Una caja desordenada de herramientas
La coordinación entre las diferentes admistraciones que deben velar por el interés del ciudadano se van muchas veces al traste por falta de conexión entre los departamentos que se encargan de que las ayudas se activen, el dinero se destine a lo acordado, y que el esfuerzo llegue a buen término. Prueba de ello es que los registros oficiales reiteran un año tras otro que la gran mayoría de los diez barrios más pobres de España están en la comunidad andaluza.
Este lastre lleva aparejado una serie de consecuencias negativas de las que la trabajadora social y antropóloga, Auxiliadora González (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 1980) ha mantenido un encuentro con lavozdelsur.es, previamente a su charla en el Ateneo de Jerez.
"La descoordinación es tal entra las administraciones, que, por ejemplo, se convocan unos cursos de inserción laboral, y ni el SAE ni el SEPE saben a veces qué usuario le corresponde a cada uno", se lamenta González, quien también admite que esta falta de eficacia entre los diferentes estamentos se traduce en una continua falta de evaluación de las acciones que se ejecutan en los barrios más desfavorecidos.
Hay dos premisas preliminares a la aparición de estos barrios. Por un lado, según los investigadores y los escritores, tiene que ver con la transmisión generacional de la pobreza. Hay corrientes que defienden que la pobreza se hereda, y no como una propiedad, sino que hay un parte de cultura de la familia, de valores, que se hereda, y que afecta tanto el nivel de formación de los padres, educativo, y la forma que se tiene ante la educación, el nivel de trabajo y el tipo se trabajo, además de los ingresos. De hecho, hay dos indicadores que son bastante sorprendentes: el nivel de formación de los padres, que puede ser el nivel de formación que luego van a tener los hijos. Hay una automática reproducción entre aquellos padres que a lo mejor han llegado solo a la educación primaria. Luego los hijos se van a quedar también en educación primaria. Un porcentaje muy pequeño llega a la universidad.
Sí, padres con estudios universitarios, pero cuyos hijos no llegan en un 70% a la universidad. Hay mucha correlación en los datos de formación. Por otro lado, tienen que ver mucho los niveles de ingresos. Si tus padres han vivido en el modelo de desempleo y de riesgo de pobreza, después tú tienes muchas posibilidades de desarrollar ese mismo modelo económico, o incluso si has tenido un empleo no cualificado, se reproduce en muchos casos ese modelo. Hay toda una corriente que aporta con datos, de forma eficiente, esa idea de la transmisión de la pobreza, pero por otro lado está la construcción urbanística de la pobreza, es decir: mi forma de entender la desigualdad es que no todos somos víctimas del sistema, pero tampoco todo es fruto de las decisiones individuales de las personas. Es un equibrio entre los dos factores.
Ese tipo de barrio, si te fijas, considerados barrios desfavorecidos, solo daban respuesta al tipo de vivienda social, que en muchos casos eran política de realojo. ¿Que queremos quitar un barrio chabolista?, pues creamos un parque de viviendas e intentamos meter a la gente. Pero están alejados a propósito y aislados, a veces incluso con vías de tren o muros, porque el resto de la gente no tiene que ir allí para nada. Son sitios que no se pueden transitar y eso crea la idea de gueto. Todas estas cosas nos pueden hacer entender cómo se genera ese tipo de barrio. Eso crea una confluencia de factores que generan todas las ramas de desigualad, en educación, en empleo, en sanidad. Son barrios quer han tenido un alto nivel de intervención pública.
"Mucha vivienda social respondía a política de realojo"
Claro. Lo que pasa es que habría que ir al origen. Hoy en día hay una conciencia crítica a la concepción de este tipo de barrio; no se les ocurre porque, en el fondo, es crearse un "marrón" para ellos. Hoy en día, el parque de viviendas sociales lo hacen mucho más disperso en las ciudades. No es lo mismo concentrar a diez familias de una chabola que repartirlas por la ciudad. El principal problema que tienen las administraciones con estas intervenciones que son tan complicadas, es que se invierte un montón de dinero, pero no hay evaluación de esas políticas públicas. El otro problema, efectivamente, es la falta de coordinación interadministrativas entre ayuntamientos, comunidades autónomas y Estado, porque los tres tienen competencias, pero no se coordinan.
Hay voluntad política. Se buscan recursos, pero no se hace de una forma eficiente por el propio aparato de la Administración que no se coordina ni en sus áreas ni en sus distintos niveles. Ese es el reto.
"Hay una falta de coordinación política que se manifiesta mucho en estos barrios"
Pues ha habido una estrategia por parte de la Junta de Andalucia, que es la Eracis (Estrategia de Regional Andaluza de Cohesión e Inserción Social), que era un plan de intervención muy fuerte, con fondos europeos para actuar en estos barrios de forma integral. Pero no solo urbanísticamente, sino con planes de inserción laboral. ¿Qué ocurre? Que como pasa en este tipo de actuaciones políticas, se hace con la mejor de las intenciones, pero faltan espacios de coordinación, evaluación de esas políticas. Entonces la estrategia ha terminado y se está pendiente de si habrá una nueva o no. Pero pasa que como no se ha evaluado una vez terminada, no sabemos si ha tenido efectos positivos o no. Sí es verdad que ante cualquier tipo de crisis estos son los barrios que más la sufren. Son los más vulnerables: crisis del covid, la de crisis económica de 2007, por ejemplo.
En ese sentido ya no es solo una cuestión de barrio, sino de población en general. Es decir: hay una población que podríamos asimilarla como si hubiera cinco plantas. Hay una planta baja, donde la movilidad social ni está ni se le espera. Por decirlo de alguna manera, el ascensor está roto y la gente que está ahí lo tiene muy difícil pasa subir a otras plantas y está en un aislamiento absoluto. Después está la segunda planta, que está en situación de vulnerabilidad, que tiene muy difícil subir, pero que su mayor temor es caer. Es verdad que esa población se has ido reduciendo, pero creo que es ahí donde hay que hacer el esfuerzo para que esa gente no caiga abajo del todo.
Por lo general, esto es un elemento más de estos barrios. De hecho, mucha gente me comenta que para los procesos de búsqueda de trabajo no ponen la dirección del barrio porque automáticamente los descartan en la selección. Eso tiene que ver con esa situación de aislamiento que te comentaba antes donde, el resto de los ciudadanos no tienen que ir allí para nada. Ni lo transitan ni lo conocen. Y ese estigma lo sufren quienes viven es eso barrios.
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