Ana Jarén (Sevilla, 1975) siempre tuvo claro que quería que la creatividad estuviese presente en su día a día. El trascurso de la vida la llevó a descubrir unos rotuladores a base de alcohol en una pequeña tienda de Londres que se convirtieron en sus mejores aliados. Desde 2010, con ellos bajo el brazo, la ilustradora andaluza ha recorrido medio mundo con sus obras.
Desde iluminar el centro de Madrid hasta ilustrar en las páginas del prestigioso periódico estadounidense The Washington Post. Ahora la vida le ha traído de nuevo a su ciudad natal y su firma vestirá las calles de Sevilla esta primavera con uno de los carteles del Orgullo LGTBI+ más alabados por las críticas hasta el momento.
Cuando Jarén terminó sus estudios de Publicidad en Sevilla se mudó a Madrid para trabajar como ejecutiva de comunicación en moda. Rodeada de estímulos, su creatividad fue creciendo y con un lápiz y unos rotuladores Carioca empezó a realizar sus primeras ilustraciones. “Comencé a pintar antes de trabajar y fui encontrando mi estilo. Entonces, comenzaron a llegar mis primeros encargos. Al principio no pensé que esto pudiese convertirse en mi profesión, pero poco a poco lo hizo”, explica Jarén
Sus trabajos han dado la vuelta al mundo, pero ha vuelto a su ciudad natal para trabajar en el cartel del Orgullo LGTBI+ 2022. Está impaciente por ver su firma en la tierra en la que creció. “Siempre quise hacer algo en Sevilla porque para mí es mi casa. Ha sido un proyecto en el que me han dejado ser yo. Me siento muy en línea con el trabajo que ha salido y estoy deseando verlo en las calles”, cuenta la artista que describe su obra, en conversación con lavozdelsur.es, como un reto.
“Quise enfrentarme a esa ilustración desde el respeto y el cariño y quería representar la diversidad. Pensé que las manos podrían ser un buen elemento para dejar representar la cantidad de personas diversas que pueden esconderse detrás de ellas. No quería representar los típicos monumentos de Sevilla para que no fuese tan redundante. Pensé en las naranjas y me encantó jugar con ellas. Hacer el zumo de naranja con las manos cuesta trabajo y esa es la fuerza que quería expresar. Quería explicar que esto es tan intrínseco en Sevilla como las naranjas o el azahar”, describe Jarén.
Estilo personal y colorido
Jarén confiesa que no puede elegir entre ninguno de sus trabajos. “Es un poco... qué hijo quieres más. Tengo muchas experiencias que me han gustado muchísimo. A lo mejor no son las más grandes, pero sí en el momento en el que me llegaron”, explica, aunque admite que tiene debilidad por verse en grandes dimensiones: “Lo que me ha encantado, como trabajo más reciente, ha sido hacer la campaña de Navidad de Madrid. Para mí es alucinante ir paseando y encontrarme mi ilustración. Estar en Callao y encontrar en las pantallas la ilustración animada y enseñársela a mi hija. Es como decir, mira eso es un papel en casa y ahora está ahí en la calle”.
En un momento en el que la ilustración digital está cogiendo fuerza, la sevillana apuesta por la artesanía. Su estilo colorido destaca por el trazo a rotulador, que se ha convertido en su sello personal. “Mi técnica la considero muy de niña pequeña y me encanta. Incluso escuchar el sonido del rotulador en el papel me relaja. Me enamoré de esta técnica cuando encontré los rotuladores a base de alcohol y con el paso de los años fui ampliando la gama de colores”, indica y añade que ha sido cuestión de ir creciendo: “He evolucionado mucho en la manera de colorear, antes era más sencillas, ahora hay más retos y técnica. Disfruto mucho haciéndolo de manera manual, aunque necesite a veces el ordenador, pero mi trabajo es a mano”.
La mujer como protagonista de sus obras
Pinta escenas cotidianas y busca la belleza en los pequeños detalles del día a día. “Cuando me preguntan qué ilustro yo digo: ilustro todo lo que se pueda ilustrar. Hay muchas cosas que se pueden dibujar y están por descubrir. Hay algunas que aún no las tengo en mi cabeza y que me van a sorprender a mí misma en un futuro”, describe Ana cuando es preguntada por su trabajo y explica qué es lo que más le apasiona de el: “Es un trabajo dinámico. Los diferentes formatos hacen que cambie mucho la manera en la que te acercas a la ilustración".
La artista vende sus obras a través de la web y pinta para ella misma, pero una gran parte de su trabajo reside en dibujar para clientes. Ellos dan una idea y Jarén hace la magia. “Me encanta el oficio que hay detrás de ese trabajo. Satisfacer las necesidades del cliente de forma creativa es un reto para mí. Yo tengo trabajo propio donde a la única que tengo que rendir cuentas es a mí, pero el punto que tiene hacer una pieza para un tercer me gusta mucho”, confiesa.
En sus ilustraciones las figuras femeninas tienen un papel protagonista. “La mujer ha ido tomando mucha fuerza en mis ilustraciones. A lo mejor no queriendo, sino de una forma muy orgánica. Realmente es el mundo que tengo más interiorizado. Estoy abriéndome y diversificando, pero la mujer tuvo y tiene un peso grande en mi trabajo porque es el universo que más entiendo y con el que me siento más identificada”, zanja.
Desde el escritorio de su mesa, donde pasa la mayoría de su tiempo, Jarén sigue trabajando en futuros proyectos y asumiendo nuevos retos. Ahí es donde fluye su creatividad, el rincón en el que crece el arte. El futuro es incierto, es lo que le gusta de la ilustración, lo que apasiona. Todo lo que tiene que calcar en un papel aún está por crearse en su cabeza y ella está ansiosa por conocerlo.
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