Francisco Javier Benítez Muñoz (Cádiz, 1972) es el gerente de dos proyectos que se fundamentan en poner en valor la historia y la herencia cultural de la capital gaditana: Animarte y la Tienda-Museo de Cadi Cadi. Es formador en turismo, creatividad e interpretación del patrimonio, y, desde su tienda en la calle José del Toro, emplea su ingenio para crear diseños propios basados en el habla, la historia y las singularidades de Cádiz.
Esta 'aventura' ha cumplido ya doce años, con gran acogida entre la clientela, gracias, en parte, a la viralización de uno de sus anuncios, Tratamiento para la morriña.
La idea tiene tiempo, porque a mí siempre me ha gustado, cuando viajo, mirar tiendas raras, curiosas, originales, de antigüedades, cachivaches… y tuve la oportunidad de aprovechar el local.
Pensé que en Cádiz no había nada así, como lo que a mí me gustaba encontrar en otros sitios, y empecé a darle vueltas para ver cómo ponerlo en marcha y qué rollo darle. Y, por supuesto, tenía la idea de hacer diseños propios, porque también echaba en falta que hubiera cosas así, con un puntito cachondo gaditano, un doble sentido si se quiere, y que se saliera de los típicos souvenirs.
Abrimos el 5 de enero de 2012, sin tener ni idea de lo que era un comercio. Fue bastante duro, nos dieron palos por todos lados, pero arrancamos ese día y desde entonces.
La inspiración viene de las pamplinas, yo soy 'pamplínico', intento buscarle a todo una vuelta cachonda. También me interesa todo lo que tenga que ver con la historia, e intento que tengan siempre un punto cultural, de transmisión de cosas de aquí.
Por ejemplo, el diseño de 'EusCádiz' surgió porque tengo familia en País Vasco, y desde que era muy pequeño vienen aquí a veranear a la costa de Chiclana, a Cádiz y demás. Al principio, no había muchos vascos que vinieran, y ahora, de unos años para acá, son legión.
Este es de los que más éxito tienen porque no solo lo vendemos aquí, sino que lo compra mucha gente de allí a través de la tienda online, porque funciona muy bien en los dos sitios. Los vascos tienen un humor que considero que es muy parecido al nuestro. Se lo hice a mis primos, pensando en ellos, y resultó que funcionaba.
Cogí la silueta de la provincia de Cádiz, le metí la ikurriña, y con la tipografía típica de ellos creé los nombres de los pueblos de la costa a mi bola, con faltas de ortografía, por supuesto. 'Barbateoak', 'Txiklana', 'Kaños de Meka'...
También me inspiro mucho en la forma de hablar de la gente, y en todo lo que ocurre en torno a la vida aquí, por ejemplo, el levante, el poniente...
Creo que ahora que se plantea todo el tema de la turistificación y demás, lo local y la identidad se defienden así también.
Si está a mi alcance, lo hago yo. No soy diseñador, se me ocurre una idea y la boceto de la mejor manera que puedo. La tecnología también me va dando cada vez más posibilidades, y también voy aprendiendo cosas. Algunas las hago yo, pero las que son más complicadas las boceto y le pido a Francisco, un amigo y vecino, dibujante e ilustrador muy bueno, que colabore conmigo.
Un ejemplo es 'Cadizombi': en esa época estaba muy de moda lo de los zombis, y pensé cómo sería un apocalipsis zombi en Cádiz, de cachondeo evidentemente: con 3.000 años de historia, tienen que salir zombis debajo de las piedras de todas las etapas. Y me lo imaginé en esa zona, que es donde se aglutina toda la historia: el Teatro Romano, los restos de la Casa del Obispo con el anillo fenicio, la Catedral del siglo XVIII... Está toda la historia como amontonada en esa esquina. Hice fotos, lo boceté y le dije a Francisco: Quillo, ¡esto!
Fifty fifty. La idea también era que los gaditanos tuvieran un sitio de referencia, para hacer regalos, para lucirlos... Al final, yo cuando hago los diseños pienso en mis amigos o mi familia. Por ejemplo, la de 'No es quer mundo sea shico, es que Cadi es mu grande' está pensada directamente para todos los amigos y familiares que se han tenido que ir de Cádiz a vivir, a trabajar y a buscarse la vida, que tienen una morriña tremenda donde quiera que estén, que siempre echan de menos Cádiz. Ese diseño es para ellos, y para esa gente desconocida que se escapa tres días en verano para venir a Cádiz, y que se emociona cuando entra.
'EusCádiz' tiene esa repercusión porque funciona muy bien, tanto aquí como allí y en medio. Y también 'No es quer mundo sea shico, es que Cadi es mu grande' y 'Planeta Cadi'.
De los más recientes, destacaría este, que se basa en un eslogan que se hizo muy conocido: 'Lo siento, picha, no tor mundo puede ser de Cadi'. Al principio me parecía simpático, pero en los tiempos que corren y con toda la polémica que hay, también he visto cómo hay gente que empieza a tratar mal al turista, o incluso al gaditano que vive fuera y vuelve aquí de vacaciones porque estas son sus raíces. Y digo: vamos a llevarnos bien, porque el problema no lo estamos creando nosotros, viene de arriba. Ahora, tú pórtate bien con Cádiz, cuida Cádiz, sé consciente del comercio local y tradicional...
Al principio, como nadie conocía nada sobre la tienda ni sabía que yo hacía diseños, jugué con el tema de la localización. Por eso, al principio se llamó 'Usted está aquí', y debajo, en chiquitito, 'Tienda-museo de Cadi Cadi'. Me daba palo poner ese nombre porque aún no era conocida.
Así que, durante varios años, estuvimos así, hasta que empezamos con los diseños propios y empezó la cosa a funcionar, y ya subí el 'Tienda Museo' arriba y el 'Usted está aquí' lo hice desaparecer.
Pero esos años fueron muy cachondos, porque los albaranes que llegaban aquí de los proveedores era: aquí está el tío, usted no está... Cada uno le ponía un nombre, y yo los coleccionaba, y se formaba un cachondeo que no veas. Fue muy gracioso, pero además sirvió para el propósito inicial, que era que la gente localizara el sitio.
Toda esa diáspora de gente que vive en el extranjero, que se han ido a trabajar fuera, en el pasado o recientemente, y que vienen por aquí a darse su paseíto y cargarse de energía, también pasan por aquí, y entre ellos hay gente conocida, artistas, políticos... Por ejemplo, esta Navidad Alejandro Sanz subió una foto en su Instagram con la camiseta de Planeta Cadi. Nos consta que gente de su entorno de vez en cuando echa un ojo por aquí.
Un lugar para perderse, pero de verdad: el Bosque de Niebla. Si no, Tarifa o la Punta del Boquerón.
El viejo roble.
Atún encebollao.
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