Una profunda raigambre de Santiago
El barrio de Santiago ha sido raíz y escuela de Fernando Jiménez (Jerez, 1988). El bailaor ha sido designado por el Ayuntamiento de Jerez para dirigir el espectáculo que ensalzará el poderío flamenco del lugar donde nacieron sus padres en la 55 Fiesta de la Bulería. Él, sin embargo, se crio en la barriada de San Juan de Dios, aunque con 13 años entró a formar parte del cuadro flamenco del tablao La Taberna Flamenca. De ahí no salió hasta los 29. Por tanto, Santiago para él "ha sido mi paraero, mis amistades, donde he sido bautizado, donde nos hemos casado", afirma Fernando, que para completar el pedigrí, también es hermano del Prendimiento. En 2020 recibió el premio Revelación del ciclo De Peña en Peña del Festival de Jerez. Un reconocimiento que le llega después de haber recorrido medio mundo con sus exquisitos braceos, aprendidos de su abuela paterna Andrea Vargas Pantoja y su tía la Chayo. Japón, Inglaterra, Suiza, América, Marruecos son algunos de los destinos donde Fernando ha repartido flamencura. Mañana jueves, 18 de agosto, se la brindará a un público que parece ávido de "gitanerío en el escenario" con su espectáculo Alfa & Compás en la Alameda Vieja.
¿Cómo están siendo los días previos al espectáculo?
Estoy nervioso por la emoción y por el respeto que le tengo a Jerez. Y también ser la Fiesta de la Bulería, un acto tan importante para la ciudad desde hace 55 años.
¿Qué significa para ti defender la continuidad del flamenco de Santiago?
Lo máximo en el flamenco. El flamenco de hoy en día, con todo mi respeto, parece ser que ha tomado otros caminos, aunque también sea flamenco. Un poco más moderno, pero es flamenco. Hay personas que le llaman flamenco y otras no. Yo soy de los que luchan por el flamenco auténtico y por lo que he vivido. Entonces, mi lucha, mi forma de bailar y los códigos que me han enseñado mi familia son el flamenco puro, sin conservantes ni colorantes. El flamenco que te sale de dentro.
¿Cómo definirías ese flamenco?
Mi forma de vivir, mi crianza y mis principios.
Eres un artista criado entre grandes del flamenco jerezano y grandes nombres de mujer, como Tía Anica la Piriñaca.
Yo soy bisnieto de Tía Anica la Piriñaca. Desgraciadamente no la conocí porque murió un año y medio antes de yo nacer. Aunque desde que tengo uso de razón, como me he criado con mis abuelos, he escuchado los discos de vinilo de mi abuelo, que se llevaba todo el día escuchando a su madre. Eso era para mí tan normal como ver los dibujitos animados en la televisión. Concretamente el disco 4 veces veinte años, que se llama así porque tenía 80 cuando lo grabó. Después, por parte de mi padre, soy sobrino de José Vargas 'El Mono'. Lo he visto en fiestas familiares y en la casa con mi abuela, que fue quien me inculcó el baile. Y aunque no fuera artista ella bailaba y cantaba. He vivido tantos momentos en bodas y en la Mañana de Jesús, que se formaban unas fiesta muy grandes en casa de la Tata Cuqui... Que puedo decir que he vivido los últimos coletazos de esas fiestas.
¿Qué papel ha jugado la mujer dentro del flamenco?
La mujer ha jugado el mismo papel que el hombre. No he visto ninguna diferencia ni ningún tipo de machismo.
Sin embargo, hay quiénes lo tachan de machista
Yo no lo he vivido. Esto tenía que ver con la cultura que había en los años 40 y 50, cuando los hombres no dejaban cantar mucho a las mujeres.
¿Ha cambiado Jerez desde tus inicios en el baile?
Si te soy sincero, será que no he cambiado, pero Jerez precisamente tampoco ha cambiado. Ahora hay más técnica y se está buscando algún tipo de escapatoria para poder trabajar. Yo no me incluyo ahí. En estos momentos, si no estás preparado físicamente como el que va a una maratón, tienes menos posibilidades de trabajar en sitios más importantes. Hay apuestas más modernas para destacar. Por eso creo que el flamenco se ha tenido que renovar para seguir avanzando. Repito, yo no me incluyo ahí. No soy el bicho raro de la película porque ni lo soy ni lo siento. Las formas y códigos que me han dejado mis antepasados no son esos, entonces lo único que defiendo a gala es la naturalidad y el baile del pellizco. Me he formado física y técnicamente porque en el flamenco tienes que trabajar todos los días como un obrero. Si para montar un bloque tienes que trabajar todos los días, para el flamenco no puedes dejar de bailar porque te vienes abajo y no avanzas.
¿De dónde te viene ese gusto por el baile?
Hay un vídeo de hace 33 años cuando cumplí un año, el 11 de agosto, en una fiesta familiar, donde se ve a mi gente cantando y bailando, y me empiezan a jalear. Se me agarrándome el pañal, andando y haciendo como el que me tocan las palmas, como esperando el aplauso. El baile ante todo me viene de dentro. Aunque todos los gitanos no cantan ni bailan, eso es un mito. Mi abuela Andrea por parte de padre, con la que me he criado, y mi tía la Chayo han sido muy buenas bailaoras. Ella tenía fama en Santiago de buena bailaora, aunque nunca llegó a nada por cosas de la vida. Incluso se la quisieron llevar al ballet de María Rosa, pero mi abuelo dijo que ni lo intentaran. Y mi abuela en los campos, una vez terminaban de trabajar, todo era cante y baile. La verdad que bailaba muy bien. Pero mi tía la Chayo tenía fama de romper las posetillas de la calle Nueva y la calle la Sangre, cuando se ponían a porfiar ella y el Mono haciendo cada uno patas, como nosotros le decimos.
Diriges el espectáculo 'Alfa & Compás' de la 55 Fiesta de la Bulería de Jerez. ¿Impone?
Muchísimo. El día de mañana es uno de los más respetados de mi vida.
¿Qué le espera al público?
El público tendrá lo que dice siempre echar en falta, que es Jerez. El público de Jerez parece ser que está falto de la flamencura, de la naturalidad, del gitanerío encima de un escenario. Yo, como soy público muchísimas veces y escucho estos comentarios, lo que quiero darle es ese regalo a Jerez. Volver al origen de Jerez. Y no soy más que nadie ni muchísimo menos. ¿Pero qué soy? Soy Jerez, soy gitano bailando y más no puedo hacer.
Un sitio donde comer
Abanico
Un lugar donde relajarte
El centro de Jerez
¿Playa o campo?
Lo que me gusta más que un día de playa es un día de campo, hacer una candela, asar sardinas y que mi gente haga un ajo meneao.
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