"Feliz, activa y disfrutona"
El rostro infantil de Irene Villa González (Madrid, 1978) salió en todos los periódicos y televisiones del país a principios de los años 90 del siglo pasado, después de que fuera víctima de un atentado de la banda terrorista ETA. Con doce años, perdió las dos piernas y tres dedos de una mano. A su madre, María Jesús González, funcionaria de la Dirección General de la Policía, la bomba le cercenó una pierna y un brazo.
Pero hace mucho tiempo que perdonó a los terroristas que pusieron la bomba en el coche en el que el 17 de octubre de 1991, con su madre conduciendo, se dirigía hasta el colegio. La primera vez que vio a su madre tras el atentado fue ante las cámaras de televisión del programa De tú a tú, que presentaba Nieves Herrero. Un reencuentro televisado que fue el inicio de sus múltiples apariciones en medios. Primero, como entrevistada. Muchos años después, como periodista.
Villa quiso estudiar Derecho, porque pretendía "cambiar las leyes para que los terroristas cumplieran sus penas íntegras", pero optó por Comunicación Audiovisual, para "agitar conciencias" y "promover la justicia social". También es licenciada en Psicología y en Humanidades. Y se refugió en el deporte. Concretamente, en la esgrima, handbike, piragüismo y esquí adaptado, llegando a ser esquiadora paralímpica, y acumulando un buen número de medallas y reconocimientos.
"Me considero una trimadre feliz, activa y disfrutona, alguien que contagia su ilusión por la vida para que nuestros ojos nunca dejen de brillar". Así se define a sí misma Irene Villa, que imparte conferencias, trabaja en medios de comunicación y también es escritora. Esta semana, participa en Jerez en varios actos. Uno en el Palacio de Deportes, donde el equipo inclusivo Unión Baloncesto Jerez la nombra madrina de honor. También en los Claustros de Santo Domingo, donde presenta su libro Saber que se puede. A pie de pista, después de hacer el saque del partido que disputa el equipo jerezano, atiende a lavozdelsur.es.
Me he llevado una gran sorpresa al ver que es un equipo inclusivo. Pensaba que contaba solo con personas con discapacidad, pero luego también hay personas estándar. Eso me encanta, porque el mundo es diverso, la sociedad es diversa y antes la discapacidad se escondía y ahora no solo no se esconde, sino que estamos de moda. Estamos en el mundo, competimos, estamos en el esquí, en el baloncesto, en el Camino de Santiago, en el Sella... Yo estoy haciendo mucho deporte y creo que es importante dar visibilidad al deporte adaptado.
"La discapacidad se escondía y ahora estamos de moda"
Precisamente, este libro ha cambiado bastante. El principio sería el mismo, porque obviamente el pasado está ya escrito. Pero sí que me han pasado cosas nuevas. Tengo otra perspectiva. Cuando pasas ya el cuarto piso, tu mente se serena más. Ves todo con más perspectiva. Y creo que puedo seguir ayudando a gente de cualquier edad, porque yo siempre me he dedicado más a las niñas y a los niños, porque me pasó cuando era una niña, pero me he dado cuenta de que también los adultos se caen, tienen dificultades, y ven el presente como amenazante y doloroso. Y este libro es para todos ellos, para que vean que da igual la etapa, que siempre hay problemas y circunstancias que resolver, pero que perdonando, agradeciendo y confiando se puede lograr. Teniendo una vida serena, estable y feliz.
Sobre todo esos tres pilares que comentaba: vivir en el perdón, porque siempre hay algo o alguien a quien perdonar, vivir en la gratitud, porque es el imán de todos los milagros, de todas las cosas buenas que nos pasan. Todo eso viene después de tener una energía de agradecimiento y de confiar en la vida y en ti, porque las etapas que todos recordamos más negativas o más dolorosas han sido por falta de autoconfianza, falta de autoestima. Y ahí es cuando se te viene el mundo encima. Tenemos que vivir con otra energía.
Llegué al orientador antes de entrar en la universidad, queriendo estudiar Derecho, diciendo que yo quería cambiar las leyes para que los terroristas cumplieran sus penas íntegras, porque yo empecé en 1996 la carrera y ahí todavía las penas de los terroristas eran pequeñas. Los sacaban por buena conducta y me parecía una injusticia. Y me dijo el psicólogo de la universidad que, aunque hiciera Derecho, no podía cambiarlo. Que desde el cuarto poder que son los medios podía agitar conciencias y promover la justicia social. Y dije venga, vale, pues Comunicación Audiovisual, porque me gusta la radio y la tele. Y a eso me dedico.
Sí, sobre todo promoviendo la reconciliación, el amor, el perdón, algo que es importante en cualquier sociedad. Pero tampoco hay que olvidar la memoria, la dignidad y la justicia.
"Quería estudiar Derecho para cambiar las leyes y que los terroristas cumplieran sus penas íntegras"
Me ha venido a la mente saber que se puede... Pero el titular sería: La única derrota es rendirte. La única derrota es tu actitud. Si te rindes hoy, estás derrotado.
En mi caso fue mi madre la que me dijo: perdónales porque no saben lo que hacen. Y yo lo entendí así. Es verdad, yo no tengo por qué cargar con la porquería de otro. O sea, quien hace daño es porque siente que no está bien, porque algo le falta. Sin embargo, cuando tú no perdonas, cargas con su porquería, con su mochila tóxica y con su negatividad. Yo no quería. Yo prefería tener una vida sana y empezar de cero.
Es una misión que nadie olvide los 50 años de terror que hubo en España y sobre todo lo tomo como un tributo a las familias que han perdido a sus seres queridos, que algunos me consta que no son capaces de perdonar. Pero yo les digo que es la única forma. El pasado no lo vas a cambiar, pero el perdón mejora el futuro, aunque no te devuelvan ni a tu hijo, ni a tu marido, ni a tu hermano, sí que mejora tu futuro porque tú te sientes liberado de ese pasado.
Yo soy una persona normal. Mis compañeras de esquí, que son gaditanas, me dicen que todavía me sorprendo cuando me paran en Sierra Nevada. Yo no soy consciente de nada, o sea, ni de ser conocida, ni de ser referente, ni de ser ejemplo de nada. Soy una persona normal, que hace deporte, que cría a sus hijos, que está enamorada, que le da una nueva oportunidad a su vida y a su corazón. Después de haber pasado, como mucha gente, por algo muy doloroso como es un divorcio, en septiembre me caso y eso es lo que vale. ¿No vas a ser tú el reflejo del amor que quieres ver en la sociedad? En ese sentido, si eso es ser un referente, pues yo encantada. Yo quiero que la sociedad vibre en amor, que vibre la energía alta y la energía más alta es el amor. No hay una energía más elevada que el amor incondicional, o sea, querer incluso hasta a quien te ha jodido en la vida.
Pues alucino, pero porque pienso que no tienen ni idea. O sea, los que les votan no tienen ni idea de dónde viene esa formación y lo que ha hecho a la gente. Antes de ser una formación política era... no sé cómo llamarlo. Un grupo terrorista. Ese es el origen y es duro. También te digo, prefiero que hagan lo que tengan que hacer desde un partido político, obviamente, antes de que sigan poniendo bombas. Yo lo que quiero es que haya paz. Y si les votan, pues como persona que respeta la democracia, lo acepto.
Sí, han intentado que entre, pero no es mi campo. Me gusta más el campo de la psicología, del deporte. La política no me gusta. Ni la comprendo, ni la entiendo, ni tampoco me veo reflejada. Lo que yo defiendo y lo que yo quiero tendría que estar en todos los partidos, que es sentido común, trabajo en equipo, progreso de todo nuestro país, ayudar a todas las capas sociales, las capas empresariales... Los que tiran de España para arriba. Defiendo el sentido común y el progreso de España. Yo estoy metida en cuestiones relacionadas con discapacidad, pobreza, violencia de género. Esos temas me interesan. También me interesa que el país vaya hacia adelante, no hacia atrás.
He estado alejada de eso. Sé que hay varias asociaciones que están luchando y no creo que se sientan abandonadas. Yo creo que se sienten apoyadas, que tienen visibilidad.
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