Poesía contra la desigualdad social
"La denuncia deviene grito sin sofocar contra el orden capitalista y el maltrato humano que conlleva". Esta es una de las frases del prólogo que resumen bien el espíritu del poemario Los muertos de Bilderberg (Huerga y Fierro Editores).
Bilderberg es el grupo de las 130 personas más influyentes del mundo que se reúne de forma completamente hermética. La prensa no tiene acceso a esas reuniones, y muchos menos al contenido de lo que allí se expone. A esta llamada anual acuden banqueros, empresarios poderosos, miembros de la realeza y algunos de los dueños de los principales medios de comunicación.
Paco Ramos Torrejón, nacido en San Fernando en 1981, cierra con este libro una trilogía que tiene mucho de autobiográfico, y que, a modo de Biblia, poetiza sobre el poder de las grandes fortunas y el capitalismo.
Yo nunca he calificado este libro como algo político, a pesar de que tiene mucho de social. Yo diría más bien que es un poemario humano. Considero que a todos nos duelen los desahucios, a todos nos duelen las víctimas del Estrecho y tantas otras cosas de las que se hablan en el libro. Pero sí es un poemario amoroso porque, sobre todo, habla de hacer un mundo mejor rompiendo esas estructuras de poder que nos tienen esclavizados y que nos controlan de una manera salvaje.
Sí. Poblacional, climático, capitalista. Yo creo que a eso se refiere María Jesús en torno a lo amoroso: al intentar hacer un mundo mejor.
No sé si es un instrumento capaz de cambiar el mundo, pero a lo largo de la historia la literatura o las manifestaciones culturales en general siempre han tenido un componente subversivo que ha perseguido el cambio de conciencia y se ha conseguido. Quiero pensar, por ejemplo, en La cabaña del tío Tom, que logró que hubiera un pensamiento hacia Estados Unidos en contra del racismo, o tantas y tantas obras, en estos tiempos, de temática feminista y el papel de la mujer en la sociedad actual. La cultura sirve para sembrar una conciencia, y en este libro, sobre todo, quiero sembrar la conciencia de los poderes fácticos por encima del poder político, como el Club Bilderberg.
"En este libro quiero sembrar la conciencia sobre los poderes fácticos"
Sí, presento al Club Bilderberg como el dios capitalista, creador del mundo capitalista. Todos los poderes fácticos manejan en mundo a su interés, y mueven el mundo de forma torticera.
Yo siempre digo que el capitalismo es el único sistema que mata por definición. Esta lucha del hombre, porque el hombre tenga más, hace que otros tengan menos. Eso provoca que miles de personas mueran de hambre al día. Según la Organización Mundial contra el Hambre, 24.000 personas mueren al día por falta de alimentos. Pero es que la Plataforma de las personas afectadas por la hipoteca, desde la crisis de 2011, denuncia que 13.300 personas se han suicidado debido a los desahucios. La crisis que vino en 2011, y la que de alguna manera sigue con nosotros, no es un huracán, no es un terremoto... Quiero decir que no es algo que no se puede prever. Pero el poder del capital está en manos de los hombres, que son los que deciden cuando sube y cuando baja. Por lo tanto, las crisis están muy bien orquestadas por esas estructuras de poder que están por encima de los gobiernos.
Este es un proyecto que nace a partir del 2013, y lo hace a partir de los versos de Miguel Hernández que dicen: "Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida". Mi madre enferma de cáncer que resulta mortal. De ahí nace El aprendizaje del miedo, que es lo que Miguel Hernández diría sobre la herida de la vida; luego llegó Breves apuntes sobre el arte de mantener el equilibrio, corresponde a la herida del amor, porque en ese mismo momento, también en 2013, tengo una ruptura sentimental con la pareja con la que llevaba muchos años. Finalmente, este último libro social, tiene que ver con la crisis de 2011, porque en 2013 perdí el que era mi trabajo entonces y me vi, como otros tantos españoles, oprimido por las circunstancias.
"Todos mis libros parten de un componente autobiográfico"
Sí, sí. Todos mis libros parten de un componente autobiográfico, de cosas que me han ocurrido, aunque luego esté pasado por el tamiz de la literatura.
De hecho, yo entiendo la literatura como una forma de interpretar y comprender tu propia vida. Si no es así, es que directamente no sirve. Para mí, literatura no es un entretenimiento. Forma parte de la vida de una manera absoluta. A la literatura es a lo que me agarro para mi supervivencia, para no sentirme solo.