Una educación por la vía natural
La Red de Huertos Educativos, de manos, entre otros, del profesor de Primaria, Francisco Romero Bejarano (Jerez, 1987) va ganando terreno (nunca mejor dicho) en una iniciativa que lleva ya más de siete años en marcha, y que implica directamente tanto a maestros como alumnos de primaria.
Los colegios, o al menos parte de ellos, se convierten en una zona de cultivo, que abarca toda una serie de productos de la tierra; limones, zanahorias, tomates, pimientos..., que los alumnos y el profesorado de los colegios que disponen de los huertos planta, riegan y ven crecer día a día. Pero el objetivo no es solo tocar desde la semilla hasta la recogida, esa asignatura que antes se llamaba Ciencias Naturales y ahora es Conocimiento del Medio. La idea, según Francisco Romero, es que este apartado sea una herramienta educativa transversal, porque el huerto, además de enseñar la naturaleza, enseña también matemáticas (metros cuadrados cultivados, por ejemplo) o incluso religión (por la plantación de trigo u otros elementos aparecidos en la Biblia).
La Red de Huertos Educativos hace una labor de enseñanza y de respeto al medio ambiente.
En 2015 fue el primer año que estuve en Jerez trabajando. Pero, en 2011, ya tenía yo la inquietud de los huertos. Me mandaron a Huelva y monté mi primer huerto.
Sí. En Cala, en la sierra norte de Huelva, a donde me destinaron, monté el primer huertecito. Cuando me vine para Jerez, al colegio Andrés de Ribera, seguimos con la idea de los huertos. Nos apuntamos a un proyecto que se llama Aldea. Y ya en 2016, una de las coordinadoras de Aldea nos dio la opción de formar un grupo de WhatsApp para estar en contacto.
Que el alumnado trabaje las ciencias naturales, Conocimiento del Medio, de manera diferente. Más prácticas, y luego que el resto de asignaturas se vean mejoradas de forma transversal.
"El proyecto está en marcha desde el año 2016"
Si vas a trabajar los carteles de los cultivos, lo puedes hacer en inglés, en español, en francés. En matemáticas, porque vas a medir el huerto. Si vas a plantar semillas, están contando, estás dividiendo. Se trabaja con todas las asignaturas.
El otro día hablaba yo con una profesora de religión y me decía, por qué doy Valores, lo que ahora se llama Atención Educativa, que sus niños no bajaban. Yo le contesté: Cuando estés en Atención Educativa yo voy a bajar y tú te bajas conmigo. Vas a plantar semillas que aparezcan en la Biblia. Y eso a la profesora le encanta. Y que lo hagan sus alumnos, mucho más.
Les gusta mucho, pero hay que presentárselo al revés: bajas en la asignatura y bajas en el recreo. Tienes que decirle que va a perder su tiempo de recreo, o que va a trabajar de forma diferente. Si es una asignatura con distintos profesores, hay que hacerle ver que es parte del currículo de propio centro. Cuando les hablas de esto a los alumnos, quieren venir, pero primero tienen que verte trabajar.
Lo más bonito es llevártelos con los padres. El otro día vino una madre con su hijo y le enseñamos lo que ha plantado su hijo. Esa reacción del niño y la madre es de emoción.
"La reacción de los padres y los alumnos al ver el resultado es de emoción"
Lo que hay que hacer, cuando estés trabajando, es desarrollar la actividad en beneficio de la asignatura que sea.
Nosotros lo que hemos visto en las Jornadas Mundiales de Ecología. Fueron centros de toda Europa y Sudamérica: Costa Rica, República Dominicana... Nos decían que era muy común trabajar con vegetales dentro de las escuelas. Aquí, en Europa, hay países que nos llevan ventaja, y en otros casos nosotros les llevamos ventaja a ellos.
"En países de Suramérica es muy común trabajar en los colegios con vegetales"
Ahora mismo hay varios perfiles: uno de WhatsApp, con 137 personas, más el perfil de Facebook, que hay 292.
Esto depende un poco del centro educativo. Nosotros somos una estructura piramidal. Somos los trabajadores. Por encima de nosotros están las administraciones. Es mucho más fácil si todo esto está planificado y es producto del mismo colegio. El problema llega cuando hay maestros interinos que se mueven de colegio. Es más difícil. Y si los programas los cambian, pues peor aún.
Comentarios