El noble arte del doblaje
El mundo del doblaje, de los actores y actrices que lo integran, es desconocido para muchos. La labor y la preparación de estos artistas de la voz y la interpretación no siempre son lo suficientemente reconocidos, a pesar de que son un pilar fundamental en películas, documentales o anuncios publicitarios, por poner solo unos ejemplos.
Locutarte, con Antonio Luis García (Cádiz, 1977) al frente, se consolida como una de las escuelas de actores de doblaje más reputadas del panorama nacional. Pero además de su actividad formativa, cuenta con estudio de grabación y banco de actores de voz para locuciones, doblaje, ADR (una técnica que tiene lugar meses después del final del rodaje y en la que se mezcla el sonido de la grabación original con la voz del actor para conseguir que les oigamos perfectamente) e incluso la grabación de pistas musicales.
La empresa inició su actividad en Cádiz, en el ámbito de la formación en 2020, (durante la entrevista García insiste en que está al mismo o mejor nivel que Sevilla, Madrid o Barcelona) contando con profesionales en activo de Sevilla y Madrid como Lorenzo Beteta, Antonio Esquivias, Sandra Jara, Javier Balas, Alex Saudinós, Silvia Nuño, Amalia Romero, Jesús Guerrero, Rafa Torres, Carmen Podio, Fran Jiménez, Coral Balas, entre otros muchas voces importantes y reconocibles por el público.
Desde el estudio en Chiclana de la Frontera se han grabado, entre otros, locuciones para publicidad a nivel nacional de primeras marcas con algunas de las voces anteriores, la promoción del videojuego Blasphemous II, la locución del vídeo del 75 Aniversario del Colegio Oficial de Arquitectos y Aparejadores Técnicos de Cádiz.
Nosotros lo primero que le enseñamos es que esta es una profesión maravillosa, y que jugamos con una ilusión, que es la de hacer magia. Que un personaje, que habla en cualquier idioma, no solo inglés, puede ser turco, ruso, coreano... hable con voz castellana, que lo podamos entender, que nos creamos que esa voz en español siente y vive a través de ese cuerpo. El doblaje es un truco de magia. Entonces, uno de los requisitos que tiene que tener el actor de doblaje es mucha empatía. Mimetizarse con las emociones de otras personas.
El nivel tanto en las escuelas como en los estudios es alto. En España tenemos una buena tradición de doblajes desde hace muchos años. Se mima y se trata con cariño lo que es la producción del doblaje. Pero no olvidemos que la responsabilidad última recae sobre el director de doblaje. Es un trabajo en equipo, no obstante. Entra desde el técnico de sonido hasta el actor que hace unos ambientes.
"En España tenemos una buena tradición de doblaje desde hace muchos años"
Sí, esos ambientes se refieren a esos ruidos que, por ejemplo, se escuchan en una cafetería o en un hospital. El protagonista habla castellano, pero si de fondo hay gente hablando, no puede hacerlo en un idioma diferente a los protagonistas.
(Risas) Las dos cosas. Hay personas que lo tienen claro desde el primer momento, y otras que simplemente les llama la atención, o alguien les dice en un momento determinado que tienen una voz bonita. Van al sitio a probar y les gusta.
No es indispensable tener la voz bonita para hacer doblaje, porque en los doblajes, en las películas, hay todo tipo de personajes, todo tipo de voces. El requisito es aprender a utilizar tu voz y aprender a interpretar con tu voz.
Trabajando, no.
La técnica es la misma. Lo que pasa es que el cuidado que se tiene en la prosodia, es decir, la forma melódica, la entonación que le damos a la frase, no es lo mismo en una película que en un anuncio, donde lo que queremos es captar la atención para vender.
Pues, lamentablemente, depende de la prisa que tenga el cliente. Porque hay producciones que se llaman Triple A, que pueden ser las películas de Disney, o Star Wars, o películas muy especiales, que se miman de una manera espectacular. Ahí a lo mejor se puede tardar dos meses, y, por supuesto, ahí no va a haber ningún fallo de doblaje, porque está todo supercuidado. Pero hay películas de sobremesa de televisión, que han comprado el paquete hoy, y las quiero emitir dentro de tres días. Entonces se trabaja a otro ritmo. Porque el doblaje se puede hacer no solo en una sala, puede haber un director con unos actores grabando unas escenas, takes, que son unas unidades de ocho líneas de texto como máximo, y en otra sala puede haber otro grupo de actores que van, por otra parte, de la película; con los cual el tiempo, depende de la prisa de cliente y de la calidad que quiera.
Nada de nada. Por eso hay una delgada línea entre la industria y el arte. Entonces, en nuestra escuela tenemos presente la palabra "arte" porque es precisamente lo que tratamos de enseñar. Lógicamente, preparamos a nuestros alumnos para trabajar en la industria, pero no se trata de hacer churros: se trata de hacer las cosas bien hechas.
El proceso es el mismo. Pero cada película es diferente. No hay dos películas de Hollywood que sean iguales, entonces la dificultad no viene por el idioma, viene por la calidad del actor o por el ajuste que se haya hecho del guion. Ahí entra el trabajo de un equipo, con un traductor que hace la traducción literal del idioma, y luego el director convierte esa traducción, esa labor de ajuste que es la de los movimientos naturales del actor original.
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