De Facua al Ayuntamiento, una abogada del Avecrem
Mara Rodríguez (Cádiz, 1971), es la voz del PSOE en Cádiz ciudad, una plaza difícil para el partido desde que saliera del Ayuntamiento Carlos Díaz. Por la ciudad han desfilado varios líderes como Rafael Román, Marta Meléndez o Fran González, sin que ninguno lograra desbancar a Teófila Martínez, primero, ni a José María González después.
Con sangre viñera y de Santa María, se ha criado en el Avecrem y se licenció en derecho para ejercer 14 años como abogada de Facua, la organización de consumidores. Desde hace unos 10 años está enrolada en el PSOE, algo que le viene de herencia en una familia, explica, de izquierdas.
¿Cómo llega al PSOE?
Me dedicaba a trabajar como jurídica en Facua, para defender a los consumidores de la injusticia ante grandes y no tan grandes empresas. Entendía mi trabajo como que todo el mundo tenga derecho a la igualdad, una defensa ante lo injusto. Llega un momento en que considero que lo que se puede hacer desde lo administrativo o burocrático no es suficiente. Me dan la posibilidad de afiliarme al PSOE, y lo hago en un momento en que la política siempre se cuestiona. Cuestionársela tiene una vertiente buena, que genera opinión, debate. A la vez, hay que aguantar comentarios menos buenos. Hay que saber dónde se mete una. Los oídos tienen que estar abiertos para escuchar cualquier cosa. Es la labor de un político. Desde el respeto, me gustan las críticas constructivas antes que las alabanzas.
¿Es difícil ser del PSOE en Cádiz capital?
No, porque estar en política es tener un compromiso. Los compromisos conllevan hacerlo lo mejor posible y no siempre sale a gusto de todos. El PSOE es un partido con base sólida, es un partido histórico, con valores. Eso lo diferencia de partidos que han ido surgiendo, que denotan una inestabilidad. En el PSOE podrá haber corrientes diferentes, procesos internos más o menos duros, pero el peso de las siglas está por delante. Trabajamos por la igualdad de oportunidades, la posibilidad de que la gente pueda conseguir sus propósitos en la vida, y eso está por encima de todo. No es complicado ser del PSOE, es que es complicada la política.
"La sociedad tiene derecho a estar crispada"
En una de las últimas protestas, los trabajadores de Airbus lanzaron abono ante la sede de su partido.
Mi compañera Elena Amaya, alcaldesa de Puerto Real, está con uñas y dientes luchando por el mantenimiento de Airbus.En la manifestación vimos cómo el comité arropaba a la alcaldesa y viceversa. Airbus Puerto Real era modelo para otras industrias, y para otros sectores incluso dentro la misma empresa. Es un varapalo para las empresas auxiliares. Ahí seguiremos sin cejar en el empeño de que no cierre.
¿Ve a la sociedad demasiado crispada con la política?
La sociedad tiene derecho a estar crispada. Cuando eres político, accedes porque la ciudadanía vota, y tiene derecho a exigir el cumplimiento de aquello por lo que te dieron la confianza. Una sociedad que se conforme... Eso sí que no es bueno.
¿Cómo ve Cádiz?
Lo veo con muchas líneas de colores para aparcar, zona azul, naranla, verde... Cádiz necesita un revulsivo importante. Nosotros tenemos una forma de trabajar a la del equipo de gobierno, pero queremos llegar a puntos de acuerdo. El fondo es importante, pero en las formas discrepamos en muchas medidas. Creemos en una gestión seria, coherente, con sentido común, con muchísimo trabajo, que presente un modelo de ciudad, y eso son cosas que le faltan al equipo de gobierno. La improvisación no puede ser la tónica para llevar una ciudad. Venimos de una pandemia, pero la situación era difícil ya de antes.
¿Qué dos o tres cosas cambiaría en el primer mes si fuera alcaldesa?
A día de hoy, y lo digo con humildad, tenemos una forma de trabajar en el partido que consiste en estar como si fuéramos equipo de gobierno. No quiero que parezca prepotente. Lo digo porque las propuestas que hacemos se las entregamos al gobierno y a la ciudad de Cádiz. Llevamos un programa muy bueno. Hay que escuchar a la gente. Y la gente quiere que sus barrios estén limpios, así que el contrato de limpieza sería una cosa fundamental, como lo es el pliego de autobuses... Y si escuchas, la gente quiere que se traiga empleo. Tenemos el mal del empleo y el de la vivienda. Cádiz pierde industria. Desde la administración local quizás no se pueda arreglar, pero dialogar es necesario. Desde el consenso se deben hacer las cosas. Queremos que los gaditanos vean a su ciudad revitalizada, en crecimiento. El proyecto de Valcárcel parece que no sale nunca...
¿Qué tiene Cádiz para ser tan especial?
Luz. Cádiz en sí misma es una fuente de talento. Ves esa luz, esa gente por la calle, cada rincón, y ves que tiene potencial. Me da mucha pena, me duele mi ciudad, cuando tengo que poner como ejemplo el trabajo de otros ayuntamientos cercanos, y son cosas que Cádiz podría hacer. Es el último de la cola, El último de la fila, gran grupo, por cierto. Cádiz es talento, oportunidad, luz y potencial.
"Creo que la diferencia entre los beduinos y el 'Cadi-Cadi' es más anecdótico que otra cosa"
Hábleme de esos rincones de Cádiz.
Para mí, en verano, lo que me gusta es la playa. Santa María del Mar es la playa de mi barrio. En invierno, en el Cádiz histórico te puedes perder… Cádiz en particular y la provincia en general.
¿Alguien de más allá de las Puertas de Tierra es de Cádiz-Cádiz?
Como dicen, po tu no eres de Cadi-Cadi si has nacido en Zamacola. No creo que sea así. Un libro que tengo pendiente este verano es Independenshia. El procés gaditano, del compañero Juan Bouza, que tiene pluma irónica con todo el arte de Cádiz. Habla del procés gaditano, en el cual existe una especie de espina de los beduinos, de ser como de segunda. Creo que es algo más anecdótico que otra cosa, que forma parte de la historia. Cádiz tiene arte en cada rincón. Yo misma. Nací en los Callejones de Cardoso, al lado de la Cruz Verde. Mi abuela me decía: "ve a recoger a tu tío al Gavilán que tarda mucho". Mis padres tuvieron más capacidad económica, y nos fuimos al Avecrem, un barrio estupendo aunque también de gente humilde, trabajadora. Mi madre es de la Viña y mi padre de Santa Maria. Eso es Cádiz-Cádiz. Malaje no puedo ser. Aunque el de Cádiz nace donde quiere.
Un platito de verano.
La caballa con piriñaca, en cualquier sitio de La Viña. Se da la circunstancia de que tengo una tolerancia muy grande salvo con los alimentos. Soy intolerante pero eso sí puedo, y hasta mojo la salsita en pan sin gluten.
Un lugar para perderse.
El Casco Antiguo. Me gusta la Alameda, callejear por Cádiz, con sus terracitas. Llegar al centro es complicado, el aparcamiento lo tenemos muy difícil. Mientras nos lo permitan, y se pueda ir en transporte público, aconsejo la Alameda.
¿Y para una escapada de fin de semana fuera de Cádiz?
Con todo el dolor de mi corazón, si de verdad de verdad quiero desconectar un día, tengo que salir, porque en Cádiz tengo más paradas que el Nazareno. A veces llega alguien y te pregunta cosas del Ayuntamiento, pero estás tomando el sol en bikini. Ahí piensas: ¿cómo lo atiendo con estas hechuras? (Ríe). No es serio. Me gusta cualquier sitio de la provincia. Con precaución por los índices actuales, también soy una enamorada de Zahara, Barbate, Vejer o Los Caños. En invierno, la Sierra. Intento irme de senderismo porque abre la mente. Te sientes tan pequeña ante la naturaleza, que diluyes muchos problemas.
¿Puesta de sol o amanecer?
Me gusta más la puesta de sol. En el Castillo de Santa Catalina. Antes desde el Ayuntamieno se hacían espectáculos, y para nosotros los gaditanos era como algo muy nuestro. Los de fuera se quedaban obnubilados. "¿Cómo esto no lo hacéis más público, cómo no lo exportáis?", decían. Es como mágico, aunque igual desde todo el Campo del Sur, el Baluarte...
"El turismo regulado es parte del futuro de Cádiz"
Hablando de exportar, ¿tiene demasiados turistas Cádiz?
Venimos de una época de turismo cero. Detrás de cada turista, hay hosteleros, hoteleros, autónomos... Deberemos buscar el equilibrio, que no criminalice el turismo ni perjudique a quien quiera acceder a una vivienda.
¿Hay demasiados pisos turísticos?
Hay que buscar una regulación adecuada. La gran sangría de población joven que sufrimos hace que tengamos que garantizar el derecho a la vivienda. Creo que el Ayuntamiento tiene mucho que hacer y estamos por la labor de hacerlo, compartimos el fondo pero no la forma de la propuesta del gobierno municipal. El turismo controlado es parte del futuro de Cádiz.
Quedó en el aire la regulación de las viviendas.
Nos gusta el modelo de Juan Espadas en Sevilla, centrado en el problema concreto de los vecinos, de las viviendas concretas. La que habla de si alquila tu vecino de al lado, más que dedicar a vivienda turística los solares vacíos. Hay una ordenanza, puede expropiar y hacerse vivienda pública en Cádiz. Dentro de la problemática de la falta de suelo, como Ayuntamiento debes tener planes alternativos. Si hay solares, tienen que prioritariamente ser vivienda, pública o, si no, privada. La Junta tiene también competencias y tiene que llegar un equilibrio. El concejal del ramo es como un bloque del Campo del Sur. Es muy poco flexible. Estamos por el camino, esa es la regulación que necesitamos. No hemos dejado de dialogar, aunque en algunos momentos el proceso de diálogo se haya dilatado.