Más Madera: rock de la Bahía para el mundo
Bajo la corteza (2010), como colaboración conb Leño. Pa´la hoguera (2016) y el que acaban de sacar del horno: El mundo necesita rock & roll, son los dos discos del grupo Más Madera, una formación que tuvo sus orígenes en un bar (no es el primero ni será el último), y que casi, casi 25 años después, sigue al pie del cañón con una gira que les llevará por toda España promocionando un trabajo en el que la premisa es que la gente que va a los conciertos se divierta, cante, se ría y baile todo lo que haya que bailar.
Eso nos dice su vocalista, Isa Pastoriza (Cádiz, 1976), que entró a formar parte de Más Madera en 2010, lo que supuso un sustancial cambio para la banda. El sábado 20 estarán en la sala Meencanta Jeré tocando y haciendo rock de la Bahía para el que quiera pasarlo bien, que es todo el mundo que se acerque a escuchar rock del bueno.
Todo empezó en el bar La Patata, que era de Manolo (Manolo Monzón, el Boka, batería). Era un grupo de chavales que se juntaba para hacer música, un poco para divertirse, pero sus miembros se dieron cuenta de que a la gente le gustaba lo que hacían y se plantearon ir un poco más en serio. Grabaron unas maquetitas, fueron al Espárrago Rock y a unos cuantos festivales más. Al tiempo los ficha el grupo Leño en un concierto aniversario y los llaman para que colaboraran en el disco. Santi (Santi Gallardo, guitarrista) hizo la versión para el tema Castigo. Eso fue en febrero de 2010. Yo entré meses después.
Sí. Empezamos a hacer thrash metal, pero nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algo más comercial, más rockero, que le llegara a más gente. El thrash metal es para un grupo más reducido. Se fueron el antiguo bajista y el antiguo batería; entraron otros dos, y ya, tras algún que otro cambio, tenemos la actual formación.
Estamos más vivos que nunca. Del primer LP en 2016, al bajista y al batería les salió trabajo. Por ello hemos estado un tiempo parados. También porque Manolo y Santi son músicos profesionales y tenían otras cositas por ahí. Digamos que hace tres años decidimos reflotar la banda y sacar un disco, y fue cuando entró Rosa Amor, la bajista, que nos ha dado un chute de adrenalina y felicidad. Aspiramos a estar en lo más alto.

Sí, hemos estado con Barón Rojo, Panzer, Leño, Obús, Rosendo, Ilegales... Hemos teloneado a un montón de gente en estos años de trayectoria. Ahora vamos por derecho para delante.
"Hemos teloneado a Barón Rojo, Panzer, Leño, Obús, Rosendo..."
(Risas). La juventud es como la que era antiguamente. El rock siempre ha sido un género minoritario. Si te das cuenta, en los colegios estaba un niño heavy, dos como mucho, y el resto escuchaba la música que se llevaba en aquel entonces. La historia no ha cambiado mucho. Los chavales van a la música del momento. Es raro encontrarse a chavales rockeros, pero haberlo, haylos. Y también quienes tocan. Hay una banda de chavales muy jóvenes Los Destroyer, que lo hacen muy bien. Chicos de 14 o 15 años.
El disco surge durante la época gris de la pandemia. La mayoría de la canciones las compusimos Santi y yo, con alguna ayuda de Manolo, y teníamos claro que el disco tenía que divertir. Tenía que ser un disco para que la gente baile, la gente cante y que se olvide de todo lo malo. Que la gente vaya a un concierto de los Más Madera y diga: "¡Hostia, qué bien me lo he pasado".
"Este disco tenía que divertir, que la gente fuera al concierto y dijera: "Hostia, qué bien me lo he pasado"
Hemos buscado los estribillos fáciles, que llegaran a más gente. Esa es la idea del disco.

La mujeres somos guerreras, rockeras y lo que nos dé la gana (risas). Con mi banda jamás he tenido ningún problema, al contrario. Todo son facilidades, pero es cierto que fuera de la banda hay gente que te dice: "Ah, ¿pero tú escribes? ¿Tú compones?"
Hay gente muy básica y te encuentras estas cosas de vez en cuando. La mujer siempre ha estado más relegada en el rock porque siempre ha sido una música de golfos, pero siendo hombres no había problema. Lo que cambia es cuando eres mujer. Entonces no está tan bien visto: Kiss, AC/DC, por ponerte algunos ejemplos, siempre han estado asociados a la mala vida, al alcohol, las drogas... Eso era una moda de los 70, pero ya el rock ni por asomo es así.
Necesita una cura de humildad y una cura de paz.