La lucha contra el paro, la precariedad, la explotación, los abusos, la siniestralidad… la lucha para frenar el desmantelamiento de los servicios públicos, por cambiar el modelo productivo en una transición sostenible para las próximas generaciones… Son los temas recurrentes, algunos de ellos lacras cronificadas en la región, que están en la agenda de Carmen Castilla, natural de Écija (Sevilla), con 52 años, y una mujer que lidera desde hace siete la Unión General de Trabajadores (UGT) en Andalucía. Un sindicato al que lleva afiliada más de dos décadas, las mismas que ejerció como enfermera en el sevillano hospital de San Lázaro.
La central sindical, con tres federaciones en la comunidad más poblada de España, empieza a sacudirse lentamente los escándalos recientes, aún pendientes de veredicto judicial tras una instrucción de unos ocho años, y lo hace en manos de Castilla, diplomada en Enfermería, graduada en Derecho y Psicología, que desconocía lo que era la primera línea del sindicalismo hasta su llegada a esta organización con más de 130 años de historia. Mientras regresa a su profesión, algo que dice que ocurrirá más pronto que tarde, se ha convertido en un auténtico respirador para garantizar la salud de la federación andaluza ugetista. "El que aguanta, gana", dice que es su bandera. Es su estado de Whatsapp "desde que hay Whatsapp".
Reelegida en el duodécimo congreso del sindicato, celebrado el pasado 12 de mayo, como secretaria general de UGT-A, Castilla ha inaugurado la sección El podcast de lavozdelsur.es con un repaso a la situación que viven los derechos sociales y laborales, el momento político actual y las perspectivas socioeconómicas de futuro ante la llegada del maná de los fondos europeos Next Generation y una pandemia de coronavirus que "sigue aquí entre nosotros".
Tampoco ha querido dejar de hablar de la situación que se encontró al llegar a un sindicato acorralado por los escándalos. "No tenía experiencia sindical ninguna, cero, no es una cosa para enorgullecerse, pero yo no conocía el sindicato internamente, venía de mi puesto de trabajo, con responsabilidad en ese momento en dos hospitales del Servicio Andaluz de Salud, Virgen del Rocío y Virgen Macarena, donde soy funcionaria por oposición desde hace muchísimos años".
"Fue un momento muy complicado —recuerda—, con portadas de periódicos todos los días, con una investigación en curso, investigación para la que por cierto todavía no hay ni fecha de juicio, lo cual deja a la organización y a los compañeros que están procesados en una situación bastante complicada, una dilación de ocho años sin fecha en el horizonte para que esto se pueda resolver, y con ataques continuos a la presunción de inocencia de los compañeros y a la propia imagen de la organización". Siete años después de aquellos complejos inicios, con continuas informaciones que aludían al uso irregular de fondos públicos por la organización, se comprometió a dotar a la estructura interna de una mayor transversalidad y cohesión para "que todos conozcamos en cada momento lo que se está haciendo en cada secretaría", como dijo entonces en una entrevista con El País. Ahora, explica en la entrevista, "subimos en afiliación desde 2017 y estamos en cerca del 50% de representatividad en UGT Andalucía, que tiene casi la mitad de la clase trabajadora andaluza que nos vota. Tenemos problemas pendientes que se dirimiran en el sitio donde tienen que darse, pero aunque haya cierta prensa conservadora que quiera cansarnos, el que aguanta, gana".
"El Infoca tiene grandes profesionales y también está entre esos entes a los que algún partido que otro llama 'chiringuitos"
"Mi objetivo actualmente no es dedicarme a esto toda la vida, tengo una profesión, la cual echo muchísimo de menos, y más cuando estamos en medio de esta pandemia tan terrible. Es vocacional, soy especialista en salud pública, y tira", ha admitido, antes de valorar negativamente la gestión de la pandemia por parte del Servicio Andaluz de Salud, una institución pública autonómica que tan bien conoce
"Podía haber sido mejorable, obviamente. Es cierto que al principio fue muy complicado, porque nos pilló a todos, pero luego se ha sobrecargado la Atención Primaria, que ya arrastraba deficiencias, con responsabilidades frente a la pandemia sin que se haya hecho nada por cubrir esas deficiencias. Y luego hay que tener en cuenta el dato de tantos profesionales contagiados, incluso a día de hoy, teniendo experiencia de lo que es este virus, cómo se comporta y sus diferentes variantes. Los profesionales de la salud dan más de lo que pueden".
"Los andaluces tenemos que salir del letargo y pedir lo que nos corresponde realmente"
Sobre la falta de prevención y planificación de la Administración autonómica, ha analizado el caso reciente de los profesionales del Infoca, que una y otra vez denuncian la precariedad de los recursos humanos y materiales, y que han vuelto a dar el do de pecho batallando contra el megaincendio de Sierra Bermeja, actualmente bajo control, pero que ha costado la vida precisamente a un bombero forestal, "compañero de UGT", de Almería. "Recordemos que en julio se dio a conocer una auditoría donde se demonizaba a ese sector instrumental con unos entes a los que algún que otro partido llama chiringuitos, y el Infoca está entre estos entes; al igual que se aplaudía a los sanitarios, a esos grandes profesionales hay que dotarlos de medios humanos y materiales, y antes de que llegue el verano hay que prevenir y preparar nuestros bosques, porque se juegan la vida compañeros con un resultado tan dramático como el que hemos tenido estos días".
¿Puede volver a ocurrir que los fondos europeos sean la enésima oportunidad perdida? "Puede ocurrir, pero esperemos que la lección la tengamos aprendida. Tenemos la oportunidad de cambiar el modelo productivo, con partidas muy tasadas que tienen que ir a donde tienen que ir: nuevas energías, digitalización, reforzar lo público, políticas de igualdad, trabajo decente...". Aun así, viendo que el paro baja si hay turismo, ¿estamos condenados a ser tierra de selfies y no de empleo industrial? "No es fácil cambiar el modelo productivo porque nunca ha habido interés, el interés ha sido que Andalucía sean selfies, palmas y turismo, que está muy bien, tiene un impacto muy importante en el PIB, pero las condiciones laborales son precarias y parciales".
"Los andaluces tenemos que salir del letargo y pedir lo que nos corresponde realmente", ha sostenido en otro momento de la entrevista la líder de UGT en Andalucía, conectando el aumento de autónomos en Andalucía, discurso que forma parte del discurso oficial del Gobierno autonómico, con las situaciones precarias que se generan con no pocos ejercicios de "emprendimiento". En todo caso, ha querido valorar el diálogo social que se retomó en Andalucía, "desde las antípodas ideológicas". Algo, dice, que no tiene nada que ver con la situación de confrontación y crispación permanente que se vive a nivel nacional. Es un hecho, sin ir más lejos, que se ha cristalizado recientemente con el apoyo de UGT al pacto educativo andaluz firmado a principios de curso para el refuerzo de docentes por el covid. "El año pasado no lo firmamos nosotros, pero esta vez el acuerdo no se ha explicado bien porque es probable que finalmente haya más profesores que el curso anterior".
Por otra parte, uno de los focos de la entrevista ha estado en la siniestralidad laboral, en la falta de prevención y en la inaceptable cifra de 91 muertes en el tajo en la comunidad en lo que va de año. "Muchas muertes ocurren al principio del contrato, lo que significa que no existe una cultura de prevención, de formación para el trabajador y la trabajadora, que se despide por la mañana de su familia y luego no vuelve".
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