A la hoguera
Siempre que paso por delante del escaparate de La Herradura Mágica y veo esas cartas, los amuletos, y toda su parafernalia, me imagino a la Santa Inquisición dándose cabezazos contra la pared, sacando al hereje dueño del negocio y pidiéndole, bajo tortura de potro, la lista de los clientes que compran allí esas aberraciones.
Por suerte, hace mucho que los tiempos han cambiado. Desde hace más de 30 años, César Varela, nacido en Jerez en 1966, pero que ha pasado parte de su vida en El Puerto o Las Palmas de Gran Canaria, abre las puertas de su tienda de productos esotéricos, pero también de minerales, ropa y decoración, eso sí, con la firma de un estilo que poco tiene que ver con los convencionalismos de los negocios de moda.
Según César, es complicado definir a su público, "porque esto está abierto a todos los estratos sociales sin excepción".
Han cambiado muchos las cosas porque nosotros la abrimos con la idea de poner una librería con temas y títulos alternativos, complementándolo con una serie de artículos esotéricos de bastante demanda. El mercado ha cambiado absolutamente. Pero la librería ya hoy en día no existe.
Los cambios tecnológicos han hecho cambiar todo lo demás. Pero hemos ampliado otros sectores: minerales o ropa, para compensar otras pérdidas en otros aspectos del comercio. Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo entero, por lo tanto, también el comercio.
"Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo entero, también el comercio"
El ser humano busca siempre una espiritualidad, es innato y necesario. Eso se expresa a través de diversas religiones, diversas espiritualidades o dentro del esoterismo. Siempre ha habido un nicho de mercado que es un porcentaje de la población inquieta, con circunstancias especiales, con búsqueda. Ese nicho ha existido, existe y seguirá existiendo. Porque es inherente al ser humano.

Eso es complicadísimo. No se puede definir eso porque esta tienda está abierta a un abanico de diferentes estratos sociales, culturales y de pensamiento. Pero mi público es siempre alternativo. Es un público que busca su propia experiencia y su propio conocimiento. Es un público que no compra el mundo que le han impuesto, sino que quiere ver los diferentes colores del mundo.
Sí, es más inquieto y más inteligente que la media.
El que diga que no tiene que aprender, que se retire. Aprender, hay aprender a diario. Y en mi caso, todos los días. Hay una continua renovación de ideas, y a mí el esoterismo me choca mucho porque nosotros venimos de tradiciones muy antiguas. Lo que se hace muchas veces es cambiar ideas, pero lo que también se hace es dar una capa de chapa y pintura para seguir exponiendo las mismas ideas.
Somos seres humanos y, por lo tanto, inquietos. Lo desconocido siempre nos atraerá. Eso será un faro para nuestras vidas. La persona que compra una fe o algo estipulándolo, es que tiene miedo al conocimiento. Buscar el conocimiento es necesario para nuestra actitud.
"Yo lo que busco en los libros es el sentimiento"
Siempre es bueno intentar divulgar, creo que eso es muy mío: compartir y divulgar. Colaborar con televisiones o diversos podcast, o con radios, siempre es un placer. Creo que tengo un deber con la sociedad, devolverle parte de lo que me ha dado. Yo soy una persona que siempre ha sido muy feliz con mi trabajo, así que me gusta compartirlo con los demás.

Lo que es necesario es la espiritualidad que te lleva a una ética y a una conciencia. La religión es la materialización, por una serie de señores del poder, de la espiritualidad, en una religión. Y lo más triste de todo, para el ser humano: la fe. Quien tiene fe ya no aprende. Eso es una creencia, y, por tanto, no se puede modificar. Yo siempre he huido de la fe.
La mayoría de las religiones son muy estrictas. Es que parten de un concepto de fe y de creencia: usted aquí no tiene que opinar ni nada que decir, y eso me parece muy triste. Si usted me hace caso a mí, va al Cielo, y si no me hace caso, irá al Infierno.