José Antonio Fernández, en el Día D, Hora H: "En la exposición hay figuras que no existen en el mercado"

La Sala Profundis, de los Claustros de Santo Domingo, acoge hasta el 2 de junio una magnífica muestra sobre el Desembarco de Normandía, cuyo 80 aniversario se conmemora el próximo mes

José Antonio Fernández, autor de la exposición.

Una batalla que cambió el curso de la guerra

La medianoche del 6 de junio de 1944 marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial, cuando más de 150.000 soldados aliados, incluyendo 23.000 paracaidistas y 20.000 vehículos de unas quince naciones, cambiaron el curso del conflicto. Ese día, en un esfuerzo decisivo para poner fin al nazismo, se registraron 10.500 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. A lo que siguieron tres meses de intensas batallas para liberar Normandía, y posteriormente, París y toda Europa.
La operación del 6 de junio de 1944 se desplegó en 3 fases: el desembarco aéreo en las playas de Utah y Sword, los ataques aéreos y navales contra el Muro del Atlántico, y finalmente, el desembarco marítimo en las cinco playas de Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword, además de la Pointe du Hoc. Hoy, esos 80 kilómetros del litoral normando albergan un rico patrimonio para visitar con: 44 museos, 29 cementerios y 21 espacios naturales y memoriales que recuerdan este capítulo decisivo.

En Jerez, hasta el 2 de junio, de la mano de Jose Antonio Fernández (Trebujena, 1964) se puede visitar en los Claustros de Santo Domingo, una interesante muestra con personajes a escala 1:1 (tamaño natural), así como diversos objetos originales y réplicas de aquellos elementos que fueron, de una manera una otra, protagonistas en aquellas horas tan decisivas como sangrientas en las playas de Normandía. 

Se cumplen ocho décadas del Desembarco de Normandía y usted ha preparado esta exposición... ¿Cuánto tiempo de trabajo le ha llevado?

Hace casi cinco años que empecé a construir y recopilar cosas para poder mostrarlas. He acabado hace dos meses. Me cogió la pandemia también. Ya dejé de fabricar cosas porque tampoco podía hacer mucho más.

Es que con un tema tan amplio en todos los sentidos, uno no acabaría nunca.

Sí, hay mucho material y muchas cosas que reproducir y montar. Sería un trabajo para no terminar. 

José Antonio Fernández, tras las vitrinas donde se exponen las piezas de su autoría. MANU GARCÍA

"Tardé cinco años en recopilar y fabricar el material para poder mostrarlo"

En una exposición de este tipo, sobre un tema de una trascendencia histórica como pocas, ¿el público se fija más en el trabajo artístico o en el contenido en sí de la muestra?

Creo que la mayoría mirará más la exposición desde el punto de vista del contenido, pero habrá gente que dé valor a lo artístico, sobre todo los maquetistas y los que valoren este tipo de trabajos del mundillo de la construcción de réplicas. Ellos saben el trabajo que conlleva todo esto. Pero es verdad que igual habrá espectadores que valoren más las escenas en sí que lo manual. 

Como es normal, ha necesitado manejar una cantidad importante de documentación para conocer el tipo de armas, uniformes, los búnkeres, flocage... ¿Cómo ha podido llegar a concretar todo este tipo de detalles?

A base de mucho trabajo, de mucha búsqueda en internet, de foros estadounidenses que comparto con más personas y con los que hablamos de muchos aspectos que tienen que ver con el desembarco; ideas, personas, etcétera.

¿Qué destacaría de los maniquíes que se exponen?

Que no he puesto cada maniquí solo con el uniforme, sino con todos los complementos que llevaban: cinturón, cantimplora... Cada cuerpo de infantería llevaba cosas diferentes. La Unidad Médica, por ejemplo, llevaba dos mochilas para transportar agua: una para ellos y otra para el enfermo. Son detalles exclusivos que he tenido que estudiar muy bien. 

En esa meticulosidad también está el quid de esta afición, ¿o no?

Sí. Hay dos escalas en esta exposición. Una es a escala real, 1:1. Cuando se entra en la exposición se ve en un campamento militar con cajas con raciones o bebidas; todo lo relacionado con el desembarco del 6 de junio. La otra escala es 1:6, que es bastante grande, de unos 30 centímetros de altura, lo que tenían antiguamente los madelman, y esos muñecos que había antes. 

¿Qué material ha usado, resina?

Sí, el cuerpo está fabricado en algo parecido a la resina. Las piezas son completamente articuladas y luego llevan su ropa. Algunos complementos que no trae, los he conseguido hacer yo a mano. Hay cosas hechas con madera reciclada y otros materiales.

¿Y el resto?

Algunas cosas son de fuera. Otras son de subastas, algún sitio de venta de este tipo de cosas que ha cerrado y me ha permitido conseguir artículos. Hay algunas figuras que son especiales y ya no están en el mercado. Son ediciones únicas que se hicieron en su momento. Hay una gran variedad para ver y disfrutar en la exposición. 

Ha estado cinco años inmerso en todo esto, ¿le da un poco de pena haber soltado amarras?

Claro. A mí me ha servido mucho de terapia durante este tiempo. Y más durante el último año con la enfermedad que estoy pasando, me ha servido para seguir adelante.

Tanque ligero Sherman, del ejército norteamericano, que puede verse en la exposición. 

"En la exposición se pueden ver réplicas, pero también material original"

¿Hay proyecto de que esta exposición salga de Jerez?

En principio, no. La exposición es muy grande y, sobre todo, el problema es que los sitios en donde quiera exponerse ha de contar con vitrinas, y no siempre se dispone de ellas. Eso no lo tiene casi nadie en las salas de exposición, como sí ocurre en los Claustros de Santo Domingo. La escala 1:1 sí, pero la escala pequeña no se puede porque va todo metido en cristales. Es un material muy delicado y en algunos casos, original de la Segunda Guerra Mundial. Eso tiene un valor bastante alto. 

¿Se ha reproducido con crudeza alguna escena del Desembarco? ¿El tono de la exposición cuál es?

No. En la Unidad Médica aparece un enfermo herido, pero poco más. Lo demás es una recopilación de objetos y uniformes. 

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