Las otras recetas del doctor Marlasca
Manuel María Ortega Marlasca, para todos sus pacientes, Manuel Marlasca (Jerez, 1968), es especialista en medicina familiar y comunitaria. Eso dice en su currículo a modo de presentación, pero lo cierto es que es un hombre orquesta, porque es también técnico superior de riesgos laborales, cirujano, operador de instalaciones en rayos X, diplomado en Enfermería... Eso, sumado a una dilatada experiencia que también le ha llevado, bien como coautor o autor en solitario, a escribir varios libros y publicar en diversas revistas de índole científica. También dirige los blogs Curando con el ordenador y Medico de familia en la cocina, donde Ortega Marlasca publica recetas culinarias hechas por él mismo, y que van dirigidas a quienes tienen una dieta sana o limitada por cualquier patología.
Enamorado de la lectura, no solo devora libros y libros sobre su profesión de médico. También es lector de la literatura histórica y la humorística. Libros que, por cierto, lee en su teléfono móvil porque le permite, dice, "leer varios libros a la vez".
(Risas). Es que Crisis nació precisamente en plena crisis, en noviembre de 2012. El perro tiene ya diez años. Pero su nombre es Crisis: marquesa peluda del Serrallo, no vayas a creer. Ella es: Crisis María de la Santa Inquisición Ortega Gil. Aparte, es un perro de agua con pedigrí.
Fundamental. Prioritario. Yo he tenido que parar la consulta y salirme descojonado por cosas que me han dicho o cosas que han ocurrido. Hay algunas veces que ocurren situaciones esperpénticas, como aquel levantamiento en Conil...
Sí, que se levantaron todos los pacientes. Estábamos hasta arriba, en pleno verano. No dábamos abasto. La impresora no funcionaba, el ordenador se quedaba colgado. Llegó un momento en que optamos por tirar la impresora por la ventana, porque no servía para nada. Nos hartamos de reír porque la intención fue tirarla, pero no pudimos porque la ventana tenía rejas. Se montó una buena.

Todos los problemas de estrés, todas las crisis existenciales, eso se controla con la risa, sobre todo con el humor. Hay gente que con las situaciones más variopintas, más graves o más peligrosas, incluso con riesgo de su vida, tienen sus notas de humor. Y eso ayuda. El enfoque con una patología con humor, cuando no hay salida o agobia, es una puerta al paciente.
"Una patología con humor es una puerta al paciente"
Google tiene consulta en todas partes.
No. Siempre y cuando se sepa lo que se está mirando. Porque si tú pones en Google, dolor de cabeza, lo primero que te va a salir en un cáncer cerebral. Y lo más frecuente es una migraña, una cefalea tensional o un dolor de cabeza normal y corriente que no tiene ningún tipo de patología.
Claro, sobre todo cuando el que lo mira tiene una predisposición a mirar lo malo, porque si tú lo que estás buscando es un dolor de cabeza relacionado con la regla, por ejemplo, pues ahí no te va a salir nada del otro mundo, solo una patología asociada.
Le pregunto en qué página web lo ha visto. Porque Google no es una web, es un buscador. Entonces hay que mirar en qué página lo ha mirado, y a mí no me cuesta consultarlo en el ordenador, para ver si esa página tiene peso específico. Pero si lo que ha mirado es una publicación, habrá que ver qué publicación es, qué revista, si es una revisión, si no lo es... Normalmente no son páginas profesionales. Incluso, muchas veces, es una venta soterrada de algo. Un producto de herboristería o cualquier cosa parecida.

Claro. Pero en realidad lo que hay que usar es el sentido común. No hay nada que esté prohibido. Hombre, a nadie se le indica el tabaco. Aunque no hace ni 50 años se prescribía el cigarrito para el asmático. Eran cigarros broncodilatadores. La Coca Cola era un medicamento. Era un extracto de cocaína. Es que hay muchos medicamentos que en su momento tuvieron explicación. Antes, además, los fabricaba el doctor no sé qué, el doctor no sé cuánto. Pero el tema de la alimentación, con la dieta mediterránea, que es lo que tenemos nosotros aquí, incluso con producción local, lo que tenemos que hacer es fomentar el consumo.
"No hace ni 50 años se recetaban cigarros para el asmático"
El frito no es uno de los mejores medios de cocina. Por mucho que cuenten, lo de la freidora esta de aire... Habrá cosas que sí, pero eso es un cacharro más en una cocina. Yo tengo la freidora de toda la vida, y de vez en cuando la utilizamos. Puntual. El problema es el de frito continuo: frito a mediodía y frito por la noche. Diario. Y precocinados, hay que huir de eso. Y si son precocinados, que estén controlados. Hay precocinados de calidad y otros que son para tirarlos.
Sí. A mí me gusta la cocina, pero es que la mayoría de las veces los pacientes no saben qué van a comer. Hay altas del hospital que son tanatológicas; me muero. No puedo comer grasas, las chacinas... ¿Qué alternativas tengo? Yo se las ofrezco. Y tienen todas las opciones, incluso con bajo contenido en sal; esa es una de las líneas de mis recetas de cocina. Pero esto no es solo para los adultos, también vale para los niños a los que, hoy por hoy, se les está creando adicción a la sal: los productos efervescentes, los snacks. Incluso hay usos de la sal en las comidas para niños que sirven como diluyentes. Los niños cada vez pierden más el sabor a la sal y piden más. Y lo que se tiene que consumir al día son cinco gramos.
Y tanto. Los niños obesos son cada vez más. ¿Tú ves a los niños jugando en la calle? Tienen videojuegos, el teléfono móvil, y cada vez menos juegos con actividad física. Eso es una bomba. Yo ya veo niños con síndrome metabólico en mi consulta, a partir de los siete años. Pero obesos de inmovilidad. Yo se lo digo a los padres: tiene usted un poyete de mármol. El niño coge el móvil, la tablet, hace la tarea, merienda, la tele y a dormir. Sendentarismo puro y duro.
Pandemia: punto y seguido
Con las nuevas variantes, sean más virulentas o no, se abren una serie de interrogantes que, en cierto modo, nos devuelven a los inicios de la pandemia, cuando la desinformación era absoluta y ni la comunidad científica ni médica se ponía de acuerdo: "La pandemia sigue, pero no es la del principio. Estábamos en pelotas. No teníamos forma de controlarla, ni forma de diagnóstico. Es que no teníamos ni conocimiento, ni tratamiento, ni prevención. Por no tener, no teníamos ni barreras de control. Y lo que nos llegaba no tenía utilidad ninguna y lo teníamos que tirar directamente. No estaban certificadas"
Preguntamos a Manuel Marlasca si era lógica tanta corriente en un sentido y en otro, tratando de poner orden al caos: "Si partimos de la base de que el Gobierno montó un tinglado con un comité de expertos que después se supo que ni existió, ya empieza la cosa por estar mal coordinada, porque estaban desinformados. El problema fue que a medida que se conocían cosas, se hacían públicas, pero no tenían ningún estudio previo. Date cuenta de que al principio hacíamos test serológicos en sangre, luego sangre capilar, luego las PCR y ya los test rápidos, que los hay para la gripe A y gripe B. Y no debemos olvidar que estamos en plena vorágine de esos dos tipos de gripe.
Aun así, hay ciudadanos que se niegan a vacunarse. Algunos tildan esta actitud de insolidaria, otros de temeraria. Ortega Marlasca opina al respecto que "es una decisión de cada uno, como fumar o no hacerlo. Pero creo que puede ser insolidaria en el sentido de que se hace un mal uso de la asistencia sanitaria. Un persona que no se ha querido vacunar y ocupa un sitio o en la UCI o en una planta, cuando hay otro que ha tenido un accidente y necesita esa UCI o una cama...".
La Organización Mundial de la Salud, con respecto a la nueva alarma surgida en China, dice no encontrar ninguna variante nueva, pero pone en duda el número de contagios y fallecidos. Es decir, el punto y seguido a una pandemia que, aunque vigilada y controlada, no termina.