Vivir el momento
Toni Zenet, o simplemente Zenet (Málaga, 1967) continúa la gira de presentación de su nuevo disco, La Estación del Momento. Un trabajo sorprendente en el que el malagueño ha integrado la electrónica al servicio de su estilo, donde convive de una forma natural con sus referencias del jazz y el rhythm & blues.
Este nuevo sonido también está presente en su directo, ofreciendo un sonido y un show renovados al más puro estilo Zenet. Además de estas presentaciones, regresa a Latinoamérica con una gira especial llamada Amor a tres, en la que repasará toda su trayectoria en un formato íntimo y especial para la ocasión.
Pero aparte de esas dos giras, Zenet no abandona su faceta actoral, que alterna con la música y la pintura y quién sabe si con alguna otra disciplina artística, porque Zenet, además de talento, siempre tiene algo con que sorprendernos. En cuanto a las paradas andaluzas de la nueva gira de Zenet: 4 de noviembre (Teatro Cervantes, Málaga); 5 de noviembre (Cartuja, Sevilla); y 2 de diciembre, Real Teatro de Las Cortes, en San Fernando.
Uno va sintiendo pulsiones. Uno va explorando caminos, igual que va sintiendo ganas de explorar los boleros, o el swing de Nueva Orleans de los años 40. Yo quería crear atmósferas determinadas. Me gusta hacer películas con cada canción. Yo lo digo en todas mis entrevistas: hay algo muy visual en todo el relato musical que hay en mis canciones, de tal manera que me ha parecido siempre que hay una doble narrativa, no solo la que yo canto y cuento; hay una narrativa musical que está muy trabajada en todos mis discos. Lo que la electrónica me aporta es un color más en mi paleta, como para conseguir esas atmósferas determinadas en cada uno de mis temas.
Está clarísimo. Las cosas siempre ocurren por algún motivo. Yo siempre voy rumiando las cosas cuando voy a abordar un proyecto nuevo. Me tiro como un año, más o menos, recabando información, buscando a las personas que van a intervenir, haciendo playlist de músicos que me inspiran. Entonces voy rellenando, digamos, el armamento con el que voy a trabajar después.

"Me gusta hacer películas con cada canción"
Yo siempre he estado muy cerca del ryhthm and blues. Si echas la mirada atrás con discos míos como La menor explicación, estamos muy cerca de canciones que son el principio del jazz, el blues... Como la balada Contigo. Canto un poco las raíces del jazz en cierto modo. Y te digo que el blues me sigue rondando la cabeza, y no te extrañe que de aquí a un tiempo estemos tú y yo hablando de un disco así. Pero había géneros que yo no había abordado en directo también, como por el ejemplo el funky.
Creo que, en cierto modo, el que canta siempre es el mismo. Es decir: yo traigo todo un poco a mi terreno, a mi acomodo. Por ejemplo, si me traigo la guitarra de Susan Santos, que es la que hace la entrada de Dieta de besos, lo que hago es acomodar esas figuras de la música a mi forma de cantar.
A ver, cada uno de los temas son, en cierto modo, un ejemplo de lo que quiere ser el disco. Por ejemplo, en La estación del momento, si te das cuenta... Mira, eso partió de un escrito en mi diario que compartí con Juanlu Mora, poeta al que recomiendo leer. Le dije que en ese diario había escrito que una estación de metro me parecía una metáfora del espacio-tiempo, porque a ti, estando en el presente, te va a llegar un tren del pasado que te va a llevar al futuro. A partir de ahí, con esa letra, lo que establecemos es el proceso creativo del sonido que tiene que acompañar... y entonces vamos y sampleamos el sonido de un rayador de queso. De ahí surge la base de lo que será la canción, que es un poco la metáfora del tren.
Acabo de rodar El Zorro, he estado haciendo el personaje del doctor Ross, que es el médico que vive en el pueblo, y que es simpatizante de las tropelías que hace el Zorro por ahí. Siempre que la agenda me lo permite, y si el papel es interesante, al que se le puede sacar brillo, lo hago. De pronto me convierto en otra persona que no soy yo, y durante un tiempo me lo paso bomba.

Te equivocas. Tengo muchísimo tiempo. Mi día empieza a las 7 de la mañana y acaba a las 12 de la noche, y todavía me da para pintar.
"Lo que la electrónica me aporta es un color más en mi paleta"
Lo que tiene es que no hay diálogo con nadie, no se trabaja en equipo. Me permito una soledad y un silencio cuando pinto de noche... Nadie llama a la puerta, y eso es una maravilla.
Son una forma de reconocimiento, sobre todo a la forma de trabajar como independiente, creo yo. Cada día estamos luchando con una catarata de los mass media y las redes sociales donde todo es gratuito y todo es rápido. Eso se quema como papel de periódico. El trabajo y el dinero que nos cuesta un disco como el que yo he hecho, que son 27.000 pavos, con una producción en un estudio como el de Caco Refojo, que es seis veces Grammy, una colaboración con los músicos de la categoría con los que yo trabajo, como es laBig Band de Aarón Pozón. O el mismo videoclip que hemos hecho... vuela como el papel si no eres capaz de estirarlo todo durante un año entero. Además, tienes que renovarte o morir.