Un actor formado en los cines gaditanos
Su trabajo como actor no es fruto del azar, sino de una estrecha relación con el cine desde bien pequeño. El abuelo del actor gaditano Manuel Tallafé León (Cádiz, 1963) fue promotor y exhibidor de varios cines de Cádiz: Deportes, Avenida, Gades... Nacido en la clínica Antonio López, como tantos gaditanos, se crió cerca de las murallitas de San Roque, en el barrio Santa María. La pasión por el cine le venía de familia. "Nuestra relación con el cine era maravillosa, teníamos pases gracias a mi abuelo Manuel Tallafé Liró y mi madre me llevaba a las sesiones infantiles de los fines de semana", recuerda con ilusión. Tallafé rememora tardes visionando películas que luego le contaba a su madre con la interpretación de sus personajes. "Disfrutaba muchísimo y creo que ese fue el impulso para dedicarme a esto", asegura este actor, que lleva 30 años en la profesión y que rodó su primera película con Álex de la Iglesia, con el que guarda una estrecha relación, tanto a nivel personal como profesional, siendo el actor que más trabajos ha realizado con el director, un total de 21 proyectos. La vida de Tallafé transcurre entre Cádiz y Madrid, por motivos laborales, aunque asegura que siempre ha vivido y pagado sus impuestos en Cádiz.
¿Fue de esos que se fue a Madrid a probar suerte?
Siempre he vivido en Cádiz, estoy empadronado en Cádiz y pago mis impuestos en Cádiz. Mi primera incursión en Madrid fue directamente para trabajar en Antena 3 de la mano de Tomás Summers en el programa Tentación, que presentaba Belén Rueda. Cuando terminó ese programa, Corro Summers me propuso trabajar con él en Zeppelin, otro programa de humor que hacían Las Virtudes. Ahí fue donde conocí a Álex de la Iglesia. Siempre he estado yendo y viniendo de Cádiz a Madrid. Solo cuando he enganchado un par de trabajos he tenido que quedarme más tiempo allí.
Hábleme de sus inicios en la interpretación.
Como mi relación con el cine ha sido tan directa y familiar, me he educado viendo mucho cine. Así ha sido mi formación. Luego he tenido la suerte de poder desarrollarme como actor trabajando, además de aprender muchísimo durante los rodajes de Álex de la Iglesia.
Pero, ¿actor se hace o se nace?
El actor nace cuando es vocacional, pero el actor se hace. El actor tiene que trabajar duro porque la herramienta eres tú mismo. Es algo que tienes que trabajar cuando estás en un rodaje y cuando no estás trabajando también para no oxidarte. Un actor o una actriz, como en cualquier trabajo, va evolucionando y por eso ganan con los años.
¿Cuán importante es el humor dentro de la profesión?
Es fundamental. Yo empecé haciendo comedia y es lo que predomina en mi currículum. Pero el humor también es importante cuando haces drama, la buena energía y generar buen rollo en el trabajo, aunque con la comedia esté mucho más presente.
En su opinión, ¿goza de buena salud el cine español en la actualidad?
La producción está muy activa con las nuevas plataformas y eso es positivo para el cine. Pero como espacio de ocio y cultura, con todo eso de la pandemia, le ha dado un golpe a lo presencial, por lo que creo que está en un momento bajo. La gente consume más cine desde sus casas con las plataformas. Y aunque no sea lo mismo ver una película en una gran pantalla con un sonido espectacular que en casa, con las plataformas el mundo se abre y no podemos obviar que estamos en la época de las series.
Plataformas: ¿oportunidad o amenaza?
Ahora es muchísimo más cómodo y existen muchas más ofertas. Antes de las plataformas estaban los videoclubs y ahora es como si lo tuviéramos en casa. Recordemos que hubo una época en que el videoclip decayó y eso también afectaba a la industria del cine, ya que siempre ha contado con la venta de DVD y los alquileres. El cine siempre ha subsistido, pero ahora todo es más rápido. Solo hay que ver cómo una película dura en el cine tres semanas o un mes.
¿Esto afecta en los cachés de los actores y las actrices?
Hay más trabajo, pero las producciones son de bajo coste, por tanto, los salarios son menores. Al haber más plataformas, existe un abanico mayor de exhibición, pero con esto conlleva ingresos menores. Que haya más trabajo es más saludable, aunque desgraciadamente los salarios sean más bajos.
¿Disfruta más con un gran papel protagonista o un secundario con una gran interpretación?
Disfruto siempre con un buen personaje.
¿Y su relación con Álex de la Iglesia? ¿Podríamos decir que es su 'actor fetiche'?
Trabajar con él ha sido una maravilla, me ha aportado muchísimo profesionalmente. Nosotros nos conocimos cuando él llevaba Inocente, Inocente. Recuerdo un día que salimos para ir a ver la cola del cine cuando se estrenaba El día de la Bestia, que ya sabíamos que por el boca a boca que estaba funcionando, y al salir de casa nos rodearon un grupo de criaturas porque nos reconocieron. A partir de ahí supimos que nuestras vidas cambiarían, sobre todo la de Álex, que me dijo: "Ya estamos, Talla". Justo ahora he terminado con el rodaje de la segunda temporada de 30 monedas, aunque ellos siguen rodando. Álex ha sido un pilar muy importante tanto en mi vida personal como profesional. De su mano he aprendido muchísimo.
Respecto a la neutralización del acento en el cine o la estereotipación del mismo.
Yo no interpreto siempre a un personaje que es gaditano. Incluso en el personaje que interpreto en Entrevías, que soy de origen gaditano, vivo fuera de Cádiz desde hace 30 años, por lo que mi acento tiene que estar acomodado al entorno. Eso es algo natural y normal. Un actor tiene que manejar los acentos. Y para que se te entienda tienes que saber vocalizar bien. Una cosa es el acento y otra muy distinta vocalizar. Lo que ocurre con los acentos es que si lo tienes muy marcado te cuesta vocalizar. Entonces, para vocalizar tienes que desprenderte del acento. Nuestro idioma es el español y está escrito en español, no en gaditano. Vocalizar te acerca al castellano. Cuando empecé recuerdo que había muchos personajes andaluces que lo hacían castellanos por eso de la vocalización. Respecto a los estereotipos, siempre estarán. Depende la época que retraten, pero los estereotipos en cine son inevitables. Recuerdo cuando empecé en Inocente, Inocente, que le hacíamos bromas a famosos, improvisábamos muchísimo, porque llevábamos una escaleta guionizada, pero dependiendo de la reacción de 'la víctima', tenías que seguir. Javivi, también actor, que es tartamudo, me decía: "Ta-taaa-llafé, me comentan que eres muy gracioso, que eres mu-uuuy ingenioso, pero no se teee entiende por tu gaditano del tres al cuaaarto". Y yo le decía, ¿pero me lo dices tú? Manda cojones... (Ríe).
Manuel, tiene un perfil muy polifacético. ¿Guarda este alguna relación con el Carnaval de Cádiz?
Como gaditano he cumplido con todos los requisitos. He salido en carnaval, he sacado procesiones y he sido pescaor. Mi relación con el Carnaval ha sido de jovencito. siempre como una diversión. Cuando mejor me lo pasaba era cuando me ponía un disfraz, me inventaba un personaje y me iba a la calle a interpretar ese personaje.
¿En qué proyectos anda metido ahora?
Primero de todo disfrutando del éxito de Entrevías con la primera temporada en Netflix. Estoy a la espera de algún teatro y con un proyecto muy interesante del que todavía no puedo revelar nada, pero que seguro que gustará mucho a los amantes de las series.
Un lugar donde disfrutar de la gastronomía en Cádiz.
Me encanta tapear en El Faro o en el nuevo freidor de El Manteca. Y sentarme a tomar mi cafelito o mi agua fresquita en el Muelle 1.
Otro donde poder relajarse.
Un paseo que me encanta es el de la Alameda porque tiene una energía maravillosa... Ese paseíto hasta la Caleta y el Campo del Sur es energético.
Cuando está fuera, ¿qué suele echar de menos?
Su energía maravillosa y lo bien que respiro.
Una playa.
La playa de Santa María del Mar.