En un territorio tan turístico como la ciudad de Cádiz hay muchos guías. Algunos tienen formación, capacidad, idiomas y licencia. Otros chapurrean y corren asilvestrados con un trapo en un paraguas en busca de los visitantes y la voluntad. Versión 4.0 de los pimpis y los guachisnai de principios del siglo XX salvo por las cantidades, disparatadas en todo. También hay muchos más profesores de idiomas. Pero hay teachers y teachers. Entre estos docentes sin vacaciones los hay prescriptores, instructores vitales de los que buscan algo más que visita rápida y tópico exprés. Son anfitriones de los que quieren estancias más largas y saben que una inmersión no es un baño en La Caleta o Cortadura.
Jesús Gómez (Cádiz, octubre de 1981) es un ejemplar particular en esa fauna profesional y apátrida. Es el coordinador del programa cultural de una academia de idiomas, Clic, Cádiz. El responsable de las actividades externas y lúdicas que su empresa ofrece como complemento a los que estudian Español, jóvenes llegados de cien países distintos. Su trabajo consiste en añadir conocimiento práctico y vivencia personal a las clases. Así evita lo peor de los dos mundos, lo más pesado de aquí y de allí: sus guiris están muy lejos de ser desconsiderados y efímeros invasores, bien al contrario. Tampoco la ciudad que van a conocer es un lugar común de postal, un patio de recreo en el que tumbarse a libar y ver pasar las horas por el cielo. Cerca de cumplir 43 años es cultureta vocacional y profesional. Lector y conversador excelso. Cantautor y carnavalero en su escaso tiempo libre. Adicto a la música, al cine, la pintura y el teatro. Todas esas cualidades particulares las pone al servicio de los que quieren conocer Cádiz con pausa y realidad, durante meses, por dentro.
Ha vivido en primera línea eso que se denomina "Cádiz está de moda" ¿Es tanto el incremento del atractivo de Cádiz para jóvenes de otras nacionalidades? ¿Lo ha nota en su trabajo?
El aumento de ese atractivo es cierto. Totalmente. Creo que tiene que ver también con un cambio en el estilo de vida de la gente en otros países, los de origen. Vienen buscando una vida más pausada, más auténtica. En Cádiz la encuentran. Además de que Cádiz es objetivamente bonita, instagrameable, resulta ser un lugar que acoge a todo el mundo.
¿Qué entienden sus alumnos como cultura en Cádiz? ¿Buscan tópicos como el flamenco, el carnaval, la playa y las tapas o son capaces de ir más allá?
Todos tenemos ideas preconcebidas cuando viajamos pero es bonito ver cómo encuentran cosas más allá de lo que esperan. Ese es un poco mi trabajo. Al final no es solo contarles y contarles. También escucharles, conocer sus intereses, la curiosidad particular de cada uno. Siempre hay gente que quiere hacer cosas distintas, ir un poco más allá de lo previsible. Y las hacen. Voy con los alumnos a eventos que se programan aunque algunas veces, muy pocas, no sean directamente de mi interés. Sin embargo creo que a ellos les pueden interesar y que así apoyo a los organizadores, intento colaborar a que esos espectáculos no se pierdan.
¿Eventos que los gaditanos y residentes valoran poco?
En algunos casos es así, los gaditanos no los valoran. Por ejemplo, Alcances. Me encanta el cine y es un festival histórico, ahora documental, interesantísimo. Hay muchos amigos de Cádiz que me dicen "ojú, Alcances ¡eso no vale na!". Le tengo que contestar: tú qué sabes si ni siquiera vas. Y además, si no valiera nada, que no lo creo, cómo va a mejorar si no lo apoya el público local. También me pasa con el festival Cádiz en Danza. Posiblemente se ha convertido en mi evento favorito, uno de los que más me gusta sugerir a los alumnos.
¿Qué le ilusiona explicar, divulgar de Cádiz, el patrimonio arquitectónico, la historia, la música?
Me gusta todo de Cádiz. Me comporto con los alumnos como si fueran mis padres y yo le presentara a una pareja, que en este caso es la ciudad. Quiero que se enamoren también, que le vean todo lo bueno que le veo yo. Quizás soy poco objetivo cuando les explico, cuando hablo de Cádiz, puede ser.
¿Incurre en ese vicio tan gaditano, tan andaluz, de pasar del autoelogio extremo a la flagelación brutal, del chovinismo localista extremo al autodesprecio, sin punto medio, sin matices?
Pertenezco a una generación a la que se le decía que si querías triunfar laboralmente, trabajar bien, te tenías que ir de Cádiz. Te repetían que cómo te ibas a quedar si aquí no hay nada. Y no es cierto. Hay mucho. Ese discurso ha cambiado.
Como gaditano, muy ligado a la cultura y a las tradiciones locales, está entre dos aguas. Por un lado celebrará el auge turístico y el impacto laboral que tiene pero también crece el temor a que dañe la convivencia, la personalidad de las ciudades, hasta el mercado de vivienda.
En nuestro caso, la convivencia entre los jóvenes visitantes y los vecinos es natural. Ellos, los alumnos, vienen a hacer inmersión cultural, idomática y social, desde el principio. Quieren conocer cómo es la vida aquí, no cambiarla ni aferrarse a costumbres que traen. Se trata de conocer. Nuestros principales aliados, valedores, son las familias de Cádiz que alojan a nuestros estudiantes.
¿Cuál es la nacionalidad más común entre los alumnos? ¿Británicos, alemanes, franceses?
Recibimos gente de todo el mundo en Clic. Quizás son mayoría los alemanes, suizos e italianos sobre todo. También son muchos los universitarios americanos. Pero vienen polacos, islandeses… Incluso estas últimas semanas hemos tenido un grupo de Kazajistán.
¿Los erasmus son tan fiesteros como los pintan? Aunque entiendo que no sólo hay erasmus entre tus alumnos
Bueno les gusta salir y salen, son jóvenes. Pero creo que nuestro tipo de estudiante es más tranquilo. Prefieren salir de día, descubrir rincones, espectáculos, ir a la puesta de sol y de tapas. A casi todos les gusta mucho más eso que salir hasta las mil.
¿Cuántos idiomas habla? Gaditano intramuros, gaditano beduíno, inglés…
Hablo Español, que es lo que necesitan los alumnos, lento y claro, adaptado a ellos. Aunque me manejo en varias lenguas más.
Tiene reconocida una trayectoria carnavalesca y actúa como cantante algunas veces, ¿canta de vez en cuando para los alumnos?
Pues claro, forma parte de nuestra identidad. Les canto y no solo carnaval. Es una buena forma de mejorar su Español. Yo doy unas clases de cultura en las que toco diferentes temas, fiestas, flamenco, pintura, cine español y no sé cómo lo hago que siempre hay una copla que le pega al tema y termino cantando [ríe]. Con las canciones, la música, de carnaval o no, aparecen muchos giros. Ayuda a dar a conocer la variedad del Español en Cádiz que es muy rico, diverso. Se sorprenden del origen de muchas palabras y del uso actual.
Ha hecho incursiones como autor e intérprete en carnaval y como cantautor, se le recuerda actuando en el Pay-Pay ¿fueron etapas breves o mantiene esa pasión?
La verdad es que ya no canto en público. Ahora me ha dado por pintar. El que terminará cantando es mi hijo que tiene hasta su propio festival de canciones. Lo celebra en casa todos los días.
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