Una voluntaria con un don para conectar con la gente y liderar en silencio
Maribel Arias Meseguer (Jerez de la Frontera, 1967) es coordinadora de Oxfam Intermón Jerez desde el año 2011. Lleva una década al frente de esta ONG que tiene una tienda de comercio justo en calle Armas, 9, en pleno centro de la localidad jerezana. La organización tiene caracter global y actúa en diferentes partes del mundo, aunque su labor se deja notar mucho en la ciudad. Son los efectos de la glocalización. Eso sí, quizás en ocasiones no obtienen la visibilidad que merece.
Dimplomada en Empresariales tiene cuatro hijos. Ademas de trabajar cada día, no deja de formarse. Algunas tardes acude a la Escuela Oficial de Idiomas a aprender idiomas. También hace teatro. Y a pesar de todo, o quizás precisamente por ello, es voluntaria de Oxfam Intermón (OI) desde el año 2008.
Quienes la conocen saben que siempre está disponible, para lo que sea. Siempre está ahí su mano tendida. Poco importan la hora y los agobios del día. Busca tiempo para todo, aunque en algunos momentos las 24 horas del día se queden cortas. Es la mujer que siempre está ahí. Y con un sonrisa y sus mensajes positivos y cariñosos. Es una lideresa con mayúsculas, porque se encarga de tirar del carro sin hacerlo constar. Porque no se deja llevar, sino que ella también empuja el vehículo en el que viaja junto a todo su equipo de voluntarios. Es una de las imprescindibles del voluntariado de Jerez.
Con el ritmo habitual de vida que llevamos, donde casi no da tiempo a tener tiempo, ¿por qué alguien decide hacerse voluntaria?
Pues te diría que por puro egoísmo, porque me hace sentir bien y cada noche me siento más feliz. 24 horas dan para mucho... Al final, es cuestión de prioridades, pero sí, me faltan muchas horas al día para hacer todo lo que me gustaría.
¿Por qué Oxfam y no otra ONG?
Porque Oxfam Intermón lucha por erradicar los problemas desde la raíz. No se limita a cubrir necesidades puntuales, que también, en casos de emergencia, pero va al origen de los problemas que provocan la desigualdad.
Aunque OI no es una organización, por así decirlo, local, la labor también 'beneficia' al entorno... ¿Conoce realmente Jerez a Oxfam Intermón?
Efectivamente somos una organización nacional, asociada a una confederación internacional (Oxfam), donde participan 21 países y trabajamos conjuntamente en 70 países. Se nos conoce en Jerez, sin duda, pero tenemos que seguir trabajando para que lo haga más gente todavía. Intentamos ir de lo global a lo local, de manera que cada uno pueda llevar a su vida lo que puede aportar por un mundo mejor. Todo desde nuestros actos cotidianos.
Si, por ejemplo ,hacemos un acto para recaudar fondos, en muchas ocasiones lo invertimos en comprar productos de alimentación de comercio justo y los entregamos a asociaciones de Jerez que trabajan con personas que los necesitan. De esta manera, cerramos el círculo de la solidaridad, compartiendo con personas de nuestra ciudad, a las que intentamos hacer la vida un poco menos dura, entregando unos productos que han fabricado personas en países desfavorecidos y que a su vez les ayuda a desarrollarse.
Mucho mejor aún si tenemos en cuenta que los productos son de muchísima calidad y que, además, protegen el medio ambiente, luchan contra la explotación y el trabajo infantil, apuestan por la igualdad de género y llevan detrás condiciones de trabajo dignas.
Menciona el comercio justo. Formáis parte del movimiento para hacer de Jerez una ciudad por el comercio justo...
Sí, somos una de las asociaciones que estamos en el grupo motor, junto a Proyde y Madre Coraje. Trabajamos incansablemente desde hace muchos años por dar a conocer cómo nuestra manera de consumir, puede cambiar el mundo. Estamos convencidos de ello y queremos que muchas personas se sigan uniendo a este movimiento de justicia social.
¿Qué salud diría que tiene el voluntariado en Jerez?
En Oxfam Intermón contamos con 40 personas voluntarias que de forma permanente dedican un mínimo de tres horas a la semana a hacer un turno de tienda. Es un grupo humano maravilloso. Si tenemos en cuenta que todas las personas estamos porque queremos y compartimos el proyecto, imagínate el buen ambiente y afinidad que existe entre nosotros. Es un lujo de equipo humano. Es nuestro gran valor
El perfil suele ser principalmente de personas adultas y maduras. ¿La juventud está en otras cosas? ¿Cómo se puede 'engancharla'?
No es fácil enganchar a gente joven de forma estable porque están estudiando, dentro y fuera de la ciudad, buscando un futuro. Por otro lado, quizás tampoco somos capaces de transmitir todo lo bueno que aporta el voluntariado y cómo de una forma tan sencilla, sin gran esfuerzo, puede obtenerse un resultado espectacularmente positivo para el entorno.
Supongo que el voluntariado deja imágenes que no se olvidan, algunas desagradables quizás pero otras muchas buenas, ¿no?
Sin duda. Lo que sientes, lo que vives, lo que se queda en ti cuando haces voluntariado, tiene un potencial tan grande y llena tanto y tan bueno... El voluntariado llega a ser un estilo de vida, como una droga que engancha y que no puedes dejar, porque te hace amanecer cada mañana con ilusión por poner tu corazón, tu esfuerzo y tu cariño en un proyecto fascinante y te hace anochecer con la satisfacción personal que te hace sentir que eres parte del cambio.
En el contexto actual, con la crisis, el paro y el efecto de la pandemia, ¿llaman a la puerta pidiendo ayuda más gente? ¿Más gente de Jerez?
La situación es muy complicada para muchas personas, agravada en estos dos últimos años, independientemente de donde hayan nacido. Jerez no es una excepción, más aún cuando el punto de partida ya estaba bastante complicado.
Por último, ¿algún mensaje para Jerez, para quien lea esta entrevista?
Mi felicidad se multiplica cada día y en buena parte es gracias al voluntariado. A quien nos lee, le diría que no renuncie a ser feliz, que haga voluntariado y sea parte del cambio.
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