De alcalde de Sevilla al peso de intentar la reconquista
Juan Espadas (Sevilla, 1966) se licenció en Derecho tras estudiar en la Universidad de Sevilla. Especializado en Derecho público y medioambiental, fue votante pero no afiliado del PSOE. Según cuenta, detestaba lo orgánico. Ahora no solo está llamado a reconquistar la Junta de Andalucía tras 37 años de hegemonía socialista, sino también a refundar a nivel andaluz, como secretario general de los socialistas andaluces, un partido en el que él representa el nexo de unión entre lo viejo (al menos lo mejor de lo viejo) y lo nuevo del PSOE-A.
Hasta diciembre pasado ha sido alcalde de Sevilla, tras empuñar el bastón de mando en junio de 2015. Ahora es senador y aspira a romper las encuestas ante las próximas autonómicas, aún pendientes de convocatoria en este año, tal y como hizo en 2015 a nivel municipal, cuando la reválida de Juan Ignacio Zoido en la Alcaldía de Sevilla parecía cantada. Recibe a lavozdelsur.es en una parada técnica de una visita, este martes, a la provincia de Cádiz. Tras acudir a un acto a la capital gaditana, pasa por Jerez para un almuerzo con la también renovada ejecutiva del PSOE gaditano. Allí comparte arroz con el secretario general del PSOE de Cádiz y alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, y con la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, entre otros muchos cargos electos.
El adelanto electoral en Andalucía parecía inminente. ¿En qué fase están ahora?
Creo que en fase de incubación, pero de alerta permanente. Hemos ido cubriendo nuestras etapas orgánicas y, en paralelo, posicionando el proyecto con vistas a un adelanto electoral, pero ahora todo hace pensar que se terminará el mandato. Lo que pase en la convención del PP el día 1 de abril en Sevilla será una última oportunidad de hacer un cambio de ritmo y convocar elecciones, pero lo tendría que explicar Juanma Moreno.
Tiene habilidad, llegado el caso…
El relato se cambia en cinco minutos…
Y más, en la realidad tan volátil en la que vivimos.
En un escenario de guerra y, después de la mala experiencia de su partido en Castilla y León, con un adelanto electoral que no estaba justificado, y mira cómo ha salido, creo que la alternativa conservadora de acabar la legislatura tiene más posibilidades de triunfar. Nosotros estamos preparados para un escenario de junio o de octubre-noviembre.
¿Usted personalmente preferiría que se agotara la legislatura para ganar tiempo?
Me da igual. Estamos preparados para elecciones en junio y si se alarga tendremos más tiempo para llegar a más sitios, hablar con más gente, plantear propuestas… En las campañas electorales hay tanto ruido de fondo que no es lo mismo que lo que estoy haciendo ahora, que es ir a hablar con la gente, captar sus problemas, decirles cómo gestionaría… es mucho más serio que una campaña donde son todo titulares, ruido y poco que escarbar.
¿Fuera de Sevilla le conocen más de lo que esperaba?
Mire, no me quejo de grado de conocimiento. Soy consciente de que haber gobernado una ciudad como Sevilla hace que en Almería o Jaén a alguien le suene quién es el alcalde de Sevilla. Pero la gente no solo quiere saber quién es el candidato a la presidencia de la Junta, la gente quiere escucharte y, sobre todo, quiere que le convenzas de que eres mejor que tu adversario. Para eso se necesita tiempo y argumentar. La gente no es tonta y quiere escuchar tus argumentos. Durante este tiempo hemos tenido al señor Moreno Bonilla manejando los medios de propaganda de la Junta, destinando mucho dinero público a su autobombo, y entre eso y Canal Sur, muchos no escuchan o leen nada más. Y luego hoy en día están las redes sociales, que son un mecanismo de información y desinformación.
Ya las campañas en redes de desmovilización del voto progresista en las autonómicas de 2018 acabaron pesando, y hasta hemos visto al consejero de Presidencia, Elías Bendodo, recoger un premio de comunicación política por aquello en Washington…
Esto es una guerra, es una guerra. Hasta la guerra de Putin se está también celebrando en las redes. Pero mire, a nivel andaluz, me quedo con un dato: si dos grandes grupos editoriales de comunicación no publicaron encuestas el 28F, ¿por qué será…? Pues seguramente, si las hubiese habido, y éstas fuesen buenas, las habría pagado el señor Bendodo, que se cuenta a sí mismo lo que quiere escuchar.
"Como solo te fíes de las encuestas y no trabajes día a día te puedes llevar un gran chasco. En 2015 nadie daba un duro porque recuperásemos la Alcaldía de Sevilla"
¿Y usted tiene algún sondeo interno que le haga ser especialmente optimista?
Las encuestas a veces se hacen para uno venirse arriba. Y Bendodo, con el Centra (Centro de Estudios Andaluces), ha creado un sistema de encuestas pagado por todos los andaluces en el que el único que siempre sale ganador, lo pongas como lo pongas, es él. Y luego está Canal Sur, que se ha convertido en Tele Moreno. Lo que dicen las encuestas es que el PP no está mal y que la derecha extrema está fuerte, eso me preocupa; pero también dicen las encuestas que hay un 40% de ciudadanos que no ha decidido su voto y que lo decidirá cuando se convoquen las elecciones. Están examinando lo que hace el señor Moreno Bonilla, pero de ese 40% Bendodo y Moreno no hablan nunca. Ahora bien, ¿usted cree que el señor Mañueco, que tenía una encuesta que una semana antes le daba diez diputados más, habría convocado elecciones para sustituir a Cs por Vox? No.
Esto significa que como solo te fíes de las encuestas y no trabajes día a día te puedes llevar un gran chasco porque hay muchísima gente que no opina en esas encuestas y que no decide el voto hasta el día que lo deposita en la urna. A mí me pasó con Zoido (Juan Ignacio, ex alcalde de Sevilla) en 2015. No daba nadie un duro porque nosotros recuperásemos la Alcaldía y, sin embargo, la noche de las elecciones fue el PP el que se llevó el chasco. Respeto las encuestas y creo que el PP tendrá mejores encuestas que las que tenemos nosotros, pero no se han convocado las elecciones y sigo pensando que soy capaz de convencer a los andaluces de que el mejor proyecto de gobierno para Andalucía no es el PP con Vox, es el del PSOE. Soy optimista porque los andaluces al final se darán cuenta de que hay que apostar por algo mejor, por un proyecto ambicioso.
"Hay problemas complejos que no se explican en un minuto y hay que argumentarlos; pero el rigor y la seriedad no cotizan muy alto en política"
Su perfil parece que no encaja en esta política a golpe de tuits diarios a ver quién dice la mayor barbaridad o quién descontextualiza mejor… ¿Lo ha comprobado ahora con la polémica del apoyo de su partido a la ampliación de los regadíos de Doñana?
La verdad es que la seriedad y el rigor en política parece que no cotizan muy alto, sobre todo a la hora de que los medios de comunicación te presten atención. Yo tengo mejor opinión de los ciudadanos, que creo que al final escarban e intentar ver qué hay detrás de las propuestas y por qué has defendido una posición u otra. Pero es verdad que lo que dices no ayuda a nada. Hemos entrado en una espiral de confrontación política donde lo que se ve cada semana en el Congreso o en el Parlamento… esa dinámica tan agria, de confrontación entre los partidos, ha hecho que mucha gente desconecte. Y cuando intentas hacer un planteamiento razonado, moderado, porque la realidad a veces no es ni blanco, ni negro, ya no se te presta atención, y cuando intentas explicarlo, pues es muy largo y muchos prefieren un tuit. Pues mire usted, hay problemas complejos que no se explican en un minuto y hay que argumentarlos. Yo soy un político bastante diferente a esta forma de entender la política desde el ruido. Me ha ido bien intentando analizar los problemas, tratando de resolverlos y generando confianza en la gente sin decirles lo que quieren escuchar.
Entiendo que ese perfil no lo va a cambiar ya… ¿cómo se plantea entonces ganar relevancia hasta la campaña?
Es una forma de trabajar que se basa en dos objetivos: uno es desmontar esa falsa apariencia de buena gestión de gobierno del PP y otro, la parte de las propuestas. Estamos ante un gobierno que no ha demostrado nada para repetir e intenta que no buceemos mucho en la realidad de cada una de sus decisiones de gobierno. La Sanidad es lo más relevante, pero luego, por ejemplo, ¿por qué un gobierno que piensa en el presente y futuro de Andalucía no cuida sus universidades públicas y les da un presupuesto de guerra? ¿Por qué esa batalla contra las universidades públicas, contra las oportunidades de nuestros jóvenes? Yo quiero desmontar las mentiras de este gobierno, que está haciendo las cosas mal por acción y por omisión. Están a un 40% en la gestión de fondos europeos que había que haber gestionado en esta legislatura y eso me parece muy grave. Vamos a tener que devolver dinero al Estado porque no ejecutamos los planes de empleo para los que hemos recibido dinero. Este gobierno no resuelve nada y hace perder oportunidades a Andalucía.
"El PSOE ganó todas las elecciones a las que se presentó en Andalucía como consecuencia de que fue el proyecto regenerador, transformador y reformador de Andalucía"
¿Y en cuanto a las propuestas, qué puede ofrecer de nuevo?
No vengo a hacer un planteamiento político que sencillamente sea coger el testigo que los socialistas dejamos en diciembre de 2018 y seguir prácticamente con las mismas acciones y políticas. De diciembre de 2018 hasta aquí ha llovido bastante. Los socialistas hemos comprendido algunos de los errores por los que pedimos apoyo electoral y no pudimos continuar en el gobierno, creemos claramente que hay que hacer reformas que no se han hecho en Andalucía, que hay asignaturas pendientes que no se pudieron ejecutar, y esto no significa que no esté orgulloso de tantas cosas como se hicieron. Lo que no soy es complaciente y no me presento para vivir de las rentas de otros años de mi partido al frente; creo que estamos en 2022, después de una pandemia, en una situación de amenaza a la seguridad, a la economía, a los ciudadanos…, y que exige propuestas diferentes, una transformación de nuestra economía y una apuesta por los jóvenes. Vengo a hacer un proyecto nuevo.
¿Qué le lleva a dar el paso desde una posición relativamente cómoda como alcalde de Sevilla, donde incluso podría haber pensado en revalidar por tercer mandato el cargo, a este embolado de reconquistar la Junta?
Reconozco que me gustan las causas difíciles y complejas. Es verdad que estaba bien en el Ayuntamiento de Sevilla, con una mayoría holgada y con una opinión pública que creo que respaldaba el trabajo que se está haciendo. Entonces, mi decisión forma parte de una decisión colectiva dentro de un partido de gobierno en Andalucía y que había perdido la posibilidad de gobernar como consecuencia de ese pacto de las derechas y del apoyo externo de la extrema derecha. Esas son circunstancias excepcionales que obligan a decisiones excepcionales en las que, de alguna manera, no puedes pensar en tu comodidad o en que eres ajeno a tu partido o a lo que le está ocurriendo a Andalucía. Yo he trabajado muchos años en la Junta y la siento, no me pilla lejos. Tengo conciencia como andaluz de lo que tiene que ser un proyecto político para Andalucía y trabaja por Sevilla desde lo municipal. Al final se han cruzado los dos caminos y he preferido optar por dar la cara con mis compañeros y compañeras en esta nueva etapa del PSOE. Creo que es una posición que entiende que el momento no es fácil y que hay que remontar.
¿No tuvo vértigo en ningún momento por esa losa de los 37 años de gestión socialista, del caso de los ERE…?
Sí, sí, totalmente. Son unas circunstancias en las que te enfrentas a unas elecciones en las que por primera vez el PSOE de Andalucía no es gobierno y sabiendo que hay situaciones pendientes de resolución judicial. Y sobre todo, un estrategia terrible de difamación del legado de los socialistas de Andalucía que es evidente en todos los rincones del territorio; y de negar una realidad de una Andalucía que no se parece en nada a la de hace 30 o 40 años cuando empezamos a gobernar. Vengo por un lado a echar a la derecha del Gobierno de Andalucía, a poner muy lejos a la extrema derecha, así de claro se lo digo, y vengo a reivindicar la imagen, el legado y lo bueno que hayamos hecho los socialistas, reconociendo, insisto, las cosas que no hicimos bien.
¿Qué pudo ser lo más grave?
Todas las situaciones en definitiva que han generado la pérdida de confianza de algunos ciudadanos. Los ciudadanos esperaban más en determinadas cosas; y es verdad que los últimos años tuvimos menos recursos económicos por la forma de salir de la crisis que tuvo el Gobierno del PP y de Rajoy. Andalucía tuvo mucho daño social por esas políticas y muchas veces los ciudadanos no distinguen si eso lo genera el Gobierno de España o el andaluz. Y luego, la situación judicial y todo ese juicio de reproche general que el PP ha convertido en una especie de causa general contra el PSOE. Mire no, el PSOE ganó todas las elecciones a las que se presentó en Andalucía como consecuencia de que fue el proyecto regenerador, transformador y reformador de Andalucía.
"Moreno cree en un sistema más mediocre para que los ciudadanos se vayan a la Sanidad privada. Es el modelo que defienden ellos y es diferente al nuestro"
Vengo ahora en un momento político diferente, difícil por esa apariencia de fortaleza de la derecha y la extrema derecha, pero todos aquellos que son votantes convencidos de que hay que votar por la justicia social y sus valores, por el progreso, el compromiso social, la solidaridad, por tener en cuenta a los más vulnerables, podrán convertir esto en proyecto de gobierno. Nos lo creemos y pediremos la confianza para eso. Estoy convencido de que los andaluces nos van a juzgar porque lo que en este momento somos capaces de aportar como alternativa de gobierno y lo que les pido es que juzguen también el balance de estos tres años y pico de una derecha que no está a la altura de lo que necesitan.
Se han cumplido dos años del inicio oficial de la pandemia con aquel estado de alarma. ¿Qué le pareció el otro día el vídeo con los aplausos de sanitarios a Moreno Bonilla en un acto en Osuna?
Los andaluces debemos tener muy claro que el PP gobierna con la convicción de que, más importante que hacer cosas, es vender como que se hacen. El PP es una máquina de propaganda política, no solo en términos de comunicación, sino de construir la apariencia de que hay algo que funciona aunque detrás haya humo. Lo de Osuna es algo perfectamente preparado. Inauguran una UCI, pero en una escalera sitúa al personal para hacer ver que se ha inaugurado un hospital, pero son unos servicios dentro de un hospital. La foto podría ser normal, no seré yo el que diga lo contrario, pero a partir de ahí viene la propaganda. Algunos medios convierten eso en un abrumador aplauso y se construye lo que se va buscando. Es la forma de compensar una opinión pública que ve que la Sanidad pública está peor, incluyendo a Osuna, que al día siguiente tenía una manifestación sanitaria. En lugar de admitir que hay un problema y solucionarlo, es la soberbia de mostrar que como me aplauden en una escalinata no hay ningún problema. Es una muestra del gobierno que tenemos. O decir que Andalucía es la locomotora económica de España cuando la tasa de paro es la peor del país.
¿Eso no es creer que la gente es tonta?
No, eso es utilizar a la gente. Hay deficiencias sanitarias en Osuna sobre las que no habló, pero utilizó a personas. 48 horas después hubo una concentración con mucha gente reivindicando eso de lo que él no habló. Cuando se hace propaganda política hay que tener un poco de freno. Llevo meses viéndole inaugurar o visitar obras que ha llevado a cabo la Junta con el dinero que transfirió el Gobierno de España por la situación de la pandemia. Pero ni una sola vez han dicho nada. Hay un engaño permanente y una propaganda con información, cuando no falsa, al menos engañosa. Este es el gobierno que tenemos, y en sanidad y en atención primaria se están haciendo las cosas mal.
¿Qué es lo primero que requiere la Sanidad pública andaluza?
Lo primero es cambiar los sistemas de contratación y acercarnos a una media de retribución salarial con otras comunidades. Tenemos que corregir políticas que nosotros mismos, los socialistas, no conseguimos mejorar; pero porque tampoco teníamos recursos. Durante los siete años del Gobierno del PP y Rajoy no se reconocía la financiación de Andalucía por población. Moreno Bonilla, en cambio, tiene ahora mucho más dinero para Sanidad del que tenía Susana Díaz, pero ese dinero no lo está gestionando bien, ni lo invierte en lo que la Sanidad pública necesita. Él cree en un sistema más mediocre para que los ciudadanos se vayan a la Sanidad privada. Es el modelo que defienden ellos y es diferente al nuestro. Este es el fondo en el que tienen que pensar los andaluces para los próximos años. ¿Con esta sanidad andaluza nos vamos a conformar?
"Vox viene a romper, por ejemplo, el sistema de nuestro Estatuto de Autonomía. Es un partido que cuando escucha el himno de Andalucía se da la vuelta"
Unos días después de que Juan Manuel Moreno dijera en una entrevista en El País que se abre una posible etapa de diálogo con el PSOE, hasta la derecha europea les ha criticado su pacto de gobierno con Vox en Castilla y León. ¿Se ha hecho viejo muy rápido este joven PP de Feijóo?
Es que es el mismo PP. El problema no era Casado, es el PP. Feijóo, que quería hacer una estrategia diferente, tenía una ocasión única para diferenciarse de Vox. Solo tenía que irse más al centro, pero la primera decisión ha sido autorizar el pacto de Mañueco con Vox. Sabe perfectamente que esa es su única alternativa de gobierno en muchos otros territorios, y no va a renunciar a tener la herramienta de poder ponerse de acuerdo con Vox. Al final, el problema del PP es siempre el de la coherencia. O estás con un proyecto de derechas moderadas, o te alías con aquellos que quieren romper el sistema. Vox viene a romper, por ejemplo, el sistema de nuestro Estatuto de Autonomía. Es un partido que cuando escucha el himno de Andalucía se da la vuelta y que son los que defendían que Putin era un estadista, el único líder que estaba en contra del proyecto de la UE, que es justo la causa por la que Putin está haciendo está guerra.
¿Qué debería hacer este nuevo PP, según usted, que al PSOE convenciera?
Feijóo tendría que separarse completamente de eso para que los dos grandes partidos de España dieran una imagen centrada de lo que debe ser la gestión democrática de nuestro país. Pero ya ha empezado a hacer declaraciones con mentiras burdas, diciendo a los españoles que el Gobierno se lucra con la subida de los precios de la energía, cuando todo el mundo sabe que la mitad de lo que se recauda con eso va a comunidades como la que él gestiona. ¿Qué va a decir Feijóo si se produce lo que espero que sea un gran éxito de España y de Pedro Sánchez de convencer a la UE para que se cambie el marco de regulación de la energía y no se vincule al gas, que es precisamente con lo que juega Putin?
¿Le preocupa la división que hay a su izquierda, que eso no sirva para alcanzar la gobernabilidad?
Estoy preocupado, sí. Me preocupa que a la izquierda del PSOE no haya capacidad de buscar acuerdos que permitan que hayan una representación política en el Parlamento de esa otra izquierda que pueda alcanzar acuerdos con el PSOE.
¿Ve a Vox gobernando en Andalucía a partir de las próximas autonómicas?
Espero que haya una reflexión serena por parte de la sociedad andaluza, que no es ni de derecha, ni de extrema derecha. Puede estar desencantada, pensar que los socialistas pudimos hacer mucho más, pero ante la evidencia de que al PP no le escuece gobernar con Vox, y que están dispuestos a retroceder en derechos indiscutibles como los de las mujeres, pienso que debemos reflexionar y buscar una alternativa que nos devuelva a la senda de derechos, progreso y convivencia. Vox es un partido antisistema, de bronca, Andalucía no se merece a Vox en el Gobierno de la Junta. Nosotros hemos hecho autocrítica y haremos mejor lo que haya que hacer, pero no podemos retroceder.
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