La sangre del titiritero
Es llamativo. Casi en todos los lugares donde se consulta la preciosa palabra titiritero, aquella persona que maneja títeres, le cae una sombra peyorativa y oscura. Lo corrobora en esta entrevista Juan Manuel Benito (Jerez, 1955), una de las cabezas visibles La gotera de Lazotea, emblemática compañía de títeres con 42 años de historia a sus espaldas y casi treinta espectáculos que han recorrido buen parte del mundo.
Juan Manuel Benito se aparta de las marionetas y las voces impostadas para presentar su primer libro para niños: Las vacaciones de invierno de Juana el de la vaca (Editorial Canto y Cuento). La puesta de largo tendrá lugar el sábado, 11 de febrero, a las 12.30 horas en la librería La Luna Nueva.
La historia contada para niños pone en alza valores como la amistad o la valentía, pero también pone de relieve sentimientos como o el miedo, la tristeza o la alegría.
Es que es el primer libro que escribo, la primera novela, y por lo tanto no sé si me puedo considerar escritor. Es lo mismo que tirititero, y no están al mismo nivel. Yo escribo guiones de las historias que hacemos, no ha sido como en esta ocasión, he salido del contexto de la actividad del titiritero.
"Es mi primer libro y no me puedo considerar escritor"
Ha sido por casualidad y tangencialmente, porque cuando empecé con la escritura dramática de una nueva obra con Juanaca el de la Vaca como protagonista pense: bueno, igual que parto de la base de un cuento popular, o no tan popular, ya escrito, he sacado el guión dramático, voy a hacer como si fuera un cuento para no perderme en el meollo de la trama. Pero pensé que me iba a salir más corto y al final me salió de esta forma. No fui buscándolo: lo encontré.
Sí, me quedo con todas. Me lo paso bien en el taller construyendo títeres, cuando toca. Me lo paso bien haciendo música cuando he de poneme a ello. También ocurre lo mismo en cada una de las facetas de la producción y representación de las diferentes obras que llevamos en el repertorio. Y también viajar, aunuque ya no tanto.
-El significado de la palabra titiritero ha ido transformándose con el paso de los años.Durante mucho tiempo ha tenido una connotación peyorativa. Las noticias sobre títeres nos han llegado mas por el hecho de haber sido prohibidos que por el desarrollo de su propia actividad. Fueron considerados gente indeseable, maleantes, formando parte de otros grupos categorizados de la misma manera: feriantes, gitanos, actores… que debían permanecer a una legua de cualquier pueblo o ciudad: los cómicos de la legua.Será a principio del s. XX cuando las vanguardias artísticas de Europa empiecen a fijarse en los títeres como un “arte”. Valle Inclán, Lorca, Falla son personas que en España consideraron al títere como una forma de expresión popular de incalculable alcance.Luego con la dictadura pasó a ser marginal, o como un útil propagandístico y doctrinal del statu quo. Resurgió de nuevo con la Transición, tratando de recuperar la línea trazada por aquellas vanguardias.
¿Cómo era eso que decía Giovani Papini? "Los hombres no son sino marionetas maltratadas por un titiritero".
-Acabo de leer la novela de José López y Ramón Clavijo, que se llama Juego de Marionetas, y utiliza ya desde el título el símil para equipararse a un poder superior, llamémosle Dios para entendernos. Como Unamuno con su Nivola , autor o titiritero; el que mueve los hilos.
"Eso de que el escritor maneja a los personajes no es cierto"
No. Eso de que el escritor maneja a los personajes, tú lo sabrás bien, no es cierto. Tú te metes en el “bosque” con el personaje y es él quien toma las decisiones. Tú lo que haces es anotar esas decisiones que el va tomando. Quizá, en mi caso, lo único que tenía claro era cómo entraba en ese “bosque” y cómo salía de ese “bosque. Por lo menos así lo he vivido yo.Esto se ve claro con el siguiente ejemplo. En el caso de Juanaca, la voz la pone Eva (Eva Serna), pero no es la voz de Eva, es la voz de Juanaca. Y tanto es así que si te llevas un tiempo considerable sin representar una obra, no somos capaces de ponerle voz al títere hasta que no te lo has puesto en la mano. O sea, te calzas el títere y te sale la voz. Es muy curioso.
Juanaca en realidad es una variación que nosotros hacemos del nombre Juan, que es uno de los nombres que tienen los personajes de cuentos populares en nuestra lengua. Como también ocurre con Periquillo o Mariquilla. El nombre de Juan esta en muchos cuentos: Juan el Oso, Juan sin Miedo, Juan el de la Vaca, etc. Son nombres populares y éste viene de ahí.
Verás yo vengo del teatro de calle desde el año 1981. Concebíamos la calle como un espacio que había que conquistar de forma agradable y divertida para que atrajera al público. Teníamos que tomar la calle ofreciendo algo divertido como forma de pedir permiso y obtenerlo. La música era para nosotros parte del lenguaje, de lo que era ese propósito.Ahora se ve a gente que hace pasacalles con música grabada. Eso no nos cabía, ni nos cabe, en la cabeza. A la hora de plantearte una acción en la calle, te preguntabas dónde iba la música y hasta dónde llegaba. Cuál es su lugar. Y eso es una pieza del guion.Cuando escribo, supongo que porque lo tengo interiorizado, lo llevo. Hay momentos en los que , por ejemplo, al principio de la novela el niño tiene que coger la cesta de la fruta, la ristra de chorizos, y el pollo que lleva en la mano. El niño tiene que abrir la puerta y ahí hay una especie de juego rítmico. Ahora cojo esto, suelto lo otro. Y al final me encuentro que no tengo manos para abrir la puerta. ¿Y qué hago ahora? El pollo se me va resbalando, levanto el pie. Y todo esto lleva un ritmo.
"La curiosidad de los niños es por tiempo limitado"
Porque la escuela no atiende a la curiosidad que el niño tiene en cada momento, no puede. La famosa bajada de la ratio que desde diversas instancias se reivindica, es obvia para atender, entre otras, esta necesidad básica de la infancia.