo 170. Hemos tenido departamentos enteros confinados, lo que ha sumado más ineficacia en la administración en el peor momento, cuando hacía falta mayor impulso de la administración pública más cercana.
Los ayuntamientos: "Estamos muy limitados, no solo en cuestión de recursos económicos, también en capacidad de respuesta inmediata del procedimiento administrativo común"
Habla de estas leyes severas del Estado que, por cierto, promovió un compañero suyo de partido, el ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro… Una vez más, se recortó por el eslabón más débil, pero no es menos cierto que luego llegaron periodos de recuperación y tampoco se ha hecho mucho por mejorar esta situación de los ayuntamientos.
Haciendo una revisión histórica de los hechos hay que ser justos. En el año 12, España estaba al borde de la quiebra, y se hizo un esfuerzo titánico porque España mantuviese su soberanía dentro del ámbito de la UE. Luego, es verdad que en el año 16 hubo una gran reforma que permitió a los ayuntamientos que reinvirtiesen el superávit de sus cuentas. En cambio, desde mi humilde punto de vista, después de todo este tránsito hace falta que esta ley de racionalización y la de contratos empiecen a pensar en los ayuntamientos, que al fin y al cabo es donde va el ciudadano a tocar la primera puerta. Nadie va a la Subdelegación del Gobierno o a la Delegación del Gobierno de la Junta a que le solucionen sus problemas, vienen a ver al alcalde. Y nosotros estamos muy limitados, no solo en cuestión de recursos económicos, sino también en capacidad de respuesta inmediata del procedimiento administrativo común.
Todo es un embudo al final… ¿por qué siendo consciente de esto se la juega al afirmar que al nuevo Presupuesto municipal solo le queda “graparlo” y, años después, aún no se ha aprobado?
En términos generales, hay que diferenciar el tiempo de la voluntad política y el tiempo del ejercicio técnico. Al fin y al cabo, los criterios en la administración local suelen ser parejos, no hay grandes diferencias ideológicas en cuanto a la gestión de un contrato de limpieza viaria, por ejemplo. ¿Qué queremos los alcaldes? Que se limpien las calles, y con la mayor frecuencia, recursos sostenibles y personal posible. Eso lo quiere el alcalde de Cádiz, el de El Puerto y el de Grazalema, con distintos colores políticos. Pero cuando uno llega al ayuntamiento y ve que la gestión pública pasa siempre por las manos de las mismas personas en el ámbito técnico, y que además cada vez esas personas son menos, se va limitando la capacidad de la administración para responder, y van retrasándose y acumulándose todos los procesos. Y además, como están concatenados, si no revisas el plan de ajuste, difícilmente podrás tener un presupuesto adecuado a las necesidades o a la realidad de la ciudad. Y sin un presupuesto adecuado a eso, difícilmente podrás seguir prestando los servicios públicos que la ciudad necesitará a diez años vista, que al final la planificación a largo plazo también es prioritaria.
"Había que soportar la presión para poder tener una Policía Local que sirva al interés general y no a cuestiones particulares"
Aun así, y con todos los problemas graves a los que se ha enfrentado y se enfrenta, ¿se han magnificado ciertas cosas? Recuerdo ahora a los policías locales en pantalones de calle o lo de las familias llevándose un martillo percutor al cementerio, que fue noticia nacional…
Es verdad, nosotros somos muy heterodoxos en cuanto a las relaciones con los grupos de presión o de interés determinado. A nosotros cuando se nos planteó un pulso por parte de un sindicato determinado, la UPLBA (Unión de Policías Locales y Bomberos de Andalucía), diciendo que, de la noche a la mañana, había 70 policías que no tenían pantalones, cosa que no se creía nadie, evidentemente, no nos arrugamos. Sabíamos qué había qué hacer con la Policía Local, y había que refundarla; y eso pasaba por traer un intendente mayor, un interlocutor entre la Alcaldía y la concejalía delegada de Seguridad, y la estructura técnica de la propia Policía que devolviese las condiciones del respeto, honorabilidad y dedicación que merece el Cuerpo. Y a partir de ahí, construir una Policía Local con nuevas incorporaciones, porque es verdad que se había ido perdiendo precisamente un montón de plazas por jubilaciones, y volver a tener un reglamento que garantice los términos de seguridad.
Esto no se resolvía con un contrato menor comprando pantalones para callarle la boca al sindicato. Había que soportar la presión para poder tener una Policía Local que sirva al interés general y no a cuestiones particulares. Y a nosotros no nos duelen prendas por aguantar esa presión. O el tema del martillo: ¿alguien cree que no hay un martillo en el cementerio? Había dos. Lo que pasa que, evidentemente, la oposición y otros grupos de presión intentan poner en solfa la capacidad de gestión del gobierno. Cosa que, llegado el caso, puede ser legítimo, pero tengo la impresión de que, como algunos ven que la calle respalda mayoritariamente a este gobierno y a este alcalde, y El Puerto está al alza, no saben ya cómo alterarnos el pulso. A nadie le gusta tomar decisiones complicadas, pero hay que tomarlas, como cerrar una guardería municipal. Pero es que no es una competencia propia y así lo determinó la Junta de Andalucía.
Huelga de basuras: "El alcalde se habría puesto al lado de los trabajadores si hubiese habido una reivindicación justa"
Más recientemente, han tenido en la ciudad once días de huelga de basuras.
Si hay una parte de los trabajadores representados por el comité de empresa que tiene un conflicto laboral con la empresa, nosotros somos meros externalizadores del servicio. El Sercla es el mediador en ese tipo de conflictos.
Pero al final usted es el máximo responsable de la imagen de El Puerto y de la ausencia de un servicio esencial en las calles.
Efectivamente. Todo el mundo acaba mirando al alcalde. Y yo sería el primero que estaría al lado de los trabajadores si la empresa hubiera decidido bajar el sueldo el 20% y echar a 50. El alcalde se habría puesto al lado de los trabajadores porque habría sido una reivindicación justa. Pero en este caso, lo que se decía, o los argumentos de la convocatoria de la huelga, no parecían razonables para llegar a esa huelga. A lo mejor sí para un conflicto interno, pero no para perjudicar el interés público general. Al final, llegaron a un acuerdo que acabó con el despido de un trabajador que era el que había seleccionado la empresa y se desconvocó la huelga.
Desde fuera se tiene la impresión de que va salvando constantemente ‘match ball’, como el verano pasado con el servicio de socorristas en las playas.
Sí, al fin y al cabo, y habitualmente, lo tenemos todo preparado, lo único que nos sorprende es cuando aparecen cuestiones que ya no dominamos. Cuando hay un recurso especial que lo contempla la Ley de Contratos del Sector Público, que paraliza una adjudicación hasta tanto en cuanto no resuelva el Tribunal de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía, pues evidentemente un contrato de temporada como el de salvamento y socorrismo, no llega a tiempo; tuvimos que tirar con contratos menores uno detrás de otro. Ya este año, como el Tribunal resolvió a mitad de agosto del año pasado, empezará todo con normalidad.
¿Se van a recuperar las banderas azules?
Supongo que sí, nosotros en términos de calificación ambiental y en cuestión de servicios públicos necesarios estamos en disposición de acceder a ellas.
¿El gran objetivo antes de las municipales es tener por fin un nuevo presupuesto municipal? ¿Es anómalo trabajar con uno de 2018 que entonces aprobó el gobierno local de PSOE e IU con el apoyo del PP?
Si me lo pone como gran objetivo le diría que mayores objetivos son cumplir con otra serie de retos, como que la ciudad funcione y resuelva objetivos prioritarios como esa entrada de Pozos Dulces, que estamos en camino, y afrontar la margen derecha del río, así como facilitar las operaciones de inversión y obras que tiene la ciudad. Pero ya que me pregunta por el presupuesto, una vez aprobado el plan de ajuste nuevo, en los próximos días podremos estar en disposición de enviarlo al Ministerio de Hacienda.
"Sacar adelante un presupuesto municipal en tiempo y forma ya no es una mera voluntad política, la dificultad técnica hacen imposible cumplir"
Es llamativo trabajar en una administración pública con unas cuentas del año 18, con una pandemia por medio incluso.
Es llamativo pero no es tan raro si ves lo que está ocurriendo en otros ayuntamientos. Creo que el de Puerto Real ha aprobado un presupuesto después de siete años. En Cádiz, en siete años y con mayor número de concejales que nosotros, han tenido uno o dos presupuestos… Sacar adelante un presupuesto municipal en tiempo y forma ya no es una mera voluntad política, sino que es una dificultad técnica de elaboración y superación de hitos técnicos que muchas veces hacen imposible cumplir con esto. Aun así, le digo: en los próximos días estamos en disposición de mandar el proyecto a Madrid. En ese momento, a ver qué dice Hacienda, y si viene con informe favorable lo llevaremos a aprobación inicial…
Esa intervención desde 2012 de la que hablaba al principio al final ha limitado sobremanera la autonomía local.
Lo has dicho bien. Ya no es que tengamos las manos suficientes como para aprobar un presupuesto de manera rápida, sino que para llegar al momento de la aprobación en el pleno hay que aprobar unos hitos procesales que son verdaderamente dificultosos, no políticamente, sino técnicamente hablando.
"Teníamos la obligación moral de devolver a la ciudad un PGOU adaptado al tiempo actual y con una revisión de los objetivos socioeconómicos cara al futuro"
Ha hablado de Pozos Dulces, ¿los portuenses y visitantes verán antes de mayo de 2023 una entrada a El Puerto digna?
Esa es la voluntad. Nosotros cuando llegamos al gobierno de la ciudad nos encontramos una obra paralizada, con la última licencia caducada, dimos una nueva licencia para facilitar la llegada de un socio financiero, pero Impulsa Aparca no cumplió. No encontró nunca un socio financiero y caducamos la licencia el primer día después de que cumpliesen los plazos para la ejecución de la obra. Por encima de los intereses de tener un aparcamiento subterráneo estaba la imagen de la ciudad. Incautamos el aval, unos 500.000 euros que ya están en tesorería, se ha redactado el proyecto básico, sacaremos a licitación las obras en este primer semestre de año, y entendemos que antes de final de año podremos estar adecentando la entrada a la ciudad. Ya no me marco plazos, porque depende de los procedimientos administrativos que marca la ley, pero la vocación es que esa entrada cuanto antes tenga la dignidad que merece la ciudad. En el caso de la margen derecha está en ejecución el proyecto y, en el momento en el que se nos entregue, también saldrán a licitación las obras para que en el primer semestre de 2023 se inicien las obras del nuevo paseo fluvial de El Puerto. Una obra con un presupuesto de 10 millones de euros y que va muy en coordinación con la del nuevo tanque de tormentas para acabar con las situaciones en la barriada de San Jaime cuando hay lluvias torrenciales.
Eso sí, a nivel de inversión privada no dejan de llegar nuevas iniciativas.
Hay tres modelos de inversión ahora mismo: uno en el centro histórico, con la aprobación del Pepriche (Plan Especial de Protección del Centro Histórico) después de 40 años, y en plena pandemia, que ha supuesto que haya una auténtica revolución en cuanto a la compra y rehabilitación de esa ciudad de los 100 palacios que es El Puerto; otro modelo es el polo de atracción industrial, cuyo ejemplo más significativo es Airbus, que ha decidido que El Puerto esté al mismo nivel que Getafe y Sevilla, y unificar aquí la industria civil y militar, pero también en la logística ha llegado Amazon, Bayport y Baublock; y por último, está habiendo mucha inversión en lo residencial, ya que mucha gente ha decidido, en este cambio de era que ha supuesto la pandemia, que la calidad de vida es primordial, y gracias al teletrabajo, y a las comunicaciones de El Puerto, venirse aquí, que se vive muy bien. Hay una serie de nuevas promociones que están teniendo un gran interés por parte no solo de portuenses, sino de gente que ha decidido, casi 3.000 personas en los últimos tiempos, venirse a vivir a El Puerto. Y luego la oferta creciente hotelera, como las obras que ya están en marcha en el antiguo Club Mediterráneo por parte de Acciona, así como la construcción de otro hotel de cuatro estrellas en Bahía Blanca, la última pastilla hotelera a pie de playa que depende estrictamente de este ayuntamiento. Todo va acompasado para que el interés turístico de El Puerto vuelva ser el que tenía en los 80-90 del siglo pasado.
"El afecto y el cariño de los portuenses es la gasolina que me motiva para decir sí a mayo de 2023 y luchar por una mayoría suficiente"
¿En cuanto al nuevo PGOU, tras volver al planeamiento de los 90 después de la sentencia del Tribunal Supremo que tumbaba el anterior?
Con una dirección pública hemos adjudicado a una empresa la redacción del avance del nuevo PGOU, que llevará el primer documento de calificación ambiental y los trámites de participación ciudadana. Hay en torno a medio año de ejecución y estamos contentos porque también era un mandato que nos habíamos autoimpuesto. Evidentemente no estábamos tan mal porque no caímos al Plan del 92, realmente caímos a la revisión de 2010, porque en todo ese tiempo hubo muchas modificaciones puntuales que nos llevaron a tener un PGOU prácticamente actualizado en 2010. En todo caso, teníamos forzosamente la obligación moral de devolver a la ciudad un PGOU adaptado al tiempo actual y con una revisión de los objetivos socioeconómicos cara al futuro.
Entiendo que va dar continuidad a este proyecto político en mayo del año que viene.
Cuando me presenté a las elecciones lo hice con un proyecto de cuatro más cuatro, y evidentemente me siento con fuerzas, energía e ilusión como para afrontar los siguientes cuatro años. Aunque se ha avanzado mucho en estos prácticamente tres años de mandato, queda mucho para que El Puerto vuelva a ser lo que fue. Con el lastre de dos años de pandemia, aunque se han solventado muchas situaciones, queda mucho por hacer. Siento el afecto y el cariño de la gran mayoría de portuenses que me invitan a seguir trabajando y peleando todos los días por sacar a esta ciudad adelante, y esa es la gasolina que me motiva para decir sí a mayo de 2023 y luchar por una mayoría suficiente que evite estar ralentizando la gestión.
"Si Ciudadanos consigue tener representación, evidentemente sería bienvenido para dar continuidad a este proyecto"
¿Cómo ha sido la experiencia de gestión junto a Ciudadanos?
Las relaciones son inmejorables a nivel local, regional y nacional. Evidentemente aspiramos a tener un grupo mayoritario suficiente y, de lo contrario, buscaremos unos socios para seguir trabajando bajo un mismo programa electoral. Si Ciudadanos consigue tener representación, evidentemente sería bienvenido para dar continuidad a este proyecto.
¿Le preocupa que esos apoyos forzosamente deban venir, llegado el caso, de Vox?
Me preocuparía más que otra vez El Puerto cayese en manos de tripartitos o cuatripartitos.
¿Se ve compartiendo un gobierno con Vox?
Me veo con el respaldo suficiente de todos los portuenses como para poder aplicar mi programa. Lo que le tengo miedo, sobre todo, es que esta ciudad vuelva a caer en manos de PSOE, IU, Adelante, Podemos… y todo lo que está a la izquierda de la izquierda del PSOE.
"Feijóo representa en la mayor de las medidas la solvencia del PP y, además, la modernidad y transversalidad en la gestión; está alejado de sectarismos"
Como secretario general del PP de Cádiz, ¿qué tal lleva estas convulsiones de los últimos tiempos y el cambio que representa Feijóo?
Hemos vivido una de las mayores crisis que ha vivido un partido de gobierno, de Estado, que yo recuerde, aunque soy joven. Pero sí que le digo que me siento profundamente orgulloso de cómo ha respondido el partido en tan poco tiempo, cómo ha sabido zanjar una crisis que ponía en peligro que el partido que debe ser la alternativa al Gobierno de Sánchez lo sea. Ha tomado la mejor decisión, que es colocar desde la militancia a una persona que lleva cuatro mayorías absolutas seguidas en Galicia y que tiene la capacidad y solvencia de gestión demostrada, que es lo principal que se le pide al PP. Alberto Núñez Feijóo representa en la mayor de las medidas esa solvencia y, además, la modernidad y transversalidad en la gestión. Está alejado de los sectarismos de otras posiciones y esto es lo que necesita España.
¿Le he dado pena la salida de Casado, que lo echen de la dirección por denunciar un caso de presunta corrupción en el partido?
Evidentemente, creo que todas las partes se equivocaron y de lo que sí me siento profundamente orgulloso es de que, cuando se cometen errores, las consecuencias son las que tienen que ser. Y la consecuencia que tuvo el error de hacer público un enfrentamiento, digamos, casi personal, como ha quedado expuesto, ha sido una dimisión con dignidad. La junta directiva nacional estuvo a la altura para cerrar una etapa y hacer lo que los estatutos mandan: un congreso extraordinario y urgente, y con la unidad necesaria en torno a la mejor persona que todos veíamos que era Alberto.
¿Habrá cambios a nivel provincial?
Entiendo que no. Bruno (García León) como presidente está haciendo una buena gestión del partido en una provincia heterodoxa, con el Campo de Gibraltar, la Sierra, Jerez, la Bahía de Cádiz… pesos poblacionales y liderazgos tan definidos en el partido como el de José Ignacio Landaluce en Algeciras. Creo que todo el mundo se siente bien representado, con un hueco y una voz, y el partido hoy en día en Cádiz tiene una dirección que trata a las localidades con la amabilidad y la independencia con la que siempre ha gestionado este partido. Todo el mundo está con Bruno y encaramos ahora lo que realmente le importa a los ciudadanos: plantear alternativas en los municipios donde creemos que hay que cambiar los gobiernos municipales, asentar los gobiernos que ya tenemos, y evidentemente marcarnos el reto de ayudar a Juanma Moreno a ganar las elecciones autonómicas con mayoría suficiente para dar estabilidad al cambio en Andalucía, y ayudar a Alberto a dirigir el Gobierno de la Nación, que es lo que necesitan los españoles. E incluso, si me apura, consolidar al PP de Cádiz como una alternativa en Diputación.