Pedro Pacheco Herrera cumple 75 años este 31 de marzo de 2024 —puntualiza: "Mi padre se puso tan contento que me apuntó dos días más tarde", de ahí que sea el 2 de abril el día que figura en su DNI—. El caso es que los giros imprevisibles de la vida quisieron que un joven abogado de la Caja de Ahorros de Jerez se convirtiese unos pocos días después de su 30 cumpleaños en alcalde de su ciudad natal, Jerez de la Frontera.
Era abril de 1979. Tanto tiempo después, Pedro celebra su cumpleaños y Pacheco recuerda los 45 años que han pasado desde que agarró por primera vez un bastón de mando que no soltaría hasta 24 años después. Algún funcionario municipal, con sorna, le llamó en aquella primavera del posfranquismo "alcalde interino". Pacheco, como a tantos otros, le obligó a cambiar de opinión con el paso de los años.
Controvertido dirigente andalucista, ha sido parlamentario andaluz y eurodiputado, y durante muchos momentos fue uno de los alcaldes más populares de España, especialmente por una frase que pronunció sobre la justicia que le ha perseguido en toda su carrera política.
Pagó sus condenas judiciales con cinco años de calvario penitenciario —tardó años en tener su primer permiso y hasta un crucifijo le retiraron de su celda— por cuestiones que, visto lo visto en este país en los últimos tiempos, parecerían menores, y ahora pide el indulto de inhabilitación que aún le pesa, un indulto que el Gobierno sí da a los separatistas catalanes.
Anda fastidiado de un tobillo y su ritmo de actividad física ha bajado. En cambio, su amor por Jerez, su tierra, y el jerez, el vino que puso a su tierra en el mapa, no se rebaja. Perfumada por su oloroso Pacheco, esta entrevista se produce en el ala de su casa que tiene convertido en santuario de la memoria viva de esa noria política a la que se subió una primavera de hace cuatro décadas y media y de la que pretende no bajarse a sus 75 años. En el invierno de su vida y con su cabeza tan lúcida y visionaria como siempre.
En una hora de entrevista que se puede escuchar íntegramente pulsando en el podcast que abre esta pieza, Pedro Pacheco repasa sus inicios, su aparición en la primera línea política, su primera experiencia en la Alcaldía, y por último, la compleja última década que ha vivido, incluyendo su paso por Puerto III, "Oceanía".
También habla de la política nacional, andaluza, provincial y local; se muestra preocupado por el rumbo de una clase política "bastante barriobajera; el contrario es un enemigo y eso es un disparate"; profundiza en sus relaciones a izquierda y a derecha; vislumbra el presente y futuro de su ciudad; y opina sobre la perspectiva y el sentido que debería tener un proyecto andalucista hoy: "Ser andaluz no es ser andalucista".
¿Enemigos a sus 75 años? "Enemigos tengo, lógicamente: los envidiosos, los estultos y los incompetentes; no se puede pretender tener unanimidad". También reflexiona sobre los medios de comunicación —"alabo a la poca prensa que sobrevive sin pertenecer a bancos y fondos de inversión"— y sobre la ley de aministía y, en paralelo, sobre su petición de indulto. "Ahora soy más radical que antes. El Gobierno de Sánchez ha encargado un traje en Antolín (una castiza tienda de trajes a medida en Jerez) para los catalanes, ahora nos tocará a otros, ¿no?".
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