No es lugar para domingueros
En 523 páginas que han supuesto cuatro años de trabajo y más de cien fotografías que pueden verse en el libro o a través de un código QR, Alberto Castrelo (Cádiz, 1985) desvela en Canteras de San Cristóbal, interpretación de una historia olvidada (Editorial Kaizen) no solo la historia de un lugar emblemático y desconocido para muchos de los habitantes de la provincia de Cádiz, sino el olvido en el que, tristemente, se encuentra este enclave a medio camino entre Jerez y el Puerto de Santa María, si bien es al término municipal de El Puerto a quien pertenecen las canteras y la Sierra de San Cristóbal.
Alberto Castrelo, antiguo relaciones públicas de Osborne y actual responsable en una empresa de eventos, cree imprescindible la colaboración de vecinos y políticos para que este importante enclave no quede definitivamente en el olvido. Un lugar, por cierto, que además de su belleza, entraña sus peligros. "No es un lugar para excursiones ni domingueros", advierte Castrelo.
Aquí se da una gran paradoja: todo el mundo las conoce, pero a la hora de la puesta en valor y de uso, son las grandes desconocidas. Podemos decir que sí, que son las grandes desconocidas.
Se pierden un patrimonio único, una historia de un pueblo, porque es una historia etnográfica, del trabajo de generaciones, y un reclamo turístico de valor cultural y patrimonial como hay pocos en toda la provincia de Cádiz.

Yo no soy experto en turismo ni en nada, pero creo que lo primero que habría que hacer es recuperar las canteras que fueran posibles y mantenerlas. Yo empezaría abriendo senderos y cerrando las canteras más peligrosas. Pero que la gente sepa dónde están y con señales explicativas. Eso, como mínimo. El parque lúdico arqueológico que tiene proyectado sobre esto Diego Ruiz Mata son palabras mayores.
Yo no creo que no interese. Lo que me parece es que nosotros no nos lo creemos. La ciudadanía y los políticos que hemos tenido hasta ahora no han apostado fuerte, pero precisamente porque no se creen que tenemos un potencial que yace ahí. Somos un gigante dormido. Mientras sigamos vendiendo sol y playas, que es lo fácil en un mandato de cuatro años, a los políticos les interesa más esto, en cuanto a recorrido. No creo que sea cuestión de interés sino de desinterés, que aunque parezca que es igual, no lo es.
"Podemos decir que las canteras son grandes desconocidas"
Creo que es muy importante reconocer las cosas. Hay mucho abanderado de las canteras que parece que ha descubierto Roma. Aquí no hemos descubierto nada. La ayuda ha consistido en todo: geológico, trabajo de cantero que yo no conocía; básicamente la ayuda ha consistido en documentarme en temas que yo desconocía, pero que son básicos para poder hablar de esto, porque yo escucho cada barbaridad en canales de Youtube y entrevistas que es para echarse las manos a la cabeza. No quiero decir con esto que todo lo que yo diga sea correcto, porque son hipótesis. Pero la ayuda está claro que me ha servido para hablar con rigor.
"En canales como Youtube o entrevistas se escuchan verdaderas barbaridades sobre las canteras"
Las dos me han gustado. Muy interesantes las dos. La práctica ha sido muy divertida. El componente de adrenalina por no saber lo que te vas a encontrar, me ha gustado mucho. También he trabado muchas amistades. Pero es que en la parte teórica, cuando empiezas a tirar del hilo y a enterarte de cosas. El valor medioambiental, que es fundamental porque es lo que me ha ayudado a ir a la parte práctica. Las dos partes son complementarias.

En la parte militar, pero solo por seguridad. Pero gracias a la Fundación Diego Ruiz Mata, con un permiso que pidieron ellos, no hubo problema ninguno. Defensa no te deja pasar por un riesgo real de desprendimiento. Aquello no es para visitar un domingo o ir de excursión.
En realidad, todas. La que no tiene una cosa, tiene otra: marcas curiosas. Pero lo que más impacta es la monumentalidad de los espacios. Estamos hablando de espacios de 20 o 30 metros de altura. Eso te hace sentir muy pequeñito. Sobrecoge.
No todas, pero muchas de ellas sí. Las hay con pintadas, con basura, se han usado para deshacerse de escombros. Hay animales muertos. Está en un deterioro, no sé si vandálico, pero sí preocupante.