Nia Rosas, la modelo de Icovesa que se hizo fotógrafa y retrata a estrellas de la música como Rosalía

La polifacética fotógrafa, que también es cantante y toca el piano, ha recuperado las Jam Sessions y el 'piano bar' en la Tacita de Plata, un concepto que llevará pronto a Jerez: "Adoro Cádiz por su luz y por su gente”

La fotógrafa jerezana, afincada en Cádiz, hace una foto a la cámara de lavozdelsur.es.
La fotógrafa jerezana, afincada en Cádiz, hace una foto a la cámara de lavozdelsur.es. MANU GARCÍA

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Fotógrafa y cantante, aficionada al piano, pero antes modelo, jugadora de baloncesto, de fútbol y exploradora. Tal vez esta última palabra es la que mejor defina a la polifacética Estefanía Mármol Rosas, conocida como Nia Rosas (Jerez, 1988), que posa para lavozdelsur.es en la barriada de Icovesa, donde se crió hasta los doce años.

“Es un barrio lleno de vida, donde los vecinos se conocen, se apoyan y se pasa mucho tiempo jugando en la calle, tengo muy buenos recuerdos” dice señalando al Polideportivo Municipal Ruiz-Mateos, donde jugó al basket, federada en el Jerez Baloncesto Femenino y en el Zona Oeste. “Se me daba muy bien, el fútbol también, pero siempre me incliné más por el arte”, cuenta a lavozdelsur.es haciendo una breve mención al bullying que sufrió por ser mujer y deportista. “Darle patadas a un balón siendo mujer estaba mal visto, al final con la música y la fotografía conseguí otro punto”, añade.

Nia Rosas en una fotografía después de la entrevista con lavozdelsur.es
Nia Rosas en una fotografía después de la entrevista con lavozdelsur.es    MANU GARCÍA

El descubrimiento de la fotografía le vino tras su paso como modelo que “marcó un antes y un después en su vida”. A pesar de haber tenido siempre cámaras en casa, el hecho de posar delante de fotógrafos le motivó a explorar este mundo, en el que empezó con una Nikon recomendada por el fotógrafo Paco Alorda durante una campaña para El Corte Inglés. “Luego pasé por varias cámaras y entendí que no era la cámara sino el indio lo que marca la diferencia”, dice. Tras irse a Madrid con la mayoría de edad recién cumplida y haber retratado a amigos y familiares “buscando momentos auténticos”, se convirtió en fotógrafa a jornada completa hace una década, uniendo este oficio con su pasión por la música.

“Desde pequeña cantaba y tocaba el piano, estudié hasta grado medio en el Conservatorio y esa afición fue creciendo con los años, me conecta con las emociones y me influye en mi trabajo como fotógrafa”, explica. Su buen desempeño con una cámara en las manos le ha llevado a retratar a las grandes estrellas de la música nacionales e internacionales, tanto en música en directo, su especialidad, como de forma más personal tras los camerinos.

La fotógrafa en su Jerez natal.
La fotógrafa fue modelo cuando era adolescente y a partir de ahí descubrió su pasión por la fotografía.   MANU GARCÍA

Así lo ha hecho con artistas de la talla de Pablo López, Israel Fernández, Pablo Alborán, Niña Pastori, Manuel Carrasco, Alejandro Sanz o Rosalía, y de Sting, Rogers Waters o Lenny Kravitz en un plano más internacional, un nivel al que ha llegado “tras mucha dedicación y una red de contactos en el mundo de la música”.

“Es fascinante tener la oportunidad de interactuar con artistas a los que admiras”, comenta. Sin embargo, su vocación no se queda ahí. Nia ha querido hacer resurgir las Jam Sessions en la Tacita de Plata, desaparecidas desde hace varios años, a través de la Sala NU, donde se desempeña como CEO organizándolas cada jueves. “Para mí, ese rol significa liderar un proyecto que combina todo lo que me apasiona. Me encargo de coordinar las sesiones, contactar con los músicos y asegurarme de que todo funcione como debe. Es un espacio mágico donde la creatividad fluye de forma espontánea. A veces, incluso, documento los momentos y me animo a cantar”, añade.

Por otro lado, gestiona un “piano bar” llamado BRAVO, que inspirado en el mítico Toni 2 de Madrid, ofrece buena música en directo en el corazón de Cádiz capital. “Es un concepto que llevaré pronto a Jerez”, dice la artista, que hace años también colaboraba en el 55 Jazz Club de su ciudad natal.

Nia Rosas en una calle de Icovesa.
Nia Rosas en una calle de Icovesa.   MANU GARCÍA

Afincada en Cádiz desde la pandemia, Nia ya no quiere irse de una ciudad que considera como su casa. “La adoro por su gente, su luz y su energía, me quedé a vivir aquí porque es el lugar donde quería estar”, explica emocionada la fotógrafa, de padre gaditano y madre francesa. Inmersa en varios proyectos, está centrada en un portfolio personal de viajes que vende con reflexiones basadas en sus experiencias, en la creación de una agencia propia con programación de eventos musicales y en la organización de su primera exposición como fotógrafa musical tras estos diez años de carrera.

Con más de 21.000 seguidores en redes sociales, Nia Rosas muestra en sus diferentes perfiles de Instagram sus creaciones desde el día que decidió ponerse al otro lado de la cámara, sea para retratar rincones únicos de su querida y mágica Cádiz o a otros artistas y músicos con su excepcional mirada.

Sobre el autor:

Sebastián Chilla

Sebastián Chilla

Jerez, 1992. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. Periodista y profesor de Historia. 

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