Javier Fernández de los Ríos (1972), alcalde de La Rinconada, donde suma cinco mayorías absolutas, presidente de la Diputación de Sevilla, y secretario general de los socialistas sevillanos repasa en una entrevista con lavozdelsur.es la actualidad política y habla de proyectos de futuro y necesidades acuciantes en Sevilla y provincia, principalmente en materia de vivienda y sanidad.
En plena campaña de las elecciones europeas, en el ecuador de la legislatura en Andalucía, y tras cumplir un año desde su quinta aplastante reválida como regidor en su municipio, el dirigente político recorre los pasillos de la institución provincial saludando a todo el mundo y llega a los Jardines de Murillo para hablar, entre otras muchas cosas, de que estos días en su pueblo, uno de los más pujantes de Andalucía a nivel social, cultural y económico, andan de Feria. 70 casetas abarrotadas en la llamada Feria de El Abrazo.
Un abrazo que Fernández de los Ríos quiere hacer extensible a todas las administraciones públicas para saldar cuentas pendientes con la provincia más poblada (2 millones de habitantes) de la comunidad más poblada de España. Además, en esta pieza también habla de la actualidad interna de su partido y del nuevo horizonte que se abrirá tras el 9J: llegar a 2026 un proyecto con garantías de salir a competirle a Juanma Moreno la presidencia de la Junta de Andalucía.
(Ríe) Tiene que serlo. Lo importante al final es ser capaz de organizarte y tener claro hacia dónde quieres llevar las cosas. Siempre he hablado de la doble ‘g’: la ‘g’ de gestión y la ‘g’ de gobierno, y ambas son muy importantes. Para poder tener una gestión y un gobierno eficaz, y todo eso hacerlo lo más llevadero posible, hay que saber hacia dónde te quieres dirigir. La experiencia me dice que la clave es marcarte los objetivos a corto, medio y largo plazo, y en función de eso te marcas el día a día. Lo vamos llevando, pero soy un hombre de equipo, nunca me ha dado miedo rodearme de gente lista e inteligente, y sobre todo, de gente solvente, decente y trabajadora. Es lo que he hecho en La Rinconada y lo que me he encontrado en una Diputación fuerte, con músculo y con muchas posibilidades de ser muy útil y un motor muy fuerte para la provincia. Y por supuesto, también en el partido. Sin precipitarnos, sin miedo a nada e innovando, y en este sentido, las cosas van razonablemente bien, aunque desde el inconformismo, todo sea manifiestamente mejorable.
Ley de Amnistía: "Es polémica, pero la obligación de un gobernante es mantener la convivencia"
Creo que el gran problema de fondo que tiene la derecha en este país es que solamente entiende la democracia cuando gobierna. El problema de Feijóo y el PP es que el pasado 23 de julio hubo unas nuevas elecciones en las que, en ninguna de sus hipótesis, figuraba que Pedro Sánchez siguiera como presidente del Gobierno. El PP con esas declaraciones hace una enmienda a la democracia en este país, que ha hablado claramente y ha hecho que los números no le salgan. El problema es que los poderes fácticos del país no estaban preparados para volver a tener a Pedro Sánchez de presidente. Pero es que aparte, con estos pataleos, el PP lo que no quiere es que se hable de economía, y España va mejor que nunca. Hay 21 millones de personas trabajando y los jóvenes que no tenían ni formación, ni empleo han pasado de un 22% a un 12%. Son cifras históricas y cambian ese paradigma de la gran bandera de la derecha, que era la economía.
"Los poderes fácticos del país no estaban preparados para volver a tener a Pedro Sánchez de presidente"
El derecho y la gran obligación de un presidente del Gobierno, de un gobernante, es intentar buscar un escenario en su país de convivencia, de tranquilidad, un escenario en el que la gente se sienta razonablemente incluida e integrada en el país. Y la Ley de Amnistía es una ley polémica, evidentemente, no puede ser de otra manera, son respetables las posiciones de todo el mundo, pero al final, creo que lo ha explicado muy bien el presidente del Gobierno, es una ley de oportunidad: de reconectar, de resetear, de empezar de cero, de pasar página de una de las historias más graves que ha habido en democracia en estos años… historia que, por cierto, se produjo gobernando el PP, cuando hubo las urnas en la calle y una declaración unilateral de independencia por parte de Cataluña. El PP fue una fábrica de independentistas y el PSOE ha tenido la capacidad, y en las elecciones catalanas lo hemos visto con Salvador Illa, de que el independentismo esté en las peores cifras electorales de su historia. La derecha tiene la necesidad imperiosa de generar conflictividad y confusión para no hablar de los temas importantes que preocupan a la gente.
Elecciones europeas del 9J: "No quiero que la gente me vote para frenar a otro, me gusta hacer campañas propositivas"
Estoy convencido, y es el trabajo que estamos haciendo estos días, de que estamos ante unas elecciones que son vitales porque prácticamente el 60% de las decisiones que hoy se toman en este país, o que afectan a este país, dependen de prerrogativas, de normativas, de directivas y de directrices que vienen de Europa. La primera tarea que hemos intentado estos días es ir al territorio a hacer ver a la gente la importancia de estas elecciones para nuestro futuro. Y aquí, estamos intentando también que la gente visualice que hay dos modelos absolutamente diferentes: el modelo de los derechos, que ratifica verdaderamente el sentido de esa Europa abierta, con las personas por encima de todo, una Europa inclusiva, que tiene la capacidad de intervenir políticamente en los grandes conflictos bélicos que hoy por hoy hay en el mundo. Y después está la otra Europa, la de quienes quieren el poder para romper el sueño europeo, ese sueño de sentirnos integrados en el mayor lugar democrático y de paz del mundo. No hay ningún pueblo de Sevilla, y Andalucía, donde no haya algún cartel de obra pública, de inversión energética, o de lo que sea, donde Europa no esté presente y, por tanto, la gente tiene que visualizar la importancia de estas elecciones.
Y después estamos intentando también decirle a la gente que cuando llegan los momentos difíciles no es lo mismo que en Europa gobiernen unos que gobiernen otros. Se vio con la salida de la crisis de 2008, que salimos con un austericidio, con recortes y eliminación de derechos por algo que la gente no había creado; y luego se ha visto tras la crisis con la pandemia, y con todo lo que ha afectado con la crisis inflacionista con motivo de la guerra de Ucrania, de la que se ha salido con más recursos públicos, inyectándole dinero y dándole un giro a la economía, haciéndola más sostenible, con menos dependencia de la energía tradicional…
Y sobre todo, y por último, tenemos que intentar que la gente vaya a votar. Hubo 40 años en los que la gente no podía votar en este país, por lo que, cada vez que te pongan una urna por delante, hay que ir a votar. Solo por quienes no pudieron votar ya merece la pena, pero luego, hay que decidir qué se vota: voto progresista y socialista, o voto por una Europa oscura que quiere poner muros, que cree que el cambio climático no existe o que plantea que hay ciudadanos ilegales. En este mundo no hay nadie ilegal, otra cosa es que llegue gente que, por vivir en un determinado territorio, haya que trabajar con ella y haya que, verdaderamente, plantear políticas para evitar desequilibrios. Hay grandes diferencias en el voto y yo creo que que, hoy por hoy, votar socialista y votar a Teresa Ribera y a Lina Gálvez, que es la candidata andaluza, merece la pena. Hay una gran diferencia entre una oferta y otra.
A mí me gusta normalmente hacer campañas electorales muy propositivas y muy proactivas, no quiero que la gente, a priori, me vote para frenar a otro.
Quiero que la gente sepa que nosotros tenemos un proyecto político para cambiarle la vida y para que de alguna manera pueda tener oportunidades y esperanza. Cuento mi proyecto y quiero que el ciudadano vote nuestro proyecto político. Y, por otro lado, nuestra obligación es advertir cuál es la alternativa al proyecto político socialista, en cuanto a lo que significaría que gobernase la derecha y la ultraderecha, pero siempre desde una posición, insisto, de oportunidades y de poner en valor lo que significamos.
¿PP-Vox en un gobierno en Sevilla?: "No tenemos dudas de que el acuerdo se va a retomar tras el 9J"
Creo que se ha demostrado claramente una cosa en España. Los gobiernos en los que el PP ha cerrado acuerdos con Vox son retrógrados y son gobiernos en los que la ultraderecha está condicionando cosas que en España estaban muy consolidadas y muy asentadas: políticas de igualdad, políticas LGTBI, políticas de integración, políticas contra la violencia de género… Y el caso de Sevilla es muy paradójico. Uno tiene la sensación de que nos están intentando tomar el pelo. Es decir, había un acuerdo de gobierno de PP y Vox en el Ayuntamiento de Sevilla. Eso es claro. ¿Qué ha ocurrido? Pues que el líder de San Telmo, el que manda en el PP de Andalucía, ha mandado parar y ha desautorizado absolutamente al alcalde de Sevilla porque entiende que le iba a venir muy mal de cara a esta campaña de las elecciones europeas.
Nosotros no tenemos dudas de que cuando pasen las europeas se va a retomar ese acuerdo del PP y Vox para cerrar un gobierno en Sevilla que va a condicionar totalmente todos los grandes cambios que se han hecho en Sevilla en los últimos años con gobiernos progresistas, tanto en inversiones en políticas de barrios como en las políticas sociales que emanan del Ayuntamiento. Todo eso está en juego en el momento en el que Vox entre en el gobierno para afianzar las políticas de Sanz.
Impulso a la provincia de Sevilla: "No vamos a pedir perdón por haber nacido en Sevilla; Moreno tiene que darnos lo que nos corresponde"
Por mi parte, no hay nada de utopía. Fui a ver al presidente de la Junta de Andalucía, y le llevé un documento, que podía ser mucho más extenso, porque hay muchas más necesidades, pero quise ser muy pragmático. Le llevé, a mi modo de ver y al modo de ver de esta Diputación provincial, cuáles son las diez cuestiones, muchas de ellas de carácter inmediato, en las que la Junta de Andalucía tiene que arrimar el hombro y poner recursos en Sevilla de una vez por todas, que no los está poniendo para poder resolver problemas, algunos endémicos y otros de voluntad política
En el documento le digo: para este año vamos a poner 20 millones de euros para un plan más social para los pueblos de la provincia, planes de empleo, planes sociales, planes de ayuda. Si la Diputación pone 20 millones de euros y la Junta pone otros 20, en vez de llegar a X llegamos a X por dos. Y fui a llevarle el problema de la sanidad. Lo que queremos es que la sanidad pública sevillana vuelva al estatus quo de antes de la pandemia. No me parece una sanidad pública de calidad que en la Sierra Sur sevillana, donde había 31 médicos de cabecera antes de la pandemia ahora sean 15. Y que un médico, en vez de pasar 20 visitas al día, pase a 60. ¿Qué calidad sanitaria es esa? O que haya 15 municipios que no tienen urgencias médicas por la noche. Hay pueblos de la provincia de Sevilla en los que la gente tiene prohibido ponerse enferma porque no tiene médico. Entonces, son medidas muy concretas. Pero es que luego le he planteado también cuestiones de largo plazo. Hay que estudiar las áreas de oportunidades empresariales de Sevilla para que la provincia sea un buen lugar para invertir.
Hemos metido infraestructuras hídricas, desde el punto de vista de la inversión del canon de infraestructura para, fundamentalmente, depuradoras. Hay municipios a los que la Confederación está multando por estar vertiendo todavía a arroyuelos, a cauces de arroyos, o al río. Defina esas 15 depuradoras que faltan en Sevilla y haga lo que le corresponde. O le hemos dicho que en Sevilla hay 3.500 kilómetros de carreteras, 1.500 de la Diputación y 2.000 de la Junta. Hagamos planes integrales para que ambas administraciones coordinemos arreglos en las carreteras. Todo lo que estoy planteando me parece absolutamente lógico. Son diez medidas y, evidentemente, espero que no se tarde mucho en dar respuesta, porque al final no es a mí al que benefician. Estoy velando por la salud y la calidad de vida de los sevillanos y sevillanas, por los que creo que también debería velar el presidente Moreno Bonilla. Es que Sevilla tiene 2 millones de habitantes, 700.000 en la capital y 1,3 millones en la provincia. Somos la capital de Andalucía, somos la provincia más poblada de Andalucía y no vamos a pedir perdón por haber nacido en Sevilla. Con lo cual, el presidente de la Junta tiene que darle a Sevilla lo que nos corresponde, pero se es un poco reacio a invertir en Sevilla, lo cual me preocupa enormemente.
Presión inmobiliaria: "Hay que construir 3.000 viviendas públicas para gente con necesidades y jóvenes en el área metropolitana"
Sí, fíjese que yo creo que se está produciendo un fenómeno que aquí en Sevilla es mucho más pronunciado. Aquí quien está creciendo desde el punto de vista de población es el área metropolitana. Está recibiendo población de la capital por la imposibilidad que tiene la gente de comprar una vivienda. Hay mucho atasco en temas urbanísticos y las viviendas están a unos precios absolutamente desorbitados. En segundo lugar, se está produciendo un fenómeno en el cual el área metropolitana también está recibiendo población de las segundas y terceras coronas. Entonces, lo que nosotros hemos planteado y es lo que hemos hablado con la ministra, y a Isabel Rodríguez le parece muy bien, es que hagamos entre todos un Plan Metropolitano de Vivienda Pública donde, a priori, no haya una gran dependencia de lo privado. El privado puede entrar, pero no puede condicionar el plan de vivienda pública.
Vamos a analizar primero cuál sería un plan de vivienda pública en el área metropolitana, Rinconada, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Utrera, el Aljarafe sevillano, y a partir de ahí decidir que hay que construir 3.000 viviendas públicas para gente con necesidades, para gente joven, y vamos a ponernos de acuerdo, poniendo una parte el Gobierno, la Diputación está dispuesta a meterse también en ayudar a construir vivienda pública, pero la Junta tiene que ser la que verdaderamente dé paso adelante, que es la que tiene el dinero. Tenga en cuenta que la Junta tiene 50.000 millones de presupuesto, Diputación tiene 500, un 1% del presupuesto de la Junta. Entiendo que la Junta tiene que ir a ocho provincias, que tiene más competencias, pero con su presupuesto y con lo que ha recibido del Gobierno de España y con lo que está recibiendo de fondos europeos, pacte usted con las provincias, cree usted de una vez por todas esa conferencia de presidentes de Diputación que le estoy pidiendo.
Me da la sensación de que no se quiere participación, se está gestionando más como blindaje del propio PP, que por cierto, no tendría problemas, porque gobierna seis diputaciones y dos el PSOE; pero es que creo que sería muy bueno que el presidente de la Junta de Andalucía se sentara un par de veces al año con los ocho presidentes de las diputaciones, porque nosotros somos los que conocemos mejor lo que pasa en cada territorio. Dediquemos un par de días al semestre a hablar con los presidentes y tengamos ese diagnóstico. De momento, no ha habido respuesta.
Frenar la despoblación: "Queremos cambiar el concepto negativo por un plan de repoblación"
Entre esos diez puntos importantes que trasladé está el tema de la lucha contra el reto demográfico, para intentar consolidar aquellos territorios que están teniendo problemas de despoblación. Hoy por hoy, la Junta de Andalucía no tiene ningún plan para las áreas de despoblación. Nosotros tenemos un plan, vamos a sentarnos, vamos a ver cuáles son las zonas de Sevilla afectadas, yo las tengo identificada, en la Sierra Morena, en algunos pueblos de la Sierra Sur, en algunos del corredor de La Plata y de la Campiña.
Vamos a cambiar el concepto negativo de luchar contra la despoblación, como si fuéramos a poner un muro para que nadie salga, para activar un plan para la repoblación. Nosotros queremos darles un cambio de paradigma, y que la gente se quiera ir a vivir a esos pueblos. ¿Cómo se consigue eso? Hay muchas fórmulas. Incentivemos la creación de empresas, alquileres con recursos públicos que cuesten al vecino 100 euros, planes de rehabilitación de vivienda, nómadas digitales en villas turísticas también como centros de coworking, mejoremos las carreteras… A lo mejor los médicos de esos pueblos tienen que tener un plus o hay que ayudar a que se monte en ese lugar un supermercado o una farmacia. Fíjate si hay cancha con todo lo que estoy diciéndole, pero es que la Junta tiene que poner dinero. Y luego, no podemos estar permanentemente pensando en las cuentas, hay asumir que hay servicios públicos que siempre van a ser deficitarios.
Tasa turística: "El turismo no baja por cobrar 1 o 2 euros por pernoctación"
Veo que el alcalde de Sevilla tiene un problema de mil demonios, porque el presidente de la Junta y presidente del PP de Andalucía no le deja hacer las cosas que tiene en mente. Le ha costado trabajo entrar en este tema, pero finalmente dijo que Sevilla reunía las condiciones para tener una tasa turística por lo que significa nuestro casco histórico y nosotros estamos de acuerdo. Lo que le pedimos al alcalde de Sevilla es que defienda Sevilla de los bloqueos y los condicionamientos del presidente de la Junta. Todas las grandes ciudades turísticas europeas tienen una tasa turística y no hay demostración empírica de que el turismo haya bajado por cobrar 1 o 2 euros por pernoctación. Es que Sevilla podía estar ingresando 20 o 25 millones de euros al año, que redundarían en mejoras para los edificios monumentales y compensación de forma solidaria para pagar los servicios públicos.
La realidad es lo que venimos diciendo: la Junta está primando más el turismo de costa y masificación que el turismo de interior. Le preocupa más todo lo que significa la Costa del Sol que el crecimiento y la desestacionalización que puede proporcionar el turismo de interior. En Diputación hemos creado un observatorio cultural donde escuchar a todo el sector y plasmar sus ideas en programas y presupuestos, y eso es todo lo contrario a lo que nos dicen sobre la política cultural de la Junta: grandes eventos, cero apuesta por los sectores, recortes de políticas... Hay municipios a los que la Junta en el ámbito cultural les da 6.000 euros al año, mientras nosotros trabajamos para que no haya ningún pueblo de Sevilla con centro cívico o teatro.
"El Gobierno de Pedro Sánchez lo primero que ha hecho es desempolvar todos los proyectos que en los siete años de Rajoy se dejaron en los cajones"
El Gobierno de Pedro Sánchez lo primero que ha hecho es desempolvar todos los proyectos que en los siete años de Rajoy se dejaron en los cajones. Nosotros siempre queremos más y cuando hablamos con el Gobierno de España siempre dicen: ya están aquí los sevillanos... Otras veces lo que me critican es que todos los ministros que vienen a Sevilla tienen que pasar antes por la Diputación. Bueno, oye, ¿eso será bueno, no? ¿Lo malo sería que no pasaran y no explicáramos necesidades y habláramos con ellos, no? Hay críticas que no termino de entender.
De hecho, a mí me gustaría que vinieran más, pero creo que se asustan un poco porque aquí en Sevilla somos muy inconformistas, aunque yendo a la evidencia: un Gobierno de Pedro Sánchez ha ampliado con 80 millones de euros el Aeropuerto de Sevilla para que tenga capacidad para 10 millones de pasajeros. Un Gobierno de Pedro Sánchez está activando la ampliación del puente del Centenario para dotarlo de un sexto carril y son 120 millones de euros. Se han comprometido los estudios para la conexión de la línea Santa Justa-Aeropuerto. Se han puesto 650 millones de euros para el Metro, sin tener la obligación competencial de hacerlo. En Sevilla solo hay Metro cuando gobierna el PSOE. Pero es que también ha desatascado y ha desempolvado el tema de la SE-40, licitándose por 120 millones el tramo Salteras-Valencina, y ya está en estudio definitivo del puente de la SE-40 que conecta Dos Hermanas y Coria-Palomares.
Hombre, a mí me encanta el puente. Al alcalde de Sevilla le gusta que yo hable poco de la capital, pero él habla mucho de la provincia. Habla de un puente a 25 kilómetros de la Plaza Nueva. Nosotros manejamos dinero público, que es de todos, y si viene una propuesta que, medioambientalmente, está protegida, y que hace que el proyecto en vez de 1.000 millones valga 500, y además se hace más rápido, pues hágase ya. Yo lo que quiero es que se haga y que en 2030 tengamos una infraestructura de 77 kilómetros que es fundamental para el desarrollo de las oportunidades empresariales y residenciales de la provincia. Eso gustará más o menos, pero lo ha vuelto a hacer un gobierno del PSOE. ¿Que queremos más y que nos gustaría que todo fuese más rápido? Pues está claro, pero hay compromisos políticos por mucho dinero con Sevilla que ojalá se hubiesen hecho en los años de Rajoy.
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