Un libro para entender la situación que vivimos
Pablo Font Oporto (Sevilla, 1980) explica en su libro La batalla por el colapso, crisis ecosocial y élites contra el pueblo, las claves para entender la situación actual que vivimos, cómo hemos llegado hasta aquí, o qué se oculta tras las estrategias mercantiles que están recibiendo una lluvia de millones para una discutida y supuesta transición socioambiental.
Font Oporto es profesor de Filosofía Política del Derecho en la Universidad Loyola de Andalucía, teniendo como principales vías de investigación el derecho a la resistencia (histórico y actual), la dimensión política de la crisis escosocial, extractivismo, colonialidad, miedo social, pobreza y crisis del estado social.
Ha publicado dos libros: El derecho de la resistencia civil en Francisco Suárez (Editorial Comares. 2018) y el presentado este pasado fin de semana en el centro social La Yerbabuena de Jerez, La batalla por el colapso (Editorial Comares, 2022)
El colapso ecosocial es un concepto bastante discutido, pero no es una mera crisis, puede llegar en un conjunto de crisis, y puede irrumpir de manera más abrupta, pero no necesariamente tiene que tener las características de un apocalipsis o un Armagedón hollywoodense al que tan acostumbrados nos tienen las películas norteamericanas. Esto se produce en un periodo de tiempo más o menos acotado, y sobre todo es el resultado de una simplificación brutal de nuestras sociedades, de la civilización occidental, que es a lo que estamos acostumbrados.
Pues un giro tremendo en nuestra civilización.
"El colapso significa varias crisis ecosociales conectadas"
Bueno, hay muchas versiones al respecto. Lo que está claro es que o aparecen nuevas alternativas, o se van a presentar situaciones muy difíciles de aquí a pocos años. Pero habría que explicar que el colpaso significa varias crisis ecosociales conectadas. Es que manejar la palabra "ecosocial" es muy importante para tener en cuenta que lo que ocurre con el entorno o con el medio ambiente nos afecta a todos. No es solo un problema de los osos polares o de los pingüinos: es un problema nuestro.
Pues la crisis de la biodiversidad, que es más compleja de explicar, pero que consiste, básicamente, en la desaparición de varias especies, por los cortafuegos que hacían algunas de estas especies; la más conocida vendría a continuación, que es la crisis climática, y en tercer lugar, que es menos conocida y que genera más discusión, que es la de los recursos energéticos y los recursos minerales que se están poniendo de manifiesto por dos motivos: en primer lugar por el pico del petróleo. Es decir, el petróleo no se acaba, pero sí el de calidad, barato y altamente disponible. Eso se conecta con transición ecosocial o la transición verde, que es la denominación que se está ahora utilizando.
¿Y qué soluciones se proponen?Hay quienes sostienen que todo esto se va arreglar con tecnología, pero a día de hoy no tenemos una respuesta clara.
En el libro hago un repaso filosófico de cuáles son las raíces de la visión del ser humano moderno. En realidad del ser humano moderno occidental. Cómo a partir del siglo XVI, cómo es la cosmovisión que tenemos en nuestras sociedades, que nos ha llevado a una visión de nuestra realidad sin límites. Eso ha permitido el desarrollo de la racionalidad moderna, la tecnología... Pero claro, eso ha tenido una serie de consecuencias. Pero ya en un plano menos filosófico y menos especulativo, la cuestión es que todo esto nos ha llevado a una serie de energías como es la quema de combustibles fósiles que tienen una serie de consecuencias emparejadas. Eso nos ha permitido un bienestar que hace apenas 200 años era impensable, o incluso hace 100. Esto nos ha acostumbrado a unos niveles de calidad de vida, que por otro lado, depende del insumo de materiales.
"El bienestar de hoy era impensable hace 100 años"
Claro. Yo siempre digo que aquí hay dos verdades aunque sean contradictorias. Por una parte los responsables, proporcionalmente, de todas las personas que disfrutamos de estos estándares y calidad de vida. Eso es verdad y la solución no es que lo arreglen los ricos y los políticos. Pero es que por otro lado hay un discurso muy perverso por parte de las élites que tratan de culpabilizar al ciudadano común. Nos piden que reciclemos, que resolvamos, y nos dicen que si las cosas no están bien es por nuestra responsabilidad. Como cuando en la crisis de 2008 nos decían que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, que es un discurso fácil y muy peligroso.
Yo los entiendo como los poderes fácticos, los poderes socieconómicos, sobre todo. Suelen tener el control de conocimiento y la técnica, y al final nos encontramos que la mayoría de los gobiernos están controlados por estas élites, y cuando sale algún gobierno que no les gusta, pues hacen lo imposible para que puedan maniobrar. Pero es que, en general, los gobiernos tienen un desconocimiento absoluto de estas cuestiones. Estamos en manos de gente que no sabe muy bien a dónde vamos.