Abanderando un cambio de rumbo
Las movilizaciones de los agricultores están en boca de todos desde el martes. "Si nosotros no producimos, vosotros no coméis" es uno de los lemas que han calado en un contexto de cortes de carreteras con muchos damnificados en el camino, como por ejemplo en Jerez.
Uno de los grandes referentes en el mundo agrario es Asaja-Cádiz y su presidente, José Pravia Brugarolas, ha concedido una entrevista a este periódico para analizar su visión sobre un conflicto con el que se siente implicado en el fondo, pero no en las formas.
La organización abandera un cambio de rumbo de las políticas agrarias que están asfixiando al sector y reclama un plan de choque específico para la provincia de Cádiz, que incluya soluciones urgentes ante a la falta de agua.
Respetamos el fondo, el motivo de estos actos reivindicativo en defensa del sector, pero con respecto a las formas no las compartimos. Son poco ordenadas y no cuentan con el permiso ni con la supervisión de las fuerzas de seguridad del Estado. Nosotros tenemos nuestro propio calendario de reivindicaciones a nivel nacional, que lo haremos de forma escalonada, ordenada y contundente, por supuesto.
El día 22 de febrero los socios de Asaja Cádiz vamos a manifestarnos y vamos a hacer un magnífico papel. Si no se escuchan nuestras reivindicaciones haremos otra el 21 de marzo en el Puerto de Algeciras involucrando a Asaja nacional para que tenga una gran repercusión. No vamos a parar hasta conseguir los objetivos, pero siempre garantizando que se hace sin perjudicar a la ciudadanía y que no se produzca ningún altercado indeseado.
Los puntos son casi iguales porque esto no viene de ahora. El Gobierno ha hecho algo que no había pasado nunca antes, que es alinear a todas las organizaciones agrarias en objetivos muy comunes y vamos todos a una. Y eso no es usual. En enero de 2021 Planas aprobó sin dialógo el decreto de transición hacia la PAC y fue de facto, de manera brutal y sin consenso.
Realmente no es lógico consumir aquí productos que están producidos en condiciones que aquí las prohibimos. Llevamos pidiéndolo desde hace tiempo. En septiembre nos manifestamos en Córdoba cuando el ministro Planas se reunión con ministros de la UE. Venimos trabajando insistentemente y compartimos las reivindicaciones y esperamos que con la presión europea y las elecciones europeas en junio cambie la cosa porque la viabilidad del sector agrario está en juego.
En el contexto de la pandemia, de la guerra de Ucrania y de la sequía se aprobó una ley sin tener las garantías suficientes para que se cumpla. Se aprobó sin poner nigún medio para que se cumpla y la palabra que se me viene a la cabeza es demagogia. Aprobarlo para callar bocas no es propio de un Gobierno serio. Se aprobó por unas reivindicaciones que hicimos las organizaciones agrarias de manera conjunta. Lo que queremos es que se aplique.
Está pensada para dar una compensación para cumplir requisitos medioambientales y garantizar la soberanía alimentaria de la UE. Hay ciertos sectores que se debe tener soberanía sobre ellos. Si los alimentos los tenemos que importar estaríamos vendidos a países extranjeros y susceptibles a la extorsión. La PAC asegura que se producen alimentos suficientes para ser soberanos con un estándar de calidad super garantista y con modelos muy sostenibles, pero esta palabra tiene tres patas porque reúne la económica, social y medioambiental. La PAC no es sostenible porque la económica no la cumple.
Espero que no sea contraproducente. Algunas conductas perjudican mucho a la causa y no compartimos desde Asaja esta forma de manifestarse. No queremos perder el apoyo civil de la mayoría de los españoles.
La interlocución está abierta y ojalá consigamos pronto lo que creo que nos mecemos. Es una reividicación justa, creo que tenemos la razón y soy muy optimista. Espero que el ministro recapacite.