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Impromaniac, la popular compañía de teatro especializada en comedia e improvisación, presenta su último espectáculo, ¿Fue o no fue? ¿Cómo nos conocimos?, que ha girado su espectáculo por Andalucía y Madrid. Ahora llegan a San Fernando, el sábado 16 de marzo, en Sugar Café. Promete ser un despliegue de diversión e ingenio espontáneo.
Fundada en 2010, Impromaniac se ha hecho un nombre por su enfoque único en el arte de la improvisación. Ningún espectáculo es igual al anterior, pero todos cumplen con la misma regla: improvisar, jugar y divertirse.
La obra narra la historia de amor de Francis y Fer, una pareja que lleva cinco años de noviazgo. Con la ayuda del público, la pareja recuerda cómo eran sus vidas antes de conocerse, cómo se conocieron, su primera cita, el momento en que decidieron vivir juntos y cómo es su vida hoy.
En esta entrevista, uno de los creadores del texto y el espectáculo, Joaquín de Soria, (Cádiz, 1985) nos desvela algunos de los secretos de este ¿Fue o no fue? ¿Cómo nos conocimos?
Es una improvisación que realmente es un riesgo porque juegas con el público. Lo bueno es que puedes ver este show repetido cincuenta mil veces, que siempre va a ser diferente, porque lo que aporta el público siempre va a ser diferente. Pero es complicado en el aspecto de que nosotros, como actores, tenemos que reaccionar rápido. No hay nada preparado. El público nos guía y nosotros contamos lo que ellos nos piden y nos proponen.
"El público nos guía y nosotros contamos lo que nos proponen"
Exacto. Y, además, este espectáculo es diferente porque es una mezcla de obra de teatro e improvisación.

Siempre es diferente, el público nos propone acciones, situaciones, lugares... Siempre es distinto.
Sí. Se dice como con la música. El amor da vida o sufrimiento. Son dos aspectos, porque todos nos hemos enamorado alguna vez, y todos hemos sufrido alguna vez.
Es una comedia, lo que pasa es que aparecen dos personajes ficticios, como son Francis y Fer, que con el público cuentan la historia de cómo se conocieron, cómo avanzan en su relación, y cómo es su historia de amor jugando con el público.
Sí, porque eso depende del tipo de humor, del tipo de vocabulario también. Pero es interesante para nosotros porque creemos que el juego no puede darse igual, y reaccionan de la misma manera. Les gusta participar, jugar. Hay gente que les da vergüenza, hay gente que no. Pero, realmente, en el fondo es humor, pasárselo bien. Da igual la meta final, si es en Andalucía, Madrid o donde sea.
"Hay gente a la que le da vergüenza participar, y gente a la que no"
Sí, todo lo que se saca es más comedia y humor que otra cosa. Muchas veces hay gente se lo toma de otra manera. Pero es que muchas de las situaciones que planteamos, la gente la ha vivido y se la toma bien porque se siente identificada.

Hay que decir que en el amor, el ser humano hace muchas estupideces. Y con el desamor también. Con el amor hacemos locuras, cosas que no deberíamos hacer, pero es que con el desamor pasa exactamente igual. Hacemos cosas que son locuras, aunque tienen su punto de encanto.
Se nota un ambiente que es más cercano, lo que provoca también que dé más juego. Al estar tan cerca ellos de nosotros, pues hay propuestas en los dos sentidos. Gracias a eso el espectáculo es divertido. Yo siempre lo digo, la función puede estar muy bien, pero sin el público, sin su colaboración y que vengan a vernos… Ellos mejoran el espectáculo, sin ninguna duda.
Yo estoy a favor de ese tipo de espectáculos. Creo que estamos viviendo una buena época en cuanto al humor, tanto el que da como el que lo recibe. Es cierto que siempre hay gente que puede salir molesta, pero creo que es fundamental informarse antes de acudir. Si sabes de qué va lo que quieres ver, no te llevas sorpresas.