Todo cuadra
Joaquín Pacheco (Jerez, 1970) tiene todo lo bueno de los artesanos: calma, sabiduría del oficio, y templanza para hacer su trabajo.
La cristalería y marquetería Pacheco es un taller con un olor delicioso a madera, cola y sabor antiguo; uno de esos lugares donde se sabe que el aparente caos de materiales y herramientas es parte inseparable de un lugar en el que, a pesar de tanta labor pendiente por hacer, las prisas no tienen mucho sitio.
Joaquín lleva en el taller toda la vida. Empezó con su padre, hoy ya tristemente desaparecido. Aprendió de él mucho y bien. Sus marcos (y sus manos) convierten cualquier documento, retrato o fotografía en un objeto que da valor a la pared o el rincón donde quede expuesto.
Si entras al taller te encuentras a este artesano tranquilo y amable entre marcos, carteles o fotos, y el peculiar sonido que hace la punta de diamante cuando corta los cristales.
Ah, ¿pero es por teléfono? Pero si me he preparado, me he echado colonia y todo (risas)
47 años. Esto lo llevaba mi padre, quien murió ahora hace 14 años.
Ha cambiado la forma de consumir, pero no solo en las marqueterías, en todo. Ahora te llevas unos zapatos por cuatro perras y no te llevas unos Castellanos como antes. Los zapatos baratos se te rompen y te compras otros. Pues en la artesanía ocurre un poco lo mismo.

"Ha cambiado la forma de consumir, no solo en marquetería"
Muchísima gente lo entiende. Yo, gracias a Dios, no me puedo quejar de los clientes que tengo. El que quiere un marco en condiciones viene aquí.
Tengo muchos clientes de segunda generación. Gente que sabe por sus padres que los trabajos que se hacen aquí merecen la pena y que no tienen nada que ver con lo que van a encontrar en internet o en cualquier tienda que no se dedique a esto.
Tal y como tengo la tienda, más o menos lo entrego con inmediatez. Te diría incluso que si alguien viene con prisa lo puedo entregar el mismo día.
Bueno, hay veces que también me va la marcha. Depende de cómo te coja el día. Hay días que vas con calma, pero hay días que me entra la marcha. No me quejo.
Sí, hace poco enmarqué casi toda la documentación original de cuando se fundaron las bodegas Williams & Humbert. Son cosas muy delicadas que pueden no ser un picasso, pero para el propietario, el valor sentimental es incalculable.
Hay cosas que haces que parecen iguales, pero no lo son. Cada uno es de su padre y de su madre.

Claro, como en todos los gremios. Es normal.
Con el profesor Taravilla (Manuel Francisco Pérez Taravilla, arquero olímpico en Seúl) han salido cuadros hasta para México.
No, no. Si tengo algo es eso: muchas ganas de trabajar. No he perdido la ilusión.
Claro que sí. Hay que levantarse con alegría y optimismo. Eso es lo principal. Yo creo que, como en todos los gremios, si vienes con ganas de hacer bien las cosas, te salen mejor. Varía de venir a disgusto a venir contento.
"Lo principal es venir siempre con ganas de trabajar"
No, no, no. Es que solo con eso me considero pagado, lo que pasa es que yo sigo luchando por seguir haciendo las cosas lo mejor posible.
El dorado siempre ha sido el número uno. Ahora se está mezclando con el blanco. También la plata es algo que se encarga mucho. Pero de toda la vida, el dorado es lo que más se demanda.
Mi niño es muy pequeño aún. A mí, mi padre no me obligó. Sería lo que él quiera.