Chirigotero de todos los barrios
Hubo un momento de 2020 en que este mundo no estaba en el susto continuo. Triunfó José Antonio Vera Luque (Cádiz, 1975) con un primer premio en el pasado Falla, en febrero, año 0 de nuestra nueva era. Funcionario municipal, ya predijo que "las olas vienen de tres en tres", como señalaba al inicio de las tandas de cuplés. La razón: multiplicó por tres en el pasado concurso el número de estas piezas cortas en el repertorio. Mientras el resto hacían dos cuplés, como siempre, él presentaba seis -dos grupos de tres, vaya-. Tres olas ha vivido esta crisis sanitaria, pero nada que ver él. Lo difícil es hablar con Vera Luque y no pensar en que en 25 minutos de charla no podría haber diseñado otra tandita. Cuidado con lo que dices que a todo le saca punta, ojo.
No fue regalado el éxito en el carnaval para Vera Luque. Iniciado en la dura modalidad de cuartetos, acabó dando el salto a las chirigotas y durante muchos años fue un predilecto de una parte de la afición mientras los sucesivos jurados le dejaban fuera de la Final. Tuvo que ir de juez para que se hiciera Justicia. Entre tanto, una evidente evolución, tomando un ritmo más propio, teniendo seña propia. Hoy es el más exitoso de los carnavaleros de concurso, sumando varios primeros premios en la última década. Preferible no preguntar para cuándo el salto a comparsas, que se lo dice todo el mundo. Y todo logrado, confiesa, siendo de la zona de Candelaria ("No soy de un barrio como tal, soy del Centro de Cádiz").
Su última agrupación reflexionó con humor sobre la imagen idílica de Cadizfornia, eso que reduce Cádiz a unas fotos de instagram y algunas experiencias que hacen pensar a quien no vive aquí que esto es el paraíso todo el año. Y aun parodiándolo, confiesa que el sitio para despejarse sigue estando en La Janda, en esas playas que cada vez tiene a más gente que intenta perderse. Y así es más difícil.
Además de en el Falla, ¿en qué otras cosas se lleva usted el primer premio?
Yo soy un montón de friki del futbol. Me preguntan cosas de Mundiales antiguos y estoy más al día casi que del carnaval. Y entrando en algo más profundo, soy muy afortunado por la amistad de mi gente alrededor, por moverme en un ambiente de chirigotas, por vivir tanto cariño, respeto... Eso es más que un primer premio. Tengo mucha suerte por vivir en el mundo en el que vivo.
Con eso del fútbol, ¿se ve narrando partidos y que Kiko diga "eh, Vera" en vez de "eh, Moro"?
Hombre, dónde hay que firmar. Tengo vínculos comunes con él, Cádiz es muy chiquitito, pero personalmente no he tratado a Kiko. Mi chirigota, sí, en un aeropuerto, un día que yo no estaba. Me encantaría.
"Con flequitos, y aunque algunas cosas chirriarán, podrá hacerse un carnaval en 2022"
El próximo Mundial es en Qatar.
Tal como está la cosa quizás los chistes no suenen bien allí (ríe). Mira, he colaborado con medios por el tema del fútbol y tengo cocinando proyectos a fuego lento. Es un mundo que me mola mucho, me gusta verlo desde la perspectiva más social, más desde el aficionado, no entrar en debates deportivos, porque me gusta más la literatura alrededor del fútbol. El punto donde se une el mundo y el deporte, los que están fuera del deporte, la política, la historia, la influencia en el siglo XX... Ese mundo me encanta.
¿Ya se está inspirando para el próximo COAC?
Nosotros somos los que más tarde empezamos cada año. En verano te pones las pilas, recopilas ideas de lo que se lleva. Tenemos pendiente una reunión para decidir. Creo que va a haber cierta normalidad a medida que haya más vacunados. En ese sentido, somos previsores, y actuaremos en los mismos plazos que otros años. Yo antes era pesimista, pero vamos a ser previsores, no vaya a ser que en diciembre se decida que sí hay carnaval y nos coja tarde. Hay cosas por ver, como el caso de los coros, que son agrupaciones grandes y va a ser complicado ensayar. Cambiarán más cosas, como el acceso del público, el de agrupaciones, se necesitarán protocolos... Algunas cosas chirriarán, pero con flequitos, creo que puede hacerse un carnaval.
¿A qué le habría hecho un pasodoble y un cuplé este año?
El covid se habría llevado mucho, está claro. Y a las cosas que pasan por la gestión sanitaria, política, eso daría para muchísimo. Pero este año hubo algo justo antes del carnaval que era muy humorístico, muy cómico, el asalto al Capitolio. Eso era un caramelo, era auténtico. También se fue el emérito. Y también, por supuesto, Paquirrín
¿Se le cantará al covid entonces en 2021?
El carnaval es un periódico cantado, y hay que hacerlo, para que quede registrado en las letras lo que pasa, para cuando haya investigadores. Eso tiene que ser la columna vertebral. Pero también estaría bien que se abriera, que no fuera una constante machaconeo de pandemia, porque va a monopolizarlo. Y hay que darle variedad.
"El gazpachito de toda la vida, fresquito, y sus variantes, como el de sandía... Eso es verano-verano"
¿En Tenerife, Venecia y Río de Janeiro le dan tantas vueltas a cómo hacer los concursos de carnaval?
Eso es de Cádiz, de aquí de toda la vida, es el cuento de la buena pipa. Llevo muchos años en reuniones, y siempre se va al punto de partida, se avanza, se quitan cosas buenas que se vuelven a poner, y malas que se ponen y se quitan. Es un concurso vivo y evoluciona con los tiempos. Ni el mundo ni las circunstancias son las mismas que cuando empecé en 1996, no había redes sociales. Tiene que adaptarse. A veces, esos cambios se reflejan al hacer repertorios. Todo era audio, ahora todo es audiovisual. Todo va cambiando y con eso llegas el cambio de reglamento. No me doy por vencido, aunque cuando me llaman para reuniones digo que es otra vez lo mismo y los mismos.
Un platito veraniego.
Me voy a hacer un pescaíto al horno justo ahora que acabo de comprarlo, pero eso también vale en diciembre. Diría que el gazpachito en verano, fresquito, con sus variantes, como el de sandía. Eso es verano-verano.
Un lugar para perderse.
A mí me encanta la provincia de Cádiz, para verano e invierno. Siempre me gusta escaparme por la Costa de La Janda, Conil, Los Caños, El Palmar.,, A lo mejor ya no es tan salvaje. Está domesticado. Hay sitios espectaculares, y alguno queda que sí tiene tranquilidad para un domingo. Tampoco te puedes ir muy lejos y mejor que en Mallorca vamos a estar.
En su último repertorio habló mucho de ese Cadizfornia. ¿Tiene de verdad algún primo de Madrid?
Lo aclaro, es ficticio, un personaje creado de la nada. Luego ha continuado el tema con la madrileñofobia en las tertulias. Pero Madrid me encanta y es una ciudad tremenda, aunque no sea para todo el año. A ver si este año podemos aprovechar para ir a Vallecas que ha subido el Rayo. Nunca he sentido madrileñofobia ni nada parecido. La chirigota era una forma de despertar. Hemos pasado a ser una ciudad turística pendiente del que viene. El mismo barrio de La Viña está lleno de apartamentos turísticos, con gente ocupando las terrazas. Es bueno, pero es verdad que pierde su espíritu, su idiosincrasia. Cuando todos van por un encanto, el encanto se pierde. No es que sea rotundo pero está ahí. Cadizfornia es un término que se refiere al sitio idílico, donde la gente viene al veraneo pero se acabó. Hay una crítica solapada, que estamos encantados de que vengan y abrimos las puertas a nuestra patria chica. A la vez hay que evitar que nos importen su carácter. Disfruta de la playa, pero ojo, no retires la toalla de mi sitio de toda la vida. Eso lo encarnamos en el primo de Madrid. Viene con unas ideas y no se quiere ir, cree que el 100% del tiempo estamos en verano y en la playa, cuando tenemos mucho que reparar. Los de Cádiz tenemos una forma de ver las cosas, sabemos vivir con lo que tenemos para ser felices con poco. Es una forma muy a la inversa de cómo lo ven en otros sitios, donde les cuesta alcanzar esa felicidad con sus paisajes. Eso nos hace felices. Les gustaría ser como nosotros, pero es muy complicado ser nosotros, sabemos lo que hay. El de fuera es un huésped que se va. No es necesario que dejes huella, que impongas tu forma aquí. Esa es la idea de Los Cadizfornia.
¿Es más de ver ponerse el sol en La Caleta o de verla amanecer? ¿Noches de juerga o de salir a correr?
A estas alturas, lo de ver amanecer tras una larga noche lo tengo olvidado. Hace unos años, sí. Ya poco vemos amanecer. No soy de los atardeceres. Le ha dado a la gente como algo programado, como una película, que al ponerse el sol cantan "otra, otra, otra". Es una moda impuesta, o a lo mejor no le damos el valor estético que tiene porque está siempre. Soy de playa hasta tardecito, hasta el bañito con el sol caído, y últimamente, no amaneciendo, pero alguna carrerita sí me doy por la mañana.
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