La fuerza y el espíritu
Bruce Lee, decía que la fuerza no residía en los brazos, sino en el espíritu. No sé yo si con el espíritu se puede dar un mae geri (patada frontal), lo que si puedo asegurar es que hablando con el maestro de kárate Felicísimo Díez (Jerez, 1961), la transmisión de calma es total; la serenidad de sus palabras, sus gestos y su templanza deben de estar ligadas a ese espíritu que puede, cuando la ocasión lo requiera, tener más fuerza que los golpes.
Díez, séptimo 'dan', después de toda la vida dedicado al kárate, recibió el pasado 31 marzo en Murcia el reconocimiento por parte de la Federación Española por sus logros y su dilatada trayectoria.
Kime es la concentración de todas las fuerzas en un punto. Se suele decir que kime es la técnica perfecta. Y para mí kime, igual que para mis alumnos, es una familia. Llevamos cuarenta años aquí, dando clases. Para mí, Kime es decir familia. De hecho, hay alumnos que llevan aquí treinta y tantos años trabajando, y cuando alguno se ha tenido que ir a estudiar a la universidad y vuelve con los hijos tiene ese recuerdo, el de familia.
Es la tercera gala de los maestros. La Federación Andaluza propone una serie de personas para ponerle el cinturón; o sea: un reconocimiento. Estas cosas siempre se reciben con alegría.

Eso sí. Siempre da una sensación de halago el que te reconozcan después de hacer una labor tan importante, sobre todo para los niños más chicos, donde se va buscando, más que medallas, valores, respeto, educación.
Lo que vamos diciéndole a los niños y a los adultos es que siempre hay que evitar el enfrentamiento, hay que rehuir. Siempre va a ser una victoria el salir de un enfrentamiento antes que enfrentarse. Sí es cierto que el kárate son artes marciales, y como tal, es defensa personal. Todo va ligado. ¿Se pueden defender? Sí, pero si se puede evitar, que se evite. Pero si no hay otra salida primero habría que utilizar las técnicas de defensa y ya, como último recurso, sería el ataque.
"El enfrentamiento, si se puede evitar, hay que evitarlo"
Es un arte marcial y es una disciplina. El arte y la disciplina van unidos.
Antes de nada hay que decir que en los dos casos el kárate es una herramienta fundamental para afrontar ambos problemas, porque te aporta autoestima y control sobre las situaciones que surjan a tu alrededor. Con respecto al acoso escolar, los niños adquieren destrezas para valorar y actuar en situaciones de acoso. Los hace sentir más seguros y la actitud ante los acosadores cambia. El acosador suele cebarse con los más débiles y la fuerza interior del karateca ayuda a afrontar situaciones adversas.
Con la práctica de este deporte, la mujer adquiere seguridad en sí misma, porque como en el bullying, el acosador se aprovecha de la debilidad. Con el kárate el cuerpo se acostumbra a reaccionar ante situaciones violentas: controla, evita y reacciona.
"Con la práctica del kárate la mujer adquiere seguridad en sí misma en caso de violencia"
Eso es cosa de películas. Lo que se tiene que hacer es salir corriendo (risas). Lo que se tendría que hacer es evitar ese enfrentamiento, es lo prioritario. Si corre peligro la integridad física, tendría que actuar específicamente con cada persona, y que esa técnica sea tan sumamente eficaz como para derribar a una persona con un solo golpe. Pero está claro que con siete u ocho sujetos a la vez, lo normal es que te den.

No. Tuve una lesión de los ligamentos cruzados de la rodilla en los campeonatos de España, y después lo típico del desgaste de la edad.
Me gusta más lo tradicional, el arte en sí. Esas luchas de impactos fuertes no, no me gustan.