'Men sana in corpore sana'
Hay gente que "no para quieta" (la expresión está puesta a propósito porque me hace gracia escucharla) y otros que, como decía la madre de este modesto redactor, se mueven menos que la cancela de El Calvario (Templo jerezano que, en tiempos, solo se abría el Sábado Santo, cuando salía la procesión del Santo Entierro). José María Sánchez Bazán, nacido en Jerez en 1966, pertenece al primer grupo. Es miembro del Club de Triatlón Trikiman-Movijerez. Ha participado en numerosas pruebas de Triatlón de ámbito provincial y nacional. Entre estas participaciones destaca el Iroman de Vitoria, Larga Distancia de As Pontes, Medias Distancias de Gandía, Posadas, Desafío Doñana, Iberman, Sevilla y así un largo etcétera.
Esta trayectoria se ha visto jalonada con varios éxitos, algunos recientes. El año pasado consiguió el primer puesto en la Naturaventura Series Trail, un ciclo de seis carreras de montaña a lo largo de todo 2023.
Pero a José María le quedan aún muchos retos, entre ellos participar en el Circuito Andaluz de Triatlón.
Siempre he hecho deporte. He jugado al fútbol sala, he ido al gimnasio... Pero el triatlón te permite tres modalidades. Eso para el entrenamiento no te obliga a correr todos los días, por ejemplo. Si te planificas todos los días, un día coges la bici, o nadas. La verdad es que es una sensación diferente. Para mí, nadar, salir del agua y coger la bicicleta es de las mejores sensaciones que existen.
No. Esos monos están preparados. Te pones vaselina en el cuello antes de colocarte el neopreno. Pero yo nunca la llevo, me la dejan (risas).
Hombre, es que hay diferentes niveles. Está la Sprint, que es más sencilla, pero va muy rápido todo: 750 metros nadando, 20 kilómetros en bici y 5 kilómetros corriendo. Después está la Olímpica, que son 1.500 metros nadando, 40 kilómetros en bici y 10 corriendo. Luego está la Medio Iroman, que son 1.900 metros nadando, 90 kilómetros en bici, y luego 21 corriendo; media maratón. Para acabar estar la Ironman: 3.600 metros nadando, 180 kilómetros en bici y 42 kilómetros corriendo.
"Ninguna sensación es igual a pasar de la natación al ciclismo"
Vas cambiando, está bien.
(Risas). Yo lo paso genial.
Hombre, la satisfacción grande es llegar a la meta. La adrenalina cuando llegas a la meta es algo que no se puede explicar.
Yo soy muy competitivo conmigo mismo. He conseguido varios podios, pero más en trail, carrera de montaña que se me da mejor.
Sí: Bandolerita, que son 80 kilómetros por la montaña: Por ejemplo, sales de Prado del Rey, a El Bosque. De El Bosque subes al puerto de El Boyar, bajas a Villaluenga, de ahí a Grazalema. De Grazalema vas a El Bosque, Benamahoma, El Bosque y vuelta a Prado del Rey. Peor es el Bandolero, que son 160 kilómetros...
En una prueba rápida no hay tiempo para pensar nada, pero en una prueba larga te da tiempo de pensar en todo. Principalmente en tu familia, que es la que te da fuerzas en los momentos de debilidad, porque estas pruebas tan duras, aparte de lo físico, lo que impera es la fortaleza mental. Y luego tener buen estómago.
Claro, cuando tú estás 11 o 12 horas haciendo eso, el estómago es fundamental porque también lo tienes que saber entrenar. Pero yo me considero mentalmente fuerte.
Mi padre, aparte de ser un gran deportista, ganaba carreras en su época. Pero eran ocho hermanos, pasaban hambre, y él entrenaba y le daban de comer. Ese era el premio, el pago. Una vez llegó de entrenar y se comió una olla de garbanzos (risas).
Me han respetado las lesiones, sí. Intento ir al fisio. Llevo 11 años en el triatlón y me he mentalizado de que hay que ir al fisioterapeuta antes de que te duela. Voy una vez al mes, me cuido, estiro. Por ahora no me he lesionado. Lo que pasa es que por la edad intento dosificar los esfuerzos. No podemos perder la perspectiva.
Si haces pruebas de larga distancia, pasa bastante tiempo, pero si son pruebas cortas, puedes hacer en un mes dos o tres. La recuperación es más sencilla, claro.
Pues en estos últimos años he encontrado el equilibrio. Y he entendido que el descanso es tan importante como el entrenamiento. Yo descanso dos días a la semana y el resto lo dedico a entrenamientos específicos. Es más calidad que cantidad. Pero he competido mucho. Compito mucho. Soy fatiga.
"Es tan importante el entrenamiento como el descanso"
En primer lugar, yo estoy en un equipo y ese equipo tiene un patrocinio. Pero es que a nivel individual tengo amigos que me aportan la ayuda para poder conseguir mis retos. Por ejemplo, cuando haces un Ironman, que vale 800 euros. Luego viajes, comida... Todo requiere esfuerzos.
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