La risa, remedio infalible
O eso decía una de las secciones de la mítica revista Selecciones del Reader´s Digest. Y no parece que eso vaya muy descaminado. Reímos cuando estamos de fiesta, cuando estamos relajados, pero también ante las situaciones tragicómicas que la vida nos pone en el camino; o incluso en un velatorio, porque esa risa que libera endorfinas, serotonina, dopamina y adrenalina, hace que se libere la tensión, que esa presión ante un drama no nos haga estallar como una olla a presión con la válvula obstruida.
Pero para salir de situaciones así, o las que se prolongan en el tiempo y no son cosas puntuales, como la depresión o la ansiedad, la risa también es una medicina natural que Andrés Linares (Chipiona, Cádiz, 1973) aplica con maestría en sus sesiones de yoga que combina con la risa como elemento fundamental para la reducción o eliminación de problemas mentales hoy en día tan comunes.
Linares es autor de los libros: Marketing espiritual 7.0 o Un pequeño despertar es un gran despertar, entre otros.
Si hablamos del yoga básico es unir cuerpo y mente en el "ahora". Nuestra mente para un lado y nuestro cuerpo por otro. No hay una unión. Pero esto se consigue a través de la concentración, de la respiración. Es conectar con uno mismo. Es una forma de vida a la que no estamos acostumbrados. ¿Qué ofrezco? Un conocimiento, aprender a manejarte. A través de la risa vemos cómo nos tratamos e ir más allá.
La gente no vive: sobrevive. Vive en una incertidumbre continua, en tensión, por eso hay tanta depresión y tanta ansiedad, por el mal conocimiento que tenemos de nosotros mismos; la mala gestión. Si tú cobras 1000 euros y no llegas a final de mes, ¿qué pasa? No estoy teniendo una buena gestión, algo no estoy haciendo bien. Lo mismo pasa con nosotros. Si no me estoy tratando bien, si no sé utilizar la imaginación, pensando en futuro todo el tiempo, sin llevarte bien contigo mismo, ¿qué está pasando aquí? Le echo la culpa a los demás. No me quiero mirar a mí mismo. Siempre echamos afuera todo lo que no queremos ver. La culpa, a los demás. A un niño le das 20 caramelos y te pide otro. ¿Qué hace? Pataleta al canto. Pero es que ahora, de adultos, estamos igual. No hemos modificado nuestra conducta.
"De pequeños tenemos pataletas y de mayores, muchas veces, no hemos modificado nuestra conducta"
Yo siempre digo: "¿Cuál debería ser nuestra verdadera prioridad, más que tener la razón, por ejemplo?" Nuestro bienestar. La salud y la paz interior. No estamos teniendo paciencia con nosotros mismos. Yo tengo un lema: "Sonríe, respira, date vida con amor y paciencia". Todo lo queremos ya. Como los niños chicos. Hay que hacer entender a ese niño que esas no son formas. Va a llegar un momento, como está pasando, que al mundo entero le sobrepase todo esto.
El 95% de la gente que entra por mi puerta va buscando paz interior. Yo me he dado cuenta de que cuando entran, les doy un abrazo escuchando su respiración. Entonces relajan su cuerpo y dejan la mente tranquila durante unos segundos. Es tal la paz interior y tan profunda, que es como si estuvieran en el hogar. Cuando un niño chiquitito está llorando y se lo pones en brazos a la madre, el niño se calma. Pues esto es igual.
Yo siempre hablo de la respiración, que es la vida. Se nos olvida. O del propio abrazo. La risa rápidamente nos libera, nos conecta con el presente. Libera tu mente con rapidez. Después, está comprobado científicamente que si te ríes con risa natural o inventada, el efecto es el mismo: bienestar. El cuerpo lo que entiende es que lo está recibiendo como un bienestar de forma automática. ¿Qué le pasa a nuestras células? Cuando te ríes, te liberas. Muy antiguamente la gente iba a los templos solo a reírse.
"Cuando te ríes, te liberas, es un bienestar"
La técnica y la forma en que la llevo, es la misma. La única diferencia es que varían un poco los juegos. Yo trabajo con todo tipo de colectivos: desde niños, adolescentes, mediana edad y los ancianos. Ahora estamos hablando de la demencia senil, del Alzheimer. Pues yo, con las personas que mejor he podido trabajar, es con este último colectivo: demencia senil, Alzheimer y tercera edad. Es mirarnos a los ojos con el alma. Porque es que nos cuesta mirarnos a los ojos. ¿Qué estamos transmitiendo? Valores éticos y humanos. Nuestro bienestar. Pero a niños chicos se los explico igual: el tema es el dialecto que utilizo. Pero el juego que uso es el mismo.
¿Te acuerdas del juego de la margarita? Me quiere, no me quiere. Pues ya lo estamos haciendo mal. Te sale: me quiere mientras deshojas la margarita y sonríes. Te sale, no me quiere, y no ponemos tristes. Yo cambio la película, porque puedo elegir: me quiere... ¡No me quiere! Jajajajajajajajajajaj. ¿Por qué no reírnos de lo negativo? Saco todo lo que hay afuera, y que les perturba, y se ríen, lo sueltan, lo liberan. Desde ese momento están recibiendo felicidad. Es la liberación absoluta.
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