Una trilogía para comérsela
Tras sus dos anteriores libros culinarios: Rota, un gusto conocerte; y Rota, un gusto cocinarte, llega Rota, un gusto saborearte, con el que Pilar Ruiz (Rota, 1969) y su madre, Cristina Rodríguez-Rubio (Rota, 1943), completan esta trilogía de recetas en torno a la cocina roteña, muchas de ellas con variaciones que han aportado familias de la villa y restaurantes de la localidad, que no han tenido el menor inconveniente en compartir sus secretos de cocina para que esta magnífica colección se convierta en una guía completa para aquellos que -cocinillas o no- gusten de preparar y saborear en casa la comida de este rincón de la provincia de Cádiz.
El libro está editado, como el segundo, por Manu de los Reyes, quien también se ha encargado de las fotografías que ilustran los tres recetarios. En Jerez, puede adquirirse librerías La Luna Nueva y Alavera.
Pilar Ruiz: Sí. Empezamos con las más típicas, el arranque roteño, la urta... Pero vamos entrevistándonos con vecinos de aquí, de Rota. Pensamos que cuando tuviéramos las más típicas, ya terminaríamos (risas). "Tendremos quince o veinte, poco más", pensé, pero no casi doscientas.
Cristina Rodríguez-Rubio: Claro, hay muchas recetas que pueden ser de cualquier municipio. Por ejemplo, un guiso de papas con carne. Por eso se nos ocurrió la idea del libro, porque si las recetas iban asociadas a la familia, nos podían hablar de cómo se hace aquí. Nos ha sorprendido muchísimo que hayamos llegado a un tercer libro.
"Al principio, pensábamos que tendríamos quince o veinte recetas, no casi doscientas"
P.R.: Para mí sí. Creo que este es un proyecto abierto. Es que hay muchísimas familias que no están en el libro. Lo que pasa es que mi madre dice que no.
CR-R: No, no, no. Yo creo que ya hemos cubierto el cupo. Tampoco queremos ponernos muy pesadas. Sé que hay familias que quieren darnos sus recetas. Bueno, vamos a dejarlo abierto (risas).
P.R.: No es lo mismo cocinar para cuatro que para cuarenta, claro. Aunque cariño se pone en los dos sitios. Aquí controlamos que los ingredientes, el aceite, por ejemplo, sea de primera calidad. Lógicamente, los restaurantes también, pero creo que la diferencia está en la cantidad de gente para la que se cocine.
CR-R.: Yo creo también que no es lo mismo. En las casas no te digo que se haga con más cariño, pero sí con más esmero, quizá.

Ahora que estamos hablando en petit comité, sin que nadie se entere, ¿entre tanta receta se ha colado alguna cosilla de pitiminí o todas son cosas de ponerse hasta la colcha?
P.R.: Pues mira, tenemos las lumpias, de aquí de Rota. Pero también tenemos cosas de familias que vinieron para quedarse con el tema de la base militar. Imagínate algo parecido a los rollitos de primavera, pero muy alargados. Eso vino de Filipinas, de una señora de Filipinas casada con un norteamericano, que eran vecinos de una familia de Rota. Se hicieron amigos y le regaló la receta de las lumpias.
CR-R.: Son platos también de gente que se ha venido a vivir aquí de muchos sitios: gente varios puntos de Andalucía, de Galicia, de Extremadura…
PR.: No, no. Son todos muy asequibles. Te cuento una anécdota: Cuando tuvimos que hacer las tagarninas, como no era época, las conseguí en Paterna, que las tenían en conserva. Pero aparte de eso, los ingredientes no son nada difíciles de conseguir.
P.R.: Mamá, mamá (risas). Yo soy la pinche. Yo aprendo de ella, pero es que ella sigue aprendiendo. A pesar de los años le encanta seguir aprendiendo cosas. Le costaba al principio. Es normal, acostumbrada a hacer las recetas de una manera, cuesta cambiar.
CR-R.: Las dos partimos el bacalao, pero yo tengo más experiencia, claro. Pero la niña está aprendiendo bastante.
P.R.: Sobre todo, baratitas. Hay algunas que llevan langostinos, pero ya sabes que, hoy en día, los langostinos están bastante asequibles.
CR-R.: A lo mejor un lenguado, pero hay mucha verdura. En general, son cosas económicas. Para todos los bolsillos.
"En general las recetas son económicas, para todos los bolsillos"
CR-R.: Sí, sí. Son platos contundentes. Tenemos las patatas con chocos, la berza. Los guisos sobre todo lo son. En el libro encontramos todo eso y muchos más platos que verdaderamente hartan. No te quedas con hambre. Hay mucho cuchareo.

P.R.: Siempre hay quien no quiere dar su receta, y aquí en Rota, también. Pero en todo momento, la gente ha colaborado. En la presentación del primer libro, en plena pandemia, nos llegó gente diciendo que ellos también querían dar su receta. Y así nació el segundo libro.
CR-R.: Pero no solo las familias. También restaurantes de Rota que han dado sus recetas favoritas. Sin ir más lejos, el restaurante Badulaque nos dio su receta de marrajo adobado. Eso es muy complicado.