Toni Martín, la voz del PP en el Parlamento
Hablar del PP andaluz es hablar hoy de Juanma Moreno. En esta entrevista, Toni Martín, portavoz del grupo parlamentario popular y 'juanmista' de 'primera hornada', habla de la actualidad, de su origen, del trauma que le supuso la pérdida de su mejor amigo, Alberto Jiménez-Becerril... Esta semana se cumplen seis años de la noche electoral que cambió el color político de Andalucía. Toni Martín pertenecía a aquel grupo reducido que impulsó la campaña. "¿Ha provocado Juanma Moreno que gente que llevaba pulseras de España se pongan ahora la de Andalucía?", se le pregunta en la semana del 4D. "Lo políticamente correcto sería decir que no. Pero igual yo soy políticamente incorrecto. Juanma Moreno ha supuesto un avance en todos los sentidos para el PP en Andalucía, una conexión con la sociedad que necesitaba, que nos hacía falta, que no era sencilla", responde.
Soy andaluz de la manera más bonita que se puede ser, siendo hijo de la emigración. Como el propio Juanma, que nació en Barcelona. Los míos cruzaron el charco. Mi hermano, José Manuel, nació en Bogotá, y después fueron a Estados Unidos porque un tío mío había emigrado allí. Después de eso, se volvieron a España. Yo era casi un bebé. Mis padres siempre hablan de aquellos años como los mejores de su vida, peso a que no era como ahora. Tú hoy te vas a Tokio y por webcam hablas con tu familia como si estuvieras en la misma calle. Mis padres grababan cintas de casete y las mandaban en un sobre. Las conferencias telefónicas en aquel momento no te las podías permitir más allá de Navidad y dos veces al año. Pero hablan muy bien porque fueron acogidos. Tenemos que aprender de eso. Andalucía tiene que ser tierra de acogida. Andalucía se ha construido con las aportaciones de pueblos y civilizaciones durante milenios. No podemos andar, por eso, con discursos extraños en ese sentido, porque sería traicionar lo que somos. Mi familia emigró porque aquí no había posibilidades. Mi padre quería construir su historia. Era fotógrafo, se fue primero a Bogotá, y luego a Estados Unidos. Imagínate, eran tiempos de los Kennedy. Había una colonia hispana enorme en Los Ángeles. Allí era una vida a color, mientras la de aquí era blanco y negro.
Yo era de las Nuevas Generaciones, secretario general en Andalucía. Y era una persona muy vinculada al Ayuntamiento, porque entonces, el presidente de las NNGG era Jaime Bretón, concejal. Ahí contacté con Soledad Becerril, pero estaba más vinculado a Alberto Jiménez-Becerril. Me hicieron la propuesta de ser responsable de prensa, en un tiempo en que apenas existían responsables de prensa. Hasta entonces, esas tareas eran para concejales. Estuve un periodo de tiempo largo, cuando era Alianza Popular. Tras la coalición con Alejandro Rojas Marcos, fui jefe de prensa del Ayuntamiento. Hasta que llegó aquel 1998.
"Alberto y Ascensión eran mis mejores amigos. Me trastocó personal y políticamente, es difícil que la gente lo entienda si no lo has vivido"
Para mí fue una auténtica tragedia personal. Me trastornó en lo personal, y también políticamente. Yo quería salir de ahí. Seguí en temas de comunicación, pero ya en el Parlamento. Alberto era mi mejor amigo, y también Ascensión. Mi vida era ir los fines de semana a cenar a su casa con mi mujer entonces, o ellos venir a la mía, tal vez salir juntos. Es difícil que la gente lo entienda si no ha vivido una cosa de esas características, pero te garantizo que te trastoca la vida. Fueron años en que necesité reubicarme como persona, porque no entendía nada. Luego, me llamó Pepe Torres Hurtado para ser jefe de comunicación de la Delegación del Gobierno en Andalucía, hasta que nos fuimos de un día para otro, tras los atentados de Atocha, porque eran unas elecciones que en teoría el PP iba a ganar, pero de jueves a domingo el PP las perdió. Pasé unos años en la Asociación Independiente de Emisoras, que hacía informativos para teles municipales. Luego me incorporé de nuevo cuando Antonio Sanz me llamó.
Me motivó mucho. Hasta entonces éramos el eterno segundo partido de Andalucía, y siempre entendí que teníamos que hacer algo distinto, una apuesta rompedora. Cuando Juanma Moreno plantea que quiere ser presidente del PP andaluz, mucha gente no creía en él, pero yo estaba convencido. Una persona nueva, joven, con un discurso distinto, e incluso con unas maneras distintas. Para que te vote alguien, lo primero es que no te rechacen. Y Juanma no generaba ningún rechazo. Ese era el primer peldaño que yo entendía que había que subir. Y la gente decía que sí, pero que no despierta grandes pasiones. Juanma, por su carácter, quizás, es un hombre nacido para gobernar, no para estar en la oposición. Ahí tienes que ser incisivo, atacante. Juanma es una persona de entendimiento, de cordialidad, de consenso. Mucha gente, fuera y dentro, no lo veía como la persona. Por eso nos costó tanto a su equipo, un equipo reducido de personas, convencer. Lo que son las cosas, tuvo solo una oportunidad, y demostró que era el presidente que Andalucía necesitaba. Ahora está avalado por una mayoría tan amplia que, si a alguien le hubieran dicho que algún día gobernaría con mayoría absoluta, no se lo habrían creído.

Ha cambiado una cosa importante. La gente, en cualquier estudio, no se sitúa ya a la izquierda o la derecha, sino entre la moderación o la radicalidad. Nosotros ofrecíamos un discurso de moderación absoluta, integrador. Aquí cabe todo el mundo, no se le pregunta a nadie qué ha votado antes, o qué piensa ideológicamente, sino si quiere sumarse a construir una Andalucía capaz de competir, que es lo que no era Andalucía antes. El PSOE construyó una Andalucía del conformismo, y le funcionaba. "Históricamente, hemos sido la comunidad más maltratada. No tenemos los mismos medios que los demás, nos tiene que ayudar...". Ese era el lenguaje del PSOE, y les funcionaba. Pues después de 37 años, las cosas a lo mejor dejan de funcionar. Hubo cambios generacionales en Andalucía y nuestro proyecto ofrecía otra cosa desde el diálogo, el consenso. Y la oferta era que hay que creerse lo que somos, que si esta tierra se pone a funcionar, puede ser la más potente de España, puede mirar a los ojos a Madrid y Cataluña. A lo mejor, a las generaciones anteriores les costaba creérselo, pero a la generación del momento en que Juanma llegó aquí, les convenció. Inicialmente los resultados no eran buenos, perdimos diputados en 2018, pero Juanma pudo gobernar y poner Andalucía a funcionar. Así se ha convencido a la gente.
Sobre la noche electoral de 2018: "Había gente que no tenía determinada información, incluso dentro del partido"
Hay que diferenciar entre la opinión que pudiera haber fuera del partido, e incluso dentro del partido pero sin información. Algunas personas muy cercanas al círculo del presidente teníamos determinada información, y yo dirigía su campaña, junto a otras personas como Elías Bendodo. Nadie veía esa fuerza de Vox, pero estaba ahí. Entraba, y con ímpetu. Junto a eso y a Ciudadanos, había una opción clara de sumar según nuestros cálculos, aunque no estábamos en un buen momento. Pudo ser una sorpresa para quien no manejara esos datos, o quien hiciera valoraciones desde el voluntarismo. Yo tenía datos de que había medio millón de personas dispuestas a votar al PSOE, pero no a Susana Díaz. Y es lo que pasó. Sobre la irrupción de Vox, había quien pensaba que serían dos o tres diputados, pero yo los datos que tenía no eran esos. Además, en los últimos días esas expectativas de Vox crecieron. Y la posibilidad se dio.
Tanto no, estábamos en la prudencia, pero tenía expectativas positivas.

Intento dirigirlo con humildad, que es como he procurado siempre ser en el partido. He aprendido mucho del talante de Juanma, que es un hombre de comportamiento humilde, sencillo, que es como parece que es en la tele. Es de los que si te ve te pregunta por tu familia, el que se acuerda de si alguien está malo. Cuando me nombró portavoz del grupo, me lo comunicó cinco minutos antes de anunciarlo. Me pidió un grupo unido, donde no haya problemas, donde todos tengan espacios para trabajar, donde no haya familias. Me dijo además que no se tiene que notar que tenemos mayoría absoluta, porque es un voto prestado. Intento que todo lo que se pueda se consensúe. El grupo parlamentario, aunque está feo que lo diga, es una auténtica familia, estoy orgulloso. Vamos en la misma dirección, se valora mucho el trabajo, la iniciativa propia de los diputados. Aunque tengo ya un dolor en el brazo de tanto ofrecer la mano a la oposición y que no la coja nadie. Nadie quiere acuerdos. Son estrategias de partido. Les interesa decir que esto es un rodillo, y si acuerdan con nosotros, rompen su propio discurso.
Pero, por ejemplo, hace poco apoyamos una ley que presentó Por Andalucía sobre el acceso de las personas con discapacidad a la función pública, o la gratuidad de las gafas, que presentó Adelante Andalucía. Hemos prestado votos para que vayan al Congreso a defender esa ley en Madrid, en el Congresos. 58 tíos del PP votando a favor de que vaya José Ignacio García, que son dos diputados, eso no se ha visto nunca. Pero hago lo que me pidió Juanma, buscar consensos. Y al final, la respuesta es la misma, el enfrentamiento. El otro día se dijeron palabras gruesas en la junta de portavoces, o se insulta al presidente del Parlamento, o se ríen del letrado mayor de la Cámara, que es un funcionario. Es una etapa complicada porque hay gente interesada en que no haya entendimiento, en que traslademos al Parlamento lo que hacen en el Congreso.
"Con un proyecto extraordinariamente conservador, no vas a gobernar nunca"
Absolutamente. Antes me preguntaba si Andalucía se había vuelto de derechas. Antiguamente, en las encuestas de situación ideológica, en Andalucía se ubicaban en el siete, siendo el 1 extrema derecha y el 10 extrema izquierda. Esto quiere decir que hay una sensibilidad que hace que si presentas un candidato con un proyecto extraordinariamente conservador, no vas a gobernar nunca. Eso sería no entender Andalucía. ¿Qué le hacía falta al PP? Primero, un candidato integrador, que ensanche la base social. Y luego, una gestión para mejorar la vida de la gente, que es lo que a la gente le va importando cada vez más de los gobiernos. "Oye, ¿este tío me soluciona o no me soluciona mi problema? ¿Es útil o no lo es?". Eso Juanma lo entendió muy bien y ahí está el resultado.
Hemos tenido una evolución muy positiva en estos seis años. Es una realidad, e independientemente de que lo diga yo, ahí están los datos. Miras los datos de crecimiento y crecemos más que España. La mitad del empleo creado en España es en Andalucía. Baja la afiliación a la Seguridad Social en España y sube en Andalucía. Ese acortamiento progresivo se está produciendo. Somos líderes en autónomos, por encima de Cataluña. Somos la segunda comunidad que más empresas tiene. Récord en exportaciones, en inversión exterior. Y en temas sociales, caída espectacular del fracaso escolar. En cuanto a las familias en riesgo de pobreza, la oposición se agarra a un pequeño traspiés en la evolución, pero si coges la cifra de los seis años, hemos recortado cuatro puntos con respecto a los datos nacionales. En fin, son cifras que demuestran un camino de mejora. Además, todo lo hemos hecho bajando los impuestos.
Sobre el dato del presupuesto de sanidad: de 9.400 millones en el último año de Susana Díaz, a 15.200 millones. Es una subida por encima del 50%. ¿Qué pasa? Pues que esto no es una comunidad, es como un país, ocho millones y medio de personas. Esto es Portugal tumbado. Hay que ser iluso para pensar que no habrá problemas. Hay que mejorar mucho. No hay un sistema de salud pública más grande que el de Andalucía. En España está el sistema nacional y luego el nuestro. Además, hay que dar cobertura sanitaria en una sociedad cada vez más envejecida, una sociedad que viene de la pandemia, con una situación particular que es la falta de médicos. Eso genera problemas y se está viendo. ¿Cómo se enfrenta eso? Con decisión. Había un problema gravísimo de listas de espera. Hace un año se inició un plan de choque. La lista de espera de operaciones se ha reducido un 40%. Hay que mejorar en atención primaria, evidentemente, y en eso está trabajando la Consejería. Se alcanza en la dependencia, aunque tenemos una losa, y es que el 50% de la financiación la tiene que poner el Gobiero de España por ley y no la pone. Es fácil decir que la dependencia tiene que ir mejor, pero no ponen el dinero. Pues lo tiene que poner Andalucía, y la verdad es que resulta más complicado. Yo creo que los problemas se afrontan con decisión y los resultados van llegando.

Yo no creo que se haya dificultado el acceso a la sannidad. Se nos olvida que, en la época del PSOE, hubo medio millón de personas protestando por la sanidad. Ahora hay manifestaciones, es lógico que haya malestar, pero las cosas no se parecen ni de lejos a lo que había. El PSOE tenía medio millón de personas en las listas de espera, pero debajo de la alfombra, en el cajón, otro medio millón más. La sanidad era un caos. Ahora no es un caos, es un sistema con problemas. Cambiar un modelo como el de salud es como cuando haces una reforma integral en una casa y vives en ella. ¿Va a quedar mejor? Sí, pero las incomodidades durante el proceso van a ser importantes. Lo están siendo. Yo le diría a la gente que trabajamos con intensidad y esfuerzo, no solo de políticos, sino también de profesionales de la sanidad. Los resultados ya están llegando en reducción de listas de esperas diagnósticas y de operaciones.
Hemos pedido al Gobierno que solucione el problema de Muface. Es muy fácil decir que las empresas piden cosas que no se pueden asumir, y levantarte de la mesa. Levantarse de una mesa es lo último que debe hacer un Gobierno. En Andalucía afecta a 400.000 personas. Supondría mucho asumir de pronto eso, con la incertidumbre que supone un Gobierno que no se caracteriza precisamente con el cumplimiento de su palabra, como para esperar que aporte la financiación que acompañe a esas 400.000 personas nuevas, algo que va a sobrecargar el servicio. Muface es un sistema que ha funcionado. En el debate han llegado a decir que es que es un sistema que viene del régimen anterior. Eso es una ridiculez.
Sobre los contratos de emergencia: "No hablamos de que nadie se haya llevado dinero, sino sobre si se ha usado un procedimiento u otro"
No sé si administrativamente se ha hecho algo mal o no, pero sí que se han hecho legalmente. En el fondo de la cuestión, y por eso hablo de 'escándalo fake', el PSOE es un partido con muy serios problemas de corrupción. Coja cualquier medio de comunicación y lea sobre Aldama, Koldo, Begoña, Ábalos... La corrupción está ahí, rodeando al presidente del Gobierno, y el corsé es cada vez más estrecho. La sensación es que esto va a tener un final malo para ellos. Es evidente que el PSOE reacciona contestando que los demás sean como ellos. En los contratos, no hablamos de que nadie se haya llevado dinero, ni comprado un piso, donde por lo visto tenían encuentros de diversa naturaleza... No, no hablamos de esas cosas, sino de determinadas cuestiones de contratación en la sanidad pública siguiendo un procedimiento administrativo u otro, o se haya abusado de un procedimiento cuando a lo mejor no se debía haber abusado. Eso es lo que se está hablando. Pero en todo esto se pierde la perspectiva, que es la vida de las personas. A mí me gustaría que se le preguntara a un paciente oncológico o alguien a quien hayan operado a vida o muerte de corazón, si le parece bien el procedimiento de emergencia para contratar maquinaria o herramientas del tipo que sean, posibilitando que esa persona hoy siga viva. Que le pregunten a esa persona si el procedimiento de emergencia estaba justificado o no. Eso es lo que la Consejería mantiene, ese es el motivo para seguir utilizando contratos de emergencia. Ojo a las estrategias políticas, porque a veces se olvida que detrás de los discursos aquí o en rueda de prensa está la vida de la gente.
Sobre las encuestas, no me fijo tanto en los números de diputados, sino en cómo se perciben las cosas. Mi sensación es que la confianza que los andaluces depositaron hace dos años y medio en Juanma sigue casi intacta. Y que la escasa confianza de los otros sigue siendo tan escasa como entonces. Yo creo que estas cosas no están teniendo el efecto que sus autores pretenden. De todas maneras, hay que trabajar. Cualquier formación política tiene todo el derecho a denunciar lo que considere oportuno. Es importante que tanto la Consejería como el SAS pongan todas las facilidades del mundo al procedimiento judicial. No debe haber impedimentos. Recuerdo en el caso ERE cómo ese Gobierno cerraba las puertas a la jueza Mercedes Alaya. Era tremendo, mandaban todo a cuentagotas, no daban los medios para que el juzgado pudiera trabajar.
Son los datos los que dan razones, y quiero demostrar que la Andalucía de hoy es mejor que la de hace dos años y medio, en el inicio de la legislatura, y mucho mejor que la de hace seis años, cuando llegó Juanma a la Presidencia. Haremos un recorrido que dibuje cómo era Andalucía entonces y cómo es ahora. Es estabilidad, certidumbre, moderación, frente a un Gobierno de España es un guirigay absoluto, de pelea constante. Han roto con la seguridad jurídica porque no hay separación de poderes, se han valido de la Justicia. Y en esa comparación, también hablaremos del estado del Gobierno y el estado de la oposición en Andalucía.
Hay partidos en caída libre, en una auténtica guerra civil, y eso es malo para esos partidos, pero también para Andalucía. El día que el PSOE quiera volver a tener opciones de gobernar, previamente habrá tenido que poner en pie un proyecto ilusionante, que conecte con la gente, convincente. A día de hoy no se cumplen ninguna de estas tres premisas. En el PSOE no es que se discuta si Juan Espadas va a seguir, sino quién lo va a sustituir. Casi todo el mundo da por hecho que no va a seguir. Se va a comer los polvorones, pero no las torrijas como líder del PSOE andaluz. Y si miras el resto de grupos, igual. Por Andalucía es un reflejo de lo que pasa en Madrid. Son cinco diputados y casi no se hablan entre ellos. Y todo, mientras el Gobierno de Andalucía y el grupo parlamentario popular no tienen que obedecer a ninguna voz a nivel nacional en el partido. El resto son delegaciones de sus jefes en Madrid. Vox, antes de votar, tiene que llamar a Madrid para preguntar qué votan. En el PSOE, Juan Espadas se ha puesto de parte de Pedro Sánchez, aunque eso suponga ponerse frente a los intereses de Andalucía.

A diferencia de otros partidos, en los dos. Yo era un chaval joven cuando empujé la puerta de la sede de un partido porque no estaba de acuerdo sobre cómo se gobernaba en mi tierra. Y una cosa que no entendía era por qué me daban a mí lecciones de andalucismo. Soy más andaluz, o al menos igual, que nadie. Pero aquí había un partido que había decidido que esa bandera era la suya. Y como yo, miles de jóvenes no lo entendían. Uno de esos era Juanma Moreno. Cuando ha llegado a la Junta, ha demostrado con sus decisiones que esa bandera no es la de un partido, sino la de ocho millones y medio de andaluces. Aquí el PP firmó un documento, cuando estábamos en la oposición, exigiéndole a Mariano Rajoy un nuevo sistema de financiación. Como comprenderá, eso no era sencillo. Eso te da una fortaleza para imponer tu hoja a tu propio partido a nivel nacional. No dudamos en hacerlo. Y fíjese, seguimos exigiendo lo mismo al presidente que hay ahora, y el PSOE, que promovió aquel debate, ahora no dicen ni mu sobre financiación autonómica. Ser andalucista es eso, es pelearte con quien haga falta para defender los intereses de Andalucía. Por eso nos sentimos tan cómodos en el 4 de diciembre.
Y en el seis de diciembre, pero no hay ningún partido que defienda como el PP la Constitución. Todos la quieren cambiar, a derecha e izquierda. La Constitución es fundamental para Andalucía, el Estado de las Autonomías sobre el principio de solidaridad entre los territorios. Hay territorios que han estado mejor en sus condiciones para desarrollarse con más facilidad y otros que lo hemos tenido más complicado. El principio de solidaridad es fundamental para que vayamos redistribuyendo y creciendo por igual. Es intolerable que una persona por nacer en Barcelona tenga más derechos que yo, eso va contra la igualdad. Aquí se perdonan delitos a los independentistas porque interesa a Pedro Sánchez. Eso no puede ser. Esos dos principios, solidaridad e igualdad, son intocables para Andalucía.
Lo políticamente correcto sería decir que no. Pero igual yo soy políticamente incorrecto. Juanma Moreno ha supuesto un avance en todos los sentidos para el PP en Andalucía, una conexión con la sociedad que necesitaba, que nos hacía falta, que no era sencilla, porque las fuerzas políticas, cuando son muy grandes, mastodónticas, tienen difícil moverse ideológicamente. Juanma ha zarandeado Andalucía, la ha convencido de sus posibilidades, y estar orgullosa de sí misma. Pero también al PP lo ha zarandeado, le ha hecho creer en sus posibilidades.
Comentarios