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Jerezano, pero del Marquesado de Granada
Rafael Olvera Porcel (Jerez del Marquesado, 1966) lleva año y medio al frente de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, una institución ampliamente conocida en Europa y en el mundo que tiene su sede en el Recreo de las Cadenas de Jerez de la Frontera.
Este veterinario de profesión, aficionado al mundo del caballo, al que considera un "animal majestuoso", entra todos los días muy temprano a trabajar por las cuadras, donde pasa un buen tiempo admirando la belleza de los ejemplares con los que cuenta la Real Escuela. "Les doy los buenos días cuando vengo y las buenas tardes cuando me voy, por eso entro y salgo por las cuadras", dice durante la entrevista con lavozdelsur.es.
El máximo responsable de la Real Escuela está muy contento con los eventos que viene haciendo la institución y su proyección internacional. Este jerezano -"de Granada", recalca-, tiene en su haber la Medalla de Oro del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla, cuando era director general e producción Agrícola y Ganadera de la Consejería de Agricultura. Licenciado por Veterinaria por la Universidad de Córdoba y doctor por la Hispalense, es funcionario de la Junta desde 1995, ejerciendo primero como inspector veterinario y luego como veterinario de la Maestranza. Antes de llegar a la Real Escuela, fue designado como experto sénior en Sanidad Animal por la Comisión Europea para un proyecto que lidera la UE contra las enfermedades animales en el Caribe y Latinoamérica.
El pasado fin de semana se celebró el XIX Campeonato de España de Menores de Doma Vaquera y el Concurso Nacional de Doma Vaquera de Caballos Jóvenes, mientras que este viernes y sábado se celebra el LIII Campeonato de España Absoluto Individual y por Equipos de Doma Vaquera, con más de sesenta binomios inscritos, procedentes de diferentes partes de España y con el domingo como día clave por la gran final y la master class de Rafael Soto.
Además, con objeto de acercar el caballo a los vecinos de Jerez y a sus visitantes, la Real Escuela ha celebrado la Parada Hípica, un gran desfile ecuestre que desde el Parque González Hontoria llegará hasta el centro histórico de la ciudad, para luego acabar en la Real Escuela. "Es como cuando sale una banda municipal a tocar por las calles de una localidad, es para que todos disfruemos", dice Olvera. El encuentro tiene la participación de la Yeguada de La Cartuja Hierro del Bocado, el Club de Enganches de Jerez, la Policía Local de Jerez, la Guardia Real, la Policía Nacional, la Policía Municipal de Madrid, la Cría Caballar de las Fuerzas Armadas y la propia Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.
Sí, llevo un año y pico. Un año y pico de intensidad, con muchos actos, eventos y proyectos. El balance es bastante positivo.
En sí no mucho, porque ya fui patrón y conocía la Real Escuela. Sin embargo, lo he comentado en alguna ocasión, me ha sorprendido el impacto y el potencial que tiene la Real Escuela, más fuera de España que en España. Tiene un potencial tremendo y una intensidad de actividad que no he podido apreciar hasta ahora. Esto es como el teatro, ¿no? Ves la obra, pro no sabes el trabajo que hay detrás de los telones. Para que salga el caballo y el jinete luciendo como se lucen aquí, hay una ingente cantidad de trabajo y hasta que no estás aquí no lo ves y aprecias de verdad.
Claro, pero es curioso. El caballo es un animal querido en todas las culturas y en todas sus razas. Luego, está el caballo pura raza español, que es un caballo bastante apreciado a nivel global porque no es un caballo que está en los extremos. Es decir, no es el caballo que más corre ni el que más salta, pero es un caballo que se adapta a casi todo. Por eso es un caballo versátil y muy exportable, si se me permite la expresión.
La Escuela de Viena es un poco el origen. De hecho, Álvaro Domecq, que es el fundador de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, pasó un tiempo allí aprendiendo. Luego, nosotros mantenemos el vínculo. Ahora mismo hay cuatro escuelas que tienen una actividad similar. No es exactamente lo mismo, pero hay una relación. La de Viena, la de Sumut en Francia, la Escuela de Portugal y nosotros.
Hay bastante relación y muy buena. De hecho, el mes pasado estuvimos en Versalles, en un encuentro con conferencias donde estuvieron todas las escuelas europeas. Hicimos un espectáculo y allí estaban los otros tres directores, con los que tenemos una relación bastante fluida y tenemos hasta intercambio. Tenemos la intención de promocionar y mantener ese vínculo a través de convenios porque es algo bonito que ayuda al caballo y a sus aficionados.
Hay que ponerlo entre comillas, sí, pero es lo que se dice de la "democratización del mundo del caballo". Ahora celebramos el campeonato y concurso nacional de Doma Vaquera, que es el top de la doma, y que es una de las disciplinas ecuestres más populares y vistosas. De alguna forma, el hecho de realizar en la Real Escuela este campeonato sirve para lo que comentas. Pero es que si me voy al fin de semana pasado, tuvimos el concurso de caballos jóvenes y de jóvenes jinetes. Es una maravilla ver a chavales con la afición que tienen. No hay que olvidar nunca que esto es una escuela, que aquí hay jóvenes que están aprendiendo los oficios relacionados con el mundo del caballo y que también tenemos visitas diarias, entradas más económicas para escolares y predcios para niños.
Es así, queremos abrir la escuela y el caballo a las familias a través de este tipo de cuestiones, que conozcan el mundo del caballo a través de nuestras actividades y de Museo de Arte Ecuestre, que es super didáctico. Cuando conoces las cosas es cuando se crea afición. Siempre insisto en que la Real Escuela está abierta de lunes a sábado y se puede entrar a ver cómo los chavales está dando clases, se están entrenando a los caballos, independientemente de ir o no a uno de los espectáculos.
Efectivamente. Nuestro espectáculo es un poco la guinda, pero detrás de eso hay muchísimas más cosas. Está la guarnicionería, los mozos, la gente que trabaja en la clínica veterinaria, los administrativos... ver el entramado de la Real Escuela un día normal de trabajo me encanta. No tienes por qué ser aficionado para venir a ver un concurso y ver lo bonito que es un caballo en la pista, pero tampoco para ver lo que se trabaja aquí. Ver los ejercicios de los caballos, los parones, los arreones, la elegancia. El año pasado recuerdo un momento de la Copa de Su Majestad El Rey de Doma Vaquera, que se celebró por la noche y ofrecía una vista de los caballos bailando con la luna detrás. Es una preciosidad.
Claro, claro. La intención es un poco decir "mira, aquí es lo que tenemos", como hacen las bandas municipales cuando salen a tocar por las calles de una localidad. Es un desfile, pero también una llamada de atención. Este fin de semana va a ser muy atractivo, desde las cinco de la tarde del viernes hasta el domingo por la tarde que será la gran final, vamos a tener la Real Escuela llena de caballos, jinetes, ambiente, restauración. El que tenga un poco de curiosidad, puede tener la ocasión de vivir el mundo del caballo por dentro.
(Ríe). Es así, cuando me preguntan si soy jerezano tengo que responder que sí, pero del Marquesado, de un pueblo de Granada. Así es la vida. Hice la carretera de veterinario y ya luego toda mi vida profesional la he pasado en Sevilla. Siempre he trabajado el tema de la ganadería en la Junta de Andalucía y en esta última etapa profesional estuve en Bruselas, en la Comisión Europea. Cuando volví a Sevilla salió la plaza de la Real Escuela, que conocía por haber sido patrón. Al final, lo que hace todo el mundo, consulté a mi familia, a mi mujer, y la pedimos. Era una oportunidad apasionante que no podía dejar pasar.
No he sido jinete, ni un gran conecedor, pero siempre me ha gustado, porque es un animal que me llama la atención. Monto cuando tengo ocasión y aunque no tengo un caballo en propiedad, tengo mucha vinculación tanto personal como profesional. Creo que el caballo es un animal majestuoso y que no veía ajeno en mi infancia y en mi familia. Sin embargo, ahora lo tengo muy cerca y quiero tenerlo aún más. Por eso todas las mañanas cuando entro en la Real Escuela lo hago por las cuadras. Me gusta venr tempranito y paso media hora viéndolos, de alguna forma es como que entro diciéndole buenos días y buenas tardes.
Hemos hablado mucho de eso. La postura de la Junta de Andalucía siempre ha sido que primero debe haber una titularidad de las instalaciones, que ahora mismo son del Ministerio de Defensa. Si de alguna forma a mí como director me dicen "a jugar" entre comillas, pues veremos. Si pensamos que se puede, lo haremos, ya que lo ideal sería que se mantuvieran vinculadas al mundo del caballo. Como Real Escuela, hacer un centro de formación homologada a nivel internacional podría ser un uso que encajaría bastante bien con esas instalaciones. Pero para ello hay que primero esperar a que se resuelvan estas cuestiones de la titularidad.
Jerez es una maravilla. Llevo viviendo aquí un año y pico y tengo la sensación de que Jerez es una ciudad que está de moda. No sé si es una especie de autoconvencimiento, pero realmente creo que sí, que Jerez es la ciudad del caballo y está de moda. El caballo tambié ayuda, es una gran proyección vinculada a esa vocación de que Jerez sea la ciudad del caballo, con La Cartuja, los dos centros de cría caballar, la Real Escuela, la Feria del Caballo, los monumentos... aquí se respira el mundo del caballo. Estoy encantado.
No sé si yo soy la persona más adecuada para contestar lo primero, pero nosotros procuramos trabajar y abrir la escuela a la ciudadanía. Queremos que esa apertura sea total, diversificar e internacionalizar la escuela. Estamos haciendo un gran esfuerzo por darle esa proyección, por la promoción, que la gente que venga aquí a ver al espectáculo, pero también a las visitas y a ver cómo se trabaja. No sé si lo estamos haciendo bien o regular, siempre hay margen de mejora, pero cariño sí le estamos dando.
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