La inquebrantable voluntad de decir las cosas como son
Fonsi Loaiza (San Fernando, 1990) se lanza de nuevo a la arena (o mejor dicho al césped) para denunciar en su libro Qatar, sangre, dinero y fútbol (Akal, 2022), el atropello de un Mundial en el que se han comprado voluntades a golpe de talonarios, se ha abusado —y se abusa— del derecho del trabajador y de los derechos humanos en general ante la avaricia de las altas instancias futbolísticas, pero también de los gobiernos.
Loaiza no tiene ningún miedo a contar la verdad sin tapujos. Alejado del periodismo deportivo que, según él, "ni es periodismo, ni es deportivo", su labor de cronista guerrero se centra en ahondar en las cloacas, no solo del deporte rey, sino en todos los demás.
Con este libro de investigación que publica la editorial Akal, Fonsi Loaiza pone de manifiesto el nulo interés del mundo por ver la realidad de un país como Qatar, que viola sistemáticamente cualquier derecho y aplasta de forma brutal el menor atisbo de libertad.
La verdad es que este libro no me ha dado tantos problemas como el anterior sobre Florentino Pérez. Los valientes han sido los periodistas asesinados en Qatar, y de cuya realidad de sus muertes nunca tendremos noticias. En mi caso, desde España, a lo mejor tampoco encuentro ese tipo de valentía que han tenido otros, por ejemplo los compañeros de Noruega que fueron allí y les requisaron todo lo grabado. Nunca pudieron emitir las imágenes en la televisión pública. Yo no he llegado a eso, pero tuve más problemas con el libro de Florentino que con este. Tampoco podría ir a Qatar ahora mismo, ni es algo que yo le recomiende a nadie.
Es que el periodismo deportivo en España ya ni es periodismo ni es deportivo. Cuando he estado en redacciones, la verdad es que he visto que se hacen trabajos que no deberíamos hacer. Una de nuestras misiones es hacer más cultos a los aficionados, y es todo lo contrario: cada vez hay más prensa rosa y se utiliza para embrutecer a los seguidores, y para que no utilicen el deporte como vía para hacer actos culturales, protestas, sino para que sean borregos. Por otra parte, no se fiscaliza a los poderosos; es más: muchos periodistas se venden a los que están en los palcos y hay una trama mediática que no es más que una compra de voluntades, que vemos también en el régimen de Qatar y lo estamos viendo hasta en el Parlamento Europeo, donde compraron a la vicepresidenta. Pues el fútbol es lo mismo, y los periodistas están en ese tongo y en esa estafa.
"El periodismo deportivo en España ya ni es periodismo ni es deportivo"
Claro que me duele, pero es que ya cuando en periodismo dices algo... José María García fue valiente y denunció los casos que tenía Florentino Pérez y Aznar con Miguel Blesa, de Caja Madrid, donde todos terminamos pagando los fichajes del Real Madrid, con ese pufo de las tarjetas black para que al final fuera rescatado Bankia. Pues él en Televisión Española, con el ya fallecido Jesús Quintero, lo denunció y la entrevista fue censurada y a García le cortaron la cabeza. En mi caso es verdad que yo ni tengo patrimonio, ni tengo un gran programa para que se me escuche. Por ahora, tengo mi palabra que de momento creo que no me pueden quitar, salvo que hagan con Pablo Hasél o Valtonyc, pero sí que es verdad que estamos viviendo un momento malo de libertad para la prensa, de libertad de expresión. Solo hay que ver el caso de Pablo González en Polonia, donde lleva nueve meses encarcelado con la complicidad de los medios y la pasividad del Gobierno español.
Los que han participado, los que han visto los partidos, pues son parte del Mundial de la vergüenza, con obreros que son los esclavos del siglo XXI, que vienen de Sri Lanka, de la India, de Bangladesh, con una condiciones paupérrimas, sin ningún derecho laboral, sin poder sindicarse, porque esta prohibido; les confiscan los pasaportes y, en parte, apoyar este fútbol negocio es ser cómplice. Pero no hay que olvidar que tenemos el poder de hacer boicot y pedir responsabilidades políticas por parte de quien ha comprado los derechos audiovisuales de Televisión Española, que es una vergüenza que no haya habido control democrático alguno. No sabemos cuánto han costado esas retransmisiones, porque se han llevado a comentaristas con grandes sueldos. De momento no nos han dicho nada del montante pagado por todos.
"Los que han participado, los que han visto los partidos, son parte de este Mundial de la vergüenza"
Yo creo que los jeques árabes han entendido muy bien que si quieren dominar el mundo, tienen que dominar también el mundo del deporte, porque es el mayor nido de corrupción, es la mayor organización criminal y, claro, han entrado de lleno, no solo en el fútbol, sino también en otros deportes. Ahora también está Arabia Saudí, el príncipe heredero, con Mohamed bin Salman —amigo personal de Felipe VI—, que fue uno de los tipos que mando asesinar y descuartizar al periodista Jamal Khashoggi, y al que se le ha dado en Estados Unidos la inmunidad para que no sea juzgado, pues tiene unos negocios con una superliga de golf de la mano de Donald Trump. Y no olvidemos que Arabia Saudí es el mayor candidato para hacerse con el Mundial de 2030. En el primer partido, el presidente de la FIFA, Infantino, estaba sentado junto al príncipe heredero. Infantino además vive ya en un palacete en Qatar.
En el caso de España tienen conexiones con la Casa Real, grandes empresas... Qatar es el tercer fondo del ÍBEX 35, controlando diversas empresas de nuestro país y medios de comunicación.
La que recuerdo es la de Infantino diciendo que en Qatar se dotaba de diginidad a los inmigrantes, aunque fuera con salarios escasos. Pero hay mucho más. Solo hay que ver el cambio de calendario de la FIFA, y cambiar el Mundial a noviembre para que los futbolistas, millonarios, no pasen calor, mientras los obreros han trabajado en verano a 50 grados para construir esta infraestructura que se ha llevado por delante a 7.000 trabajadores.
Eso es lo que han publicado The Guardian y Anmistía Internacional. Pero claro que pueden ser más elevadas, pero es que con la falta de transparencia de un régimen tirano, que además está siendo blanqueado por los burócratas europeos, por los futbolistas millonarios... Como ejemplo, han comprado a David Beckham por 135 millones de euros, para el patrocinio de este Mundial, y van comprando a todos los semidioses del mundo del fútbol que son los ídolos de los jóvenes.
"Todos han dicho amén al régimen de Qatar, y ni siquera se han atrevido a ponerse el brazalete LGTBI por miedo a una tarjeta amarilla"
Han perdido todos la conciencia de clase, se han olvidado de sus raíces. Lo hemos visto también en el caso de Brasil apoyando a Bolsonaro, caso de Robinho, Neymar, Donato, y son gente que, como decía Pernambucano, se ponen del lado del enemigo porque solo les mueve el dinero. El único que ha pedido el boicot es Cantoná, pero hoy lamentablemente todos han dicho amén al régimen de Qatar, y ni siquera se han atrevido a ponerse el brazalete LGTBI por miedo a una tarjeta amarilla. No se iba a conseguir mucho pero ni de eso han sido capaces.
El otro día decía Silvio Berlusconi a sus propios futbolistas que si ganaban un partido les iba a regalar un autobús lleno de prostitutas, y los futbolistas le reían las gracias. Este tipo de gente son los futbolistas millonarios. Queda poca gente concienciada. A los demás los utilizan para irse luego a Qatar a retirase, porque ya son millonarios pero quieren más dinero.
Yo ya lo esperaba porque lo había investigado, y en el Mundial de balonmano de 2015 hicieron lo mismo, y contrataron a gente para que fueran a animar allí. Ese es el sistema de la masificación del capitalismo y de la red clientelar que compra a los aficionados, porque al final, en el caso del fútbol, ya no quiere aficionados, quiere a clientes. Fueron imágenes dantescas, la verdad.
No, claro, aunque las retransmisiones las hemos pagado todos para que Televisión Española pueda ponerlos. En el País Vasco ha habido cierto boicot y más de 30 restaurantes se han negado a sintonizar la cadena para ver los partidos. En Andalucía no se ha conseguido nada de eso, pero en Alemania, por ejemplo, más del 50% de los ciudadanos no estaban de acuerdo con que su selección fuera al Mundial.
Hay que poner el granito de arena y luchar cada uno en su parcela como puede.
No. Por mi parte no he sentido nunca miedo, a pesar de que me insultan y me amenazan de muerte a diario, desde que publiqué el libro de Florentino Pérez con cuentas falsas y demás, pero no les voy a dar el gusto de sentir ese miedo. Es más, cuando publico algo y no me insultan pienso que algo habré hecho mal. Y si me insultan los fascistas, los racistas y los machistas, para mí es un honor, pero no me provoca miedo.
Si, obviamente este de Florentino es un tema que toca a muchos madridistas. Ha habido muchas cuentas falsas, que son comprobables, con información también falsa circulando por las redes, así que claro, el tema del presidente del Real Madrid me toca más de cerca y con Qatar, salvo que yo estuviera allí, no me ha dado mucho problema.
No, eso sería... No podría mirarme al espejo. Yo lucho contra el show del periodismo deportivo. No me importaría trabajar como obrero, porque soy de la clase trabajadora, pero no me iba a vender al capital, porque a mí ese mundillo de la farándula en torno al deporte me da repugnancia.
Comentarios