Aprendiendo con los mejores
Alba Espert (Jerez, 1997) es una joven promesa de la guitarra y pese a su corta edad ya acumula varios premios y ha podido codearse con grandes nombres del flamenco. Comenzó a tocar con apenas ocho años. Sus padres le regalaron una guitarra y desde entonces no se separó de ella. Muy pronto empezó a dar clases y ha tenido la oportunidad de estudiar en varias academias con artistas consagrados como José Luis Balao, Manuel Lozano 'el Carbonero' o Rosario Montoya, 'la Reina Gitana'. Posteriormente se marchó a Córdoba para estudiar la carrera de Guitarra Flamenca en el Conservatorio Superior y desde el año 2015 es profesora de Guitarra Flamenca en la Asociación Cultural Tertulia Flamenca 'Amigos de Paco Peña'. Ha sido galardonada con el Premio Andalucia Joven en la modalidad de Arte y Cultura.
¿Por qué empezó a tocar la guitarra?
Me dio por ahí. Con ocho años le pedí a mis padres una y me la regalaron por Reyes.
No es lo típico que pide una niña, ¿hay tradición musical dentro de la familia?
Ninguna. No sabría explicar por qué quise una guitarra pero mis padres hicieron lo que les pedí y me consiguieron el instrumento.
¿Cuándo empezó a dar clases?
Enseguida. Con ocho años ya estaba dando clases y poco después empecé a estudiar en distintas academias.
¿Qué formación académica ha tenido?
Pues después de estudiar en las academias me marché a Córdoba para estudiar la especialidad de Guitarra Flamenca en el Conservatorio Superior. Acabé justo antes de la pandemia y al año siguiente obtuve la beca de la Fundación Cristina Heeren tras participar en el concurso Talento Flamenco. También he cursado el máster de Investigación y Análisis del Flamenco entre las Universidades de Cádiz y de Córdoba y este año me dieron la beca practicum, también de la Fundación Cristina Heeren.
Un currículum académico extenso y muy exitoso.
Bueno, he recibido bastantes becas y terminé la carrera con matrícula, así que debe haberme ido bien (risas).
Ha podido estudiar con grandes artistas del mundo del flamenco, ¿cómo ha sido esa experiencia?
Pude aprender de la mano de José Luis Balao, Manuel Lozano 'el Carbonero' o Rosario Montoya 'la Reina Gitana'. Ha sido algo fantástico. Con 'la Reina Gitana', por ejemplo, era increíble cuando estudiaba con ella de pequeña pero más aún cuando, siendo más mayor, iba a su casa y tocábamos juntas el piano y la guitarra. Tanto con ella como con los demás maestros he aprendido muchísimo no solo del flamenco, sino de la vida y me siento muy contenta de haber podido aprender de ellos.
¿Siente nervios cuando se sube al escenario?
Yo soy una persona muy tímida, pero cuando me subo al escenario sé que tengo una responsabilidad y es cuando más disfruto. Intentar que al público le guste lo que hago y tratar de llegar un poquito a sus corazones es algo que me encanta. Además, cualquier artista que interactúe contigo ya te está enseñando algo, así que es un aprendizaje continuo.
¿Cómo se siente en Córdoba?
Estoy muy feliz. Desde el primer momento confiaron en mí y me dieron multitud de oportunidades y en la Asociación Cultural Tertulia Flamenca 'Amigos de Paco Peña', donde llevo trabajando desde 2015, he aprendido muchísimo de sus charlas y de los invitados a los que he podido acompañar en el cante.
¿Ha tenido muchas actuaciones durante el verano?
Por suerte, sí. Junio y julio han sido un no parar. Agosto ha sido más tranquilo pero ahora en septiembre y octubre volvemos a tener actuaciones. Está muy bien, aunque no tengamos vacaciones. Cuando la gente vuelva a trabajar será cuando yo pueda tomarme unos días de descanso.
Recientemente la Junta de Andalucía ha premiado su carrera con un premio al talento juvenil.
En la categoría de arte y cultura. Esta misma semana me lo han comunicado. Es un orgullo, tanto este como todos los premios que llevo recibiendo desde 2018. Que se valore mi esfuerzo y me tengan en tanta consideración es un sueño.
¿En verano prefiere la playa o el campo?
No soy muy de pisarla pero prefiero la playa al campo o la montaña.
¿Dónde se iría de vacaciones?
En Andalucía y en España hay sitios muy bonitos que todos deberíamos conocer, pero a mí me marcó un viaje que hice a Noruega. Tiene unos paisajes maravillosos y volvería a repetirlo sin duda.
¿Qué plato no puede faltar en su mesa?
No soy especial para comer, pero en verano pega más un gazpacho que una sopa.
¿Y para acompañarlo?
Para comer siempre agua. Otra cosa es que ya se alargue la comida o salgas a un bar, en cuyo caso puede que me pidiera un refresco.