En la lucha están los cuidados
Más de 20 años de batalla judicial no pueden con María Salmerón, que, aunque cansada, mantiene su voz firme y poderosa frente al machismo y la injusticia. Esta sevillana del barrio de Montequinto, auxiliar de enfermería de profesión, a sus 57 años, se encuentra a una semana de conocer –posiblemente– la fecha de su ingreso en prisión por el incumplimiento del régimen de visitas con su maltratador y padre de su hija, que el próximo mes de junio cumplirá 22 años. Los mismos que lleva María luchando por una Justicia que califica de "machista y patriarcal".
"Cuando empecé con este proceso no tenía el referente de ninguna madre de la que pudiera seguir su ejemplo", advierte. Ni siquiera se hablaba de violencia machista, mucho menos de vicaria. Término que acuñó la feminista Sonia Vaccaro. “En 2009 mi caso llegó a los medios, pero yo llevaba ya ocho años padeciéndolo”, reconoce. María sostiene que si no se la hubiese silenciado durante tantos años, quizás hoy no estaría en la situación en la que se encuentra.
Para ella, los asesinatos de menores a manos de sus padres han sido determinantes para que casos como el de ella se tomen en serio. "Esto ha llegado 20 años tarde, porque yo siempre he dicho que el régimen de visitas era el arma perfecta para hacer daño a la madre, pero en ese tiempo no me creían", lamenta. Su mayor preocupación en estos momentos es la posibilidad de desconexión con su hija y su familia en el caso de entrar en prisión. "Lo que más miedo me da es que todo esto le pueda pasar factura luego, tantos años intentando proteger a mi hija para que pueda romperse al final", reconoce atenuando el tono.
Está citada el próximo 18 de mayo en el juzgado para conocer la fecha de su ingreso en prisión, tras la negativa del Gobierno a su tercer indulto. María no pierde la esperanza y espera que rectifique. Movilizaciones en todo el Estado y un fuerte apoyo social y jurídico, a través de campañas y comunicados, constatan la injusticia contra una madre que solo quiso proteger a su cría.
¿Cómo se encuentra?
Regular. Los días van pasando, el Gobierno no rectifica y el día de la citación judicial –el 18 de mayo–, está cada vez más cerca. Me siento mal, estoy nerviosa e inquieta. Tengo sentimientos encontrados: incertidumbre y rabia, tristeza. Si todos esos sentimientos malos los juntas son un cóctel molotov.
¿Qué significa ser madre para usted?
Lo más grande que me ha podido pasar. Tener un hijo es dar vida y cuando esa vida sientes que está en peligro, como haría cualquier madre, activas todos los mecanismos que tienes al alcance para proteger a esa personita.
Piden su ingreso en prisión por proteger a su hija de un maltratador. ¿Cree en la Justicia a día de hoy?
No confío porque la Justicia no es justa ni igual para todos y todas. La Justicia es machista y patriarcal. Prevalece el interés superior del padre al interés superior del menor. Es inaceptable y, sobre todo, en el caso de un padre maltratador, que todavía es peor.
En este sentido, ¿cómo afronta la próxima citación judicial? Puede ser determinante.
Con resignación, ya que una vez más nos vemos abocadas al mazazo del patriarcado, a través del maltrato institucional que estamos sufriendo. Y esperando a lo que tenga su Señoría a bien decirme ese día.
Llegadas a este punto, ¿le queda esperanza?
La esperanza nunca se pierde. Cuando tienes una enfermedad grave, tampoco pierdes la esperanza de sanar, de curarte. Yo me lo llevo a mi terreno al ser sanitaria. Veo que muchas personas superan grandes obstáculos de salud. Esto es un obstáculo más que estoy sufriendo y espero, por el bien de todas y de mi hija sobre todo, que esto no se lleve a cabo.
En todos estos años de lucha (más de dos décadas), ¿qué le ha aportado el feminismo?
Para mí el feminismo es lo más importante. Es la base de la lucha de las mujeres por la igualdad. Por la edad que tengo, me he criado en un ambiente machista, como tantas mujeres, pero ya es trabajo individual de cada una elegir ser machista o elegir el feminismo. En mi caso, a raíz de lo que me ha pasado, he descubierto el feminismo y no lo cambio por nada.
¿Se ha sentido apoyada por el movimiento?
Por supuesto, desde el principio. Lo que pasa es que, hasta este momento, no había necesitado tanta ayuda, porque siempre he logrado salir adelante con los indultos. Realmente lo que no funcionaba a nivel judicial, que era castigarme por incumplir el régimen de visitas, me lo daba por otro lado el Gobierno, ya que la Ley de indultos estaba para arreglar cosas que la Justicia había hecho mal. En este caso, fatal. Y como se ha hecho fatal, la única manera de poder "arreglar" el desastre era concediéndome los indultos, cosa que para mi sorpresa y la de todas, ha sido la negativa con este Gobierno.
Su abogado afirmaba hace unos días que la citación del 18 de mayo "podría sufrir algún cambio". ¿A qué se refiere?
Como poder pueden haber muchísimos cambios. Primero que el Gobierno rectifique. Lo mismo que ha hecho el desastre de denegarme el indulto, que hagan una rectificación de su error, a todos nos puede pasar. Verdaderamente, esta ministra se ha equivocado, ya que todos los juristas de España coinciden por unanimidad en que se me podría haber dado el indulto, aplicándolo con las leyes actuales. Por el interés superior del menor sobre todo, ya que yo hice esto para proteger a mi hija.
"Mil veces que le hicieran daño a mi hija, mil veces que lo volvería a hacer"
Lo que hice no fue un capricho, pero la Justicia se cree que fue cosa mía el no querer dejar a su padre ver a la niña. Tienen una percepción distorsionada de la realidad que mi hija y yo estábamos viviendo. El padre es una persona violenta y a mi hija le daba miedo. De hecho, no le han pasado más cosas precisamente por eso, por los incumplimientos de las visitas. Ella no quería y yo respetaba su voluntad. ¿Que me han querido castigar? Lo siento. Mil veces que le hicieran daño a mi hija, mil veces que lo volvería a hacer. Si yo no hubiera hecho eso, ¿estaríamos hoy hablando de esto? No se sabe. No olvidemos que a la hija de Ángela Carreño la mató el padre en el régimen de visitas. Ella lo puso en conocimiento de los juzgados, como he hecho yo, un montón de veces. En mi caso, en vista de que la Justicia no le decía nada a él y que todas las denuncias que ponía de lo que le pasaba a mi hija se archivaban.
El Gobierno más progresista de la Historia de España le ha denegado la petición de indulto. Sin embargo, cuando el PP gobernaba, le concedieron dos.
Dos y casi consecutivos en menos de seis meses. Este Gobierno contestó al cabo del año y medio largo con un indulto negativo y de la forma en que se ha hecho. El Gobierno lo que no se esperaba es que yo tuviera la información de cómo se había hecho, que bien lo describe el periódico Público. Lo conté a los diputados que se acercaron cuando estuve en Madrid. Yo creo que la ministra ha tenido ayuda externa. Se creerían que esto eran dos días de pataletas "de las locas estas" en la calle. Y lo que no se esperaban es que el Twitter, a día de hoy, está que arde con mi tema. Prefiero que no sea trending topic, porque ahora mismo abro el Twitter y a cada minuto tengo 20 tuits. Se está moviendo muchísimo y eso no se lo esperaba el Gobierno. Los que nos infravaloran a las mujeres son los machistas y el Gobierno está haciendo lo propio. Llevo 20 años peleando con esto.
¿Qué le diría a una mujer que se encuentra en una situación parecida a la que ha pasado?
Yo no le diría nada a nadie, porque luego me entraría remordimiento si le pasara algo. El Estado tiene que proteger y no lo está haciendo. Entonces, las que están viviendo ahora mismo mi caso, serán lo suficientemente inteligentes como para decir: no voy a denunciar, porque si denuncio mira lo que me va a pasar. El mensaje lo estoy dando y mi caso lo están viendo. ¿Para qué quieren que denunciemos? ¿Para estadísticas? Porque somos pura estadística. 1.000 y pico de mujeres asesinadas desde que se empezaron a contabilizar. ¿Solo hay que contabilizar? Menos minutos de silencio y más acción. Como dijo Ana Pardo Vera: "En vez de ponerle escucha a los políticos, ¿por qué no se lo ponen a los maltratadores?" Antes, cuando estaba ETA, había muchísimos escoltas. ¿Dónde están esos escoltas ahora? ¿No se le puede poner un escolta a una mujer? ¿Vale más la vida de un político o un guardia civil que la de una mujer? Porque los escoltas estaban para evitar los asesinatos de ETA, pero para evitar los asesinatos de los maltratadores no hay.
"A mí me 'protegieron' con una orden de alejamiento, pero a mi hija no la protegieron, la tuve que proteger yo"
Si volviera al pasado, ¿lo volvería a hacer?
Si yo no tuviese la perspectiva que tengo hoy, cerrase los ojos y me viera en aquella época con la misma situación, por supuesto que lo haría. Pero si yo tuviera la perspectiva en aquel momento de que me iba a pasar lo que me está pasando ahora... Supongo que sí, porque es anteponer la vida de tu hija a la tuya. A mí me "protegieron" con una orden de alejamiento, pero a ella no la protegieron, la tuve que proteger yo.
¿Tiene miedo a entrar en la cárcel?
Por supuesto. ¿Quién no va a tener miedo? Sobre todo cuando una persona no ha hecho nada. ¿Hay derecho a meter a una persona inocente en la cárcel? Es inaudito. Si entro en la cárcel desconecto de mi hija y de toda mi familia. No lo quiero ni pensar porque tengo pesadillas y lo estoy pasando muy mal. Tengo depresión y muchísima ansiedad. No es fácil sobrellevar esto, nunca me esperé este final. Están dándole al maltratador lo que quería: mi foto entrando en prisión. Y eso lo ha conseguido el patriarcado.
Si pudiera escribir el final de este proceso judicial.
Me gustaría que eso diese un giro de 180 grados. Que rectificaran, que se nos reparara a mi hija y a mí, y que hubiera una investigación para que se vean todos los errores judiciales que ha habido. Errores por llamarlos de alguna forma, ya que todas las barbaridades que nos han hecho han sido queriendo. Un punto de encuentro debería ser una cosa pasajera de meses, pero desde 2006 hasta 2015 es una barbaridad. Más de 10 años en un punto de encuentro, que le cuesta a las comunidades autónomas más de 3.000 euros por familia. ¿Ese dinero para quién va? Cobrar para obligar a un menor a irse con un maltratador, que me expliquen a mí por qué se paga eso. Si ha salido esta Ley del menor tan idílica, ¿por qué siguen los puntos de encuentro abiertos? Si supuestamente ya no hay visitas con maltratadores... Está visto que los jueces van a seguir dando visitas a maltratadores.
¿Qué le gustaría que pasara en estos días?
No me planteo nada porque vivo al día, pero que nos dejen vivir tranquilas de una vez.
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