El lado humano del 'ciudadano' Juan Marín: "Dos infartos y un divorcio, pagué caro la política"

El ex vicepresidente de la Junta de Andalucía reconoce que ahora es mucho más feliz y vive más tranquilo. El puesto que ocupa actualmente como presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, a propuesta de Juanma Moreno, provocó la ruptura definitiva con su partido

Juan Marín, presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía.

Podría ser el edificio de cualquier Consejería de la Junta de Andalucía. Céntrico, amplio y señorial. Con una decena de salas de reuniones para atender las diferentes peticiones que recibe un consejero. Pero no lo es. Juan Marín ya no se dedica a eso, a pesar de que Juanma Moreno se lo ha ofrecido. Dijo que no a seguir en política, pero no rechazó la presidencia del Consejo Económico y Social de Andalucía. Un órganismo bastante desconocido, al menos para aquellos que no han estudiado oposiciones en la comunidad.

El que fuera líder de Ciudadanos nos recibe tras una reunión y antes de tener que acudir a un acto en el Puerto de Sevilla. La agenda sigue siendo completa para el sanluqueño, aunque reconoce que las videoconferencias le ahorran muchos desplazamientos. Tras un pequeño paseo por el edficio, encontramos una sala que se adapta a las necesidades de la entrevista con un Juan Marín que prefiere estar ya sin chaqueta. Habla de la política en pasado.

Puede que mucha gente le haya perdido la pista a pesar de que algún día lo votara. La primera pregunta es obligada. ¿Qué está haciendo Juan Marín? Lo cierto es que habla con ilusión de su nuevo puesto donde "veo muchas cosas desde otro prisma diferente al que tenía cuando estaba dentro del Gobierno". Es el presidente del CES y su función principal es llegar a consensos con representantes de la ciudadanías y agentes económicos. Algo que no suena sencillo a simple vista. Desde los sindicatos a los empresarios pasando por las universidades o Facua. Curiosamente, a pesar de que fue Vicepresidente de la Junta de Andalucía, reconoce que desconocía el funcionamiento y la relevancia del órgano que ahora dirige.

"Tienes otra visión diferente de los problemas y la realidad que tienen muchos andaluces, estoy aprendiendo muchísimo", comenta. No esconde que llegó con una idea clara, "estoy imprimiendo una forma de trabajar mucho más dinámica". Quizás eso ha provocado que ahora sea vicepresidente de la Red Trasnacional de Transporte o haber conseguido que Huelva sea en octubre sede del primer Foro Internacional de la Red Transnacional Europea. Precisamente, entre sus retos coloca en los primeros lugares las infraestructuras de Andalucía y el compromiso con la sostenibilidad. Y, a pesar de haber compartido Ejecutivo con Juanma Moreno, señala que la sanidad, la educación o la tasa de desempleo siguen siendo problemas importantes en Andalucía.

¿Cómo es tener que poner de acuerdo a gente tan diferente?

Fundamentalmente hablando mucho con todo el mundo. Hay que intentar que el debate sea lo más ágil y dinámico posible. No es fácil poner de acuerdo a la CEA y a CCOO cuando hablamos de un proyecto de ley de nuevas universidades privadas, pero siempre hay puntos de encuentro. Hay que buscarlos y ponerlos en valor para que todas las partes encuentren un espacio común. Muchas veces descubres que realmente las posiciones no son tan alejadas. En la política las posiciones que se defienden tienen más que ver con posturas ideológicas que con el sentido común y la realidad de los ciudadanos.

Usted publicó un dictamen sobre las nuevas universidades privadas donde ponía algunas 'pegas'.

Siempre ponemos pegas, es una dinámica de este Consejo. Nosotros hacemos recomendaciones a las consejerías sobre los probleas que hay y cómo se pueden resolver. Son sugerencias que nos permiten colaborar para que algunos de esos problemas sean más visibles para los Gobiernos y puedan tomar decisiones. Luego serán el legislativo y el Ejecutivo los que decidan.

¿Ha defendido opiniones que a lo mejor en el Gobierno no hubiera defendido?

Como vicepresidente las hubiera defendido si me hubieran llegado, pero no me llegaban. Este es un organismo que ha colgado de la Consejería de Empresa. Creo que el CS era una de las instituciones más desconocidas por el Gobierno y pretendo que todos los consejeros sepan lo que hacemos aquí y que colaboren a la hora de entregar los informes que les pedimos para nuestras memorias anuales o que nos permitan participar en los decretos o anteproyectos de ley, que deben venir con más frecuencia a los Consejos Económicos y Sociales para que participe la sociedad civil.

Juan Marín dimitió de su cargo en Ciudadanos tras perder la representación.   MAURI BUHIGAS

Viaja más de lo que le gustaría y está ocupado la mayor parte del tiempo, pero eso no le impide seguir la política. Eso sí, lo hace de forma menos intensa. La última noche electoral fue "muy relajada". Posiblemente tuvo poco que ver con su despedida como candidato de Ciudadanos en Andalucía. La etapa la considera completamente cerrada. "Asumí mi responsabilidad y llevo dos años sin afiliación, no pertenezco a ningún partido. Ni me he ido al PP, ni me he ido al PSOE como algunos gurús políticos vaticinaban", responde a lavozdelsur.es. 

Quizás por ello habla con menos tapujos de los que tendría si siguera en activo. En las europeas ha echado en falta que se hable más de Europa. "No sé cuáles son los proyectos de muchos partidos", incide. Además, cree que la confrontación entre PP y PSOE "sólo beneficia a los extremos: a la extrema derecha y a una izquierda casi revolucionaria". El presidente del CES tiene la impresión de que el entendimiento entre las dos fuerzas mayoritarias no va a llegar. "Los partidos se olvidan de sus votantes cuando sólo hablan para sus afiliados. "Si a PSOE o PP lo votaran sólo sus afiliados no conseguirían ningún diputado

¿Cómo ve el panorama?

Me cabrea mucho la situación que hay. La esencia de la política es el diálogo y el acuerdo se ha perdido. Ahora solo existe la confrontación y los bloques. Eso de los bloques a mí me aterra. La política es otra cosa. La situación de España no tiene nada que ver con lo que yo, Juan Marín, piensa de lo que debe ser la política.

A todos los que nos sentimos de centro nos da tristeza porque mi proyecto político, en el que yo estaba y no estoy porque me pidieron que lo abandonara, no porque yo lo decidiera, no existe. Tuvimos una gran oportunidad y la dejamos escapar. El ego de muchas personas hizo que este proyecto no saliera adelante. Ciudadanos no tuvo capacidad de adaptación para sobrevivir y somos un partido en extinción. Ojalá algún día con esas siglas o con otra volvamos a vivir un proyecto así porque a este país le hace falta.

A pesar de haber dejado la primera línea política, lo cierto es que es habitual verlo en la televisión. Juan Marín colabora como tertuliano en Todo es Mentira, el programa de Risto Mejide donde coincide habitualmente con una vieja conocida, Susana Díaz. Siempre ha tenido afición por los medios, desde que con 18 años presentara informativos en la Cadena SER. También como colaborador en la prensa deportiva. "La única condición que he puesto cuando me han llamado de cualquier medio para participar ha sido que yo no cobro absolutamente nada", deja claro. Ahora presume de indepedencia a la hora de decir sus opiniones sin miedo al qué dirán. "Estoy acostumbrado a que me pongan en un sitio y en otro, pero el único que sabe dónde está soy yo".

"Me divierte estar en la tele con Susana Díaz, Ábalos o Javier Nart"

¿Le divierte compartir plató con Susana Díaz? 

Sí, sí. Es muy interesante porque hay muchas personas de la que la gente tiene una idea en su casa y que después es completamente diferente en la realidad. Me divierte estar con Susana Díaz, Ábalos, Javier Nart... son personas a las que conozco y con las que he tenido una relación. Existe cariño y respeto porque sé lo difícil que es ser presidenta de una comunidad autónoma como Andalucía o aceptar que tu partido te relegue al Senado para quitarte del medio. Sé lo duro que es a nivel familiar y personal por tener que dedicarle tantas horas a esto y tan pocas a tus seres queridos.

Yo tuve que dejar el vóley que es lo que me apasiona y que ahora, afortunadamente, he recuperado, para estar defendiendo un proyecto. Todo eso hace tener cercanía y empatía, incluso con sus posicionamientos ideológicos. Ese respeto que tenemos entre Susana y yo te hace pasártelo bien. Sabes lo que va a decir por la cara que pone cuando le hacen una pregunta. Igual que ella sabe mi posición, pero yo soy más libre porque no tengo que cumplir disciplina de partido.

Su posición fue peculiar en Ciudadanos porque es uno de los pocos líderes autonómicos que permitió un Gobierno del PSOE. ¿Cómo ve todo aquello ahora que han pasado unos años?

Volvería a hacer lo mismo porque en ese omento la única suma posible era de PSOE con Podemos y yo evité que Podemos entrara en el Gobierno. No era mi forma de entender la política que había que llevar a cabo en Andalucía e iba a obligar al Gobierno a llevar reformas importantes como Sucesiones y Donaciones en materia fiscal. Juanma Moreno votó en contra cuando yo planteé esa reforma.

Dimos tranquilidad y estabilidad a una legislatura que no fue fácil porque había que negociar cada cosa. María Jesús Montero me decía que no podíamos hacer algunas cosas, pero yo me comprometí con los andaluces y dio buen resultado. Susana Díaz cometió un error. Se precipitó adelantando las elecciones porque tenía miedo a que Pedro Sánchez adelantara las nacionales. Ella estaba más en una lucha por irse a Madrid que por quedarse en Andalucía y erró en el cálculo.

A pesar de abandonar la primera línea política, mantiene una agenda muy 'ajetreada'. Algo que no ha impedido que regrese a Sanlúcar.    MAURI BUHIGAS

Ese apoyo al PSOE hizo que Ciudadanos se disparara desde los nueve hasta los 21 diputados para pactar con el PP un Gobierno de coalición con los votos de Vox. En 2018 ya no dieron los números con el PSOE, pero tampoco se planteó porque, según Marín, los socialistas no estaban en la línea de las reformas que pretendía Ciudadanos. El reparto de la Junta fue del 50% y el resultado "fue bastante bueno para los ciudadanos". Marín tiene que aclarar aquí que se refiere a los andaluces y no a su formación, que ya estaba en declive por "errores de primero de política" en Murcia o Madrid.

El final fue más feliz para el Partido Popular que para Ciudadanos. Señala que el principal logro de Juanma Moreno ha sido ganarse al electorado naranja aunque cree que los populares están limitados por la derecha por la resistencia de Abascal y el nacimiento de nuevas formaciones. "Conseguimos encapsular Andalucía", comenta. No fue fácil para Juan Marín a nivel interno como él miso indica. "Tuve que soportar peleas en silencio para intentar hacer ver que no pasaba nada".

¿Quién le debe más a quién? ¿Moreno a usted por hacerlo presidente o usted a Moreno por recuperarlo?

Después de las elecciones me iba a tomar un tiempo. Calculé un año de los dos que tenía por delante en los que se cobra cesantía, es decir, cobras más que trabajando como vicepresidente y sin tener que pagar a Hacienda. Mi idea era recuperar mi empresa y mi vida fuera para hacer otras cosas.Cuando se me ofrece esto veía que podía hacer cosas que no se habían hecho. Tengo 61 años y espero que me queden tres o cuatro siendo útil, o alguno más si me respeta la salud. Tuve dos infartos en el Gobierno. Dos infartos y un divorcio, pagué cara la política en la parte personal.

El trato fue mútuo. Yo creo que el trato fue mutuo. Recuerdo las palabras de algún familiar de Juanma Moreno que me decía que gracias a mí, su hijo iba a ser presidente. Pero no, fue gracias a que lo votó mucha gente en Andalucía igual que a mí. Coincidimos en muchas cosas. Es un hombre moderado que no impone. Me dejó llevar las riendas del Gobierno y hacía todo el trabajo interno. El hacía su función.

"Me preocupa más la extrema derecha que los nacionalistas. A los nacionalistas ya los conozco"

¿Usted cree que se va a reformular ese espacio de la derecha con acercamientos entre PP, Junts y PNV?

No. Los nacionalistas lo tienen claro y fácil mientras no haya una reforma de la ley electoral. Van a seguir mandando en el Gobierno de España.

¿Con el PSOE en el Gobierno o con el PP?

Con el Partido Popular puede que lo haga la extrema derecha. Que eso me preocupa más.

¿Le preocupa más la extrema derecha que los nacionalistas?

Sí. A los nacionalistas los conozco y sé lo que van a pedir. Puede que sea hasta legítimo porque ellos defienden lo suyo. He escuchado que Puigdemont está haciendo lo que dijo, y es verdad. Aunque no sea lo que yo quiera. Igual que el PNV. Tener un fuero especial para garantizar servicios públicos y las inversiones y lo que te sobre mandárselo al Gobierno de España es un chollo. Está amparado por la Constitución porque había que integrar a todos los territorios. Y ahora es lo que quiere Cataluña, hacer lo que les dé la gana. Pero ocurre porque no hay una ley electoral como por ejemplo en las europeas, que han logrado un diputado con circunscripción única. Seguimos dependiendo de esas minorías que han facilitado gobiernos del PP y PSOE.

Su Gobierno fue el primero que contó con los votos de la extrema derecha.

Contamos con los votos, pero no con las políticas. Vox no metió ni una sola injerencia en la actuación del Gobierno. Me remito a los datos.

¿El teléfono de violencia intrafamiliar?

Pero no se eliminó el de violencia de género. Es un teléfono con un coste ínfimo de un presupuesto de 46.000 millones de euros. ¿Esa es la injerencia de Vox en Andalucía?

¿El Gobierno de la Junta entonces 'engañó' a Vox?

No. Yo creo que lo hicimos bien y ellos sacaron rédito porque la gente les veía como un colaborador y no como enemigo. Pero las políticas en materia de inmigración o en educación no se las dejamos implantar.

Ahora sigue la actualidad, aunque con menos intensidad. Se siente 'huérfano' políticamente.   MAURI BUHIGAS

Nada ha impedido mantener su relación con el presidente de la Junta. La última semana hablaron un par de veces sobre temas de gestión. También lo hace con Elías Bendodo, consejeros o gente del PSOE como Antonio Muñoz. Incluso con Manuel Gavira, de Vox, con quien coincidió en Sanlúcar durante la campaña. "Yo debato contigo en el Parlamento y en la calle me tomo un café y hablo de lo que quieras", comenta sobre su forma de ver la política.

Quizás todas esas conversaciones le permiten hacer un mapa bastante preciso de las situación política. Ve a Juanma Moreno candidato en 2026 y ganando otras elecciones ante un PSOE "descabezado". "Estas elecciones han dolido mucho en el PSOE, me lo han comentado a nivel interno. Que el PP gane en Jaén tiene un significado brutal", afirma sobre el 9J. Sin embargo, no se arrepiente de no haberse integrado en el proyecto de Moreno. "Yo dije que me iba y me iba. Para la prensa cuando alguien dice la verdad no es noticia". 

Está prevista una remodelación en el Gobierno. Si le llama Juanma Moreno, ¿qué le diría?

Hablaríamos de otras cosas, pero él sabe que yo no voy a volver al Gobierno.

¿A él le gustaría?

Me lo ha ofrecido, pero no lo voy a hacer. Se lo agradezco y es un reconocimiento, pero hay un equipo lo suficientemente bueno para poder seguir trabajando. Yo estoy aquí para ayudar y asesorar desde el ámbito que me ocupa.

Juan Marín ahora vive más tranquilo y es mucho más feliz los años en política han tenido consecuencias en su vida personal y él mismo comentó estas circunstancias durante la última campaña en la que participó como candidato. A pesar de que la sede del CES está en Sevilla y Marín tiene una vivienda en Mairena, prefiere vivir en su Sanlúcar natal y dar paseos con su perra Kira por la playa.

La vorágine diaria ni siquiera le permitió darse cuenta del cargo que desempeñaba. En estos días ha reflexionado sobre la cuestión mientras colocaba en su casa algunas placas o cartas que Manolo Sanlúcar y otras personalidades le mandaban. "Me estoy dando cuenta del reconocimiento que tenía fuera y del que yo no era consciente.

Uno de los momentos más críticos le llegó con el covid, apenas un año después de ser nombrado consejero. Recuerda que el encargado de decirle a los andaluces que tenían que quedarse en casa fue él junto a Jesús Aguirre. "El dúo Zipi y Zape. Estábamos siempre los dos para las malas noticias". Posiblemente sea la mayor responsabilidad que ha tenido como miembro de la Junta de Andalucía. "No sabíamos para cuánto tiempo sería".

"Juanma Moreno me ha ofrecido volver al Gobierno pero sabe que no lo voy a hacer"

En una de sus últimas entrevistas como candidato habló del coste que ha tenido en su vida la política. ¿Ha podido recuperar algo de esa vida?

Fundamentalmente a mis hijos, que los veo mucho más. Y a mis amigos que los tenía abandonados. En política te salen muchos amigos, pero cuando llegas a casa son muy poquitos. He recuperado mi deporte, el voleibol, que es mi pasión. Estoy entrenando nuevamente en Sanlúcar. Antes lo hacía aquí en Mairena pero ahora ya lo hago de manera más intensa trabajando con equipos de base, que es lo que me gusta.

Leo un poco más, escucho música, escucho la radio, que siempre me ha gustado… pero poco más. Mi matrimonio lamentablemente, y lo siento de verdad porque fueron años de convivencia muy buenos, no pudo recuperarse. Ahora estoy vivienda mucho más feliz con mi perra Kira. Pasamos muchas horas a solas. Me siento muy feliz.

¿Tiene tiempo para hacer más torrijas?

Hago muchas torrijas. Sigo colaborando con muchas entidades benéficas que me lo piden, doy charlas en universidades. Haciendo otras cosas. Fuera de la política hay mucha más vida que dentro. En la política sólo hay política y te crees que lo único importante es lo que estas haciendo.

¿Engancha la política?

Te engancha, aunque ganes menos dinero que en la privada, que se gana mucho menos. Te lo aseguro. Pero no tienes tiempo de disfrutar, ni siquiera de tu trabajo. Entras en una dinámica en la que muchas veces te levantas en un hotel que no sabes ni dónde estás. A mí me ha pasado, desorientado por completo. Y tener dos infartos en cinco años ya te dice mucho de una persona que ni bebe, ni fuma y sólo he hecho deporte en mi vida. La atención y la presión era brutal.

Abandonar la política le ha permitido hablar sin tapujos de amistades, decepciones y traiciones.   MAURI BUHIGAS

Todo lo que sube baja y, posiblemente, el final de Ciudadanos fuera inevitable. El partido que pudo haber gobernado en España comenzó una decadencia imparable a pesar de que su representante en Andalucía era la segunda persona con más poder de la Junta de Andalucía. Las tensiones internas hicieron que la situación fuera insalvable y que Juan Marín se sintiera muy solo en la última campaña electoral, sin apoyo de la dirección nacional.

Más tarde, cuando le ofrecieron el puesto en el Consejo Económico y Social, llegaron las mayores decepciones del (ex)político sanluqueño. Juan Marín asegura que lo acordó todo con Inés Arrimadas y que luego la jerezana pudo hablar con el propio Juanma Moreno. Sin embargo, Juan Marín recibió poco después una llamada del nuevo líder de Ciudadanos en Andalucía, del que no conocía ni el nombre, para pedirle la baja voluntaria del partido. "Hubo gente que me tendría que haber llamado", dice decepcionado sobre compañeros de la Ejecutiva Nacional. 

Recupero otra de sus últimas entrevistas antes de dejar la política. Se hizo unas fotos con un salvavidas que fueron muy famosas, pero el fotógrafo se llevó muchos más halagos que usted. ¿Cómo lo vivió? ¿Falta gente atrevida en la política?

La foto es buenísima. Eso de que era el salvavidas en Ciudadanos no es que yo fuera mejor o peor que nadie, pero era el que quedaba. Eso no lo supieron ver. Y yo soy así. El fotógrafo me lo planteó antes en un sitio espectacular. Mi jefa de comunicación no estaba demasiado de acuerdo, pero a mí me apetecía hacerlo. Hay que ser un poco atrevido en político, más cuando tienes una situación desfavorable. A nivel de comunicación, la foto era muy buena.

Es verdad que no sentó bien dentro de la dirección de mi partido, pero tampoco me importaba después de la caña que me habían dado a nivel interno durante años.

En la política entras en una dinámica donde muchas veces te levantas en un hotel que no sabes ni dónde estás"

Por lo que me está hablando, tengo la sensación de que ha dejado más amigos fuera de su partido que dentro.

A nivel de pequeñas ciudades y Andalucía no, pero a nivel nacional seguro que sí. Hay gente a la que he podido defraudar, pero otros a mí me han decepcionado de manera enorme. Ya no hablo de que Girauta sea candidato en Vox o Toni Cantó fuera al PP. Cada uno decide su futuro. Pero a nivel interno sí.

Cuando me ofrecieron el puesto no tuvieron la decencia de decirme que era un error. Un puesto que estaba ocupando un diputado del PSOE durante el Gobierno de PP y Ciudadanos sin que nadie se molestara. Era un cargo relevante para un representante de Ciudadanos. El partido podría tener presencia en las instituciones andaluces. Pero no lo vieron así, vieron que me iba al PP.  Me decepcionó no recibir alguna llamada de compañeros que consideraba amigos pero fueron totalmente desleales. Se callaron para seguir ocupando su lugar en la Ejecutiva y ahora no hay nadie.

Un error de Ciudadanos.

No haber sabido gestionar el poder que teníamos. No fuimos conscientes de ese poder cuando gobernábamos en cuatro comunidades y ganamos unas elecciones en Cataluña. No sé quién tuvo la culpa, pero si alguien preside un proyecto político, el máximo responsable es el presidente o la presidenta. Ahí no se supo gestionar. Que Arrimadas se fuera de Cataluña fue un error. Igual que plantear lo que se planteó en Murcia por un afán personal de poder, era una moción de censura contra ti mismo. ¿Hay algo más estúpido?

Que eso no tuviera consecuencias y que quien ocupaba la presidencia no dijera “tú y tú fuera. Esto ha sido un error, pedimos perdón y seguimos”. No gestionar esa ambición personal nos llevó a entrar en un declive absoluto. Sólo quedaba por salvar Andalucía y aquí no tuvimos ayuda. Hicimos solos la campaña.

Un error de Juan Marín.

Haber confiado en personas de mi propio partido que sólo perseguían eliminarme. En vez de apoyarnos para ver si crecíamos con un Gobierno que funcionaba bien, estaban en “haber cómo matamos a este tío porque tenemos otros intereses”. Ahí no fui hábil y no estuve atento para darme cuenta de qué personas eran y cómo atajarlo. Acuérdate la filtración del audio de los presupuestos, que era algo racional. ¿Cómo iba a haber presupuesto si se van a celebrar elecciones? Y te lo graba un compañero tuyo que después se lo vende a un medio de comunicación. Era una reunión interna que no tenía por qué salir de ahí. Yo eso no lo vi porque confiaba en la gente y en política no se puede confiar en la gente de tu partido.

"En política no se puede confiar en la gente de tu partido"

Un acierto de Ciudadanos.

Te hablo de Andalucía, el gran acierto fue haber podido contribuir a una estabilidad necesaria en un momento que era crítico. A pesar de haber perdido la representación, creo que fue el mayor acierto. Llegamos a la política para hacer cosas e hicimos reformas. Estuvimos haciendo lo correcto en el momento adecuado y eso es muy difícil en política. A partir de ahí sólo puedes asumir las consecuencias de nuestros actos y discrepancias con los demás. Hay que tomar decisiones y si no se toman las decisiones al final se paga. Estar en política por estar y por afán de poder no lo comparto, prefiero estar en mi casa.

Un acierto de Juan Marín.

Haberle dicho a Albert (Rivera) sí el 15 de enero de 2015 cuando me llamó a las 21:30 de la noche y me dijo que nos íbamos a presentar en Andalucía, que íbamos a salir de Cataluña como yo le había dicho en una ponencia en Cambrils, pero no tenía candidato porque nadie se quería presentar. Le dije que ya tenía candidato. Creo que nunca me arrepentiré de eso a pesar de todo. Me dio la oportunidad de hacer cosas. Tenía muchas reservas y miedo porque mi hábitat natural era el Ayuntamiento de Sanlúcar. Meterte en una comunidad autónoma y en política nacional da vértigo, pero en ese momento fui valiente y tomé una buena decisión.

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