Mercedes de Pablos: "Una es de donde paga su IVA real y emocional"

¿Cómo se salta del periodismo a la política?

Quienes creemos en la función social del periodismo y nacimos en dictadura, hemos estado inevitablemente comprometidos con la política. Pero, ¿de qué política hablamos? ¿De la institucional, la ciudadana, la política comprometida? El periodismo está directamente relacionado con la democracia y con el pluralismo. Otra cosa es que, como periodista, eliges entre oficio y propaganda, y yo siempre he elegido oficio. Tengo un sentido político y reivindico la palabra política. Debemos ser honestos y amar las palabras, y no debemos confundir política con ser partidario, de partidos.

¿Se puede saltar también entonces desde esa política hacia el periodismo?

No hay ningún problema. Consiste en ejercer en cada momento la responsabilidad que tengas. Solo he estado una vez en unas listas, en las municipales de Sevilla por el PSOE, en 2011, con Juan Espadas como candidato, y fui concejala independiente. Sentí que me tocaba mojarme, después de haber recibido tanto de la sociedad y deseando devolverlo. Ya conocíamos que no había muchas opciones de buenos resultados. Sentía que era un momento de amenaza a la democracia, un sentimiento que hoy siento duplicado. Además, no cobré nunca del Ayuntamiento. Que opino que hay que cobrar, pero es que no dejé mi trabajo. Además, creo que la relación con lo municipal es una lección que debemos aprender todos los ciudadanos.

"La desesperanza es el germen del odio en política"

Aquellas elecciones fueron de mayoría absoluta en Sevilla para Juan Ignacio Zoido.

Yo siempre le he dicho a Espadas que me debe la mayor derrota del PSOE.

Habla de una situación de amenaza en 2011, pero hoy quizás es mayor el sentimiento de desafección.

Que la democracia se deteriore es negativo para quienes no tenemos privilegios. Hay un deterioro relacionado, como dice Carlos Arenas, con las élites extractivas dentro de la política. Y también algo que dice Luis García Montero, quien escribió un artículo sobre una conversación que tuvimos los dos. Se nos avisa desde hace tiempo de la desafección. Me gustaría que no se hiciera política desde órganos que no han sido elegidos por los ciudadanos, pienso en Lula y en cómo recibió un golpe de Estado desde la judicatura. La desesperanza es el germen del odio en política, y de que acaben mandando las élites que no necesitan oír a la ciudadanía. Me preocupa el funcionamiento de la administración, como que recibamos fondos europeos y que al final no lleguen a la gente.

Usted conoció de primera mano el desarrollo de Sevilla por la Expo del 92. ¿Mejoró de fondo la ciudad?

Existió un progreso, pero, ¿significa hoy lo mismo progreso que a inicios del siglo 20? La Expo le dio un giro en comunicaciones, especialmente gracias al AVE. Hay cosas que podrían haberse hecho mejor. Se dice que fue un fracaso la situación de La Cartuja, pero hoy tiene más de 600 empresas, la mayoría de I+D. Para algunos, no funciona porque tenemos una visión mediterránea de las calles, donde no entendemos que no existan comercios o bares. Pero existe un gran aprovechamiento como centro tecnológico. 

¿Fue más importante la Expo del 29 o la del 92?

La del 29 fue todo un hallazgo urbanístico para Sevilla. Algunos enclaves, como la plaza de España, forman parte de aquella Expo. Hace menos de 100 años. Y fue en un momento importantísimo para España, con un momento político muy delicado. Las tensiones de entonces, las grandes brechas sociales, que luego se explican en la República, habían empezado ya. La Expo del 92 fue la de las comunicaciones, pero no ha dejado tantísima huella urbanística. Lo más importante, los puentes, pero se cometió el error de no usar el lago de Isla Mágica.

"Soledad Becerril nació en Madrid y fue alcaldesa de Sevilla. No consiste en pedir el RH negativo, porque esta es una tierra abierta"

¿Los andaluces nacen donde les da la gana?

Una es de donde paga su IVA real y emocional. La patria está en el compromiso con tus vecinos, tus impuestos y tu bien común. Yo vine muy joven desde Madrid. Estrené mis capacidades en Sevilla, sacando lo mejor de mí misma en épocas como el 28 de febrero. Sevilla es mi ciudad elegida.

En estas últimas elecciones andaluzas, ha sido todo un asunto.

Yo llegué a Sevilla en el 78. Otra cosa es si nos parecen democráticos los llamados cuneros. O si se tiene un discurso hipercalórico de lo patriótico e identitario, y si se hace un mal chiste de lo andaluz. Eso es faltar al respeto a esta tierra. Andalucía no le reprochó tanto a la señora de ultraderecha que viniera, sino el engaño. Usar su privilegio para presentarse en una lista... Soledad Becerril nació en Madrid y fue alcaldesa de Sevilla. No consiste en pedir el RH negativo, porque esta es una tierra abierta.

¿Existe un feminismo bueno y uno malo? ¿Las posiciones entre mujeres que vienen de años de lucha y mujeres más jóvenes son irreconciliables?

El feminismo es el gran movimiento emancipador del siglo XX y el XXI, nunca es excluyente y siempre está en construcción. No hay una guerra, porque aprendo de mujeres como Mari Ángeles Durán, Adela Cortina o Amparo Rubiales, y también de Julia de Paz, nacida en 1995. Y de los hombres también aprendo. Este es un movimiento emancipador frente al patriarcado. Soy de una generación de reivindicar. Me ha costado mucho trabajo, mucho complejo de culpa, no he querido nunca dejar de ser generosa, y no quería convertirme en una persona agresiva o victimista, con un contador en marcha de agravios. Creo que hay una generación con jóvenes con un reto apasionante, la construcción de la igualdad. Nos encontramos ante muchos debates y tendremos que dar respuesta desde los derechos y libertades, desde la igualdad. Lo único con lo que no me reconcilio es con el machismo, la misoginia, con la cultura del odio.

¿Cuántos libros le quedan por escribir? 

Lo que más me gusta es pegar la oreja, preferiblemente en una plaza grande, y a partir de ahí imaginar y jugar con la realidad. En octubre se publica una introducción a la biografía de José Saramago, y algún libro de no ficción que me llevará un tiempo.

Es conocida su amistad con Pilar del Río, periodista y viuda de Saramago. Supongo que vivió el momento en que ambos se conocieron. 

Conocimos a José a través de un libro que compramos en la Librería Repiso. Así es como ella encontró al hombre tras el autor. Ha sido un privilegio vivir tantos momentos con él, son un regalo. Escucharle en la vida cotidiana, además de leerlo. Era una persona cariñosa pero sobria, muy portugués. Era tremendamente afectivo desde una sobriedad casi hosca. Él decía que Pilar le había hecho mejor persona. Jamás decía nada por decir. Quizás sí en conversaciones triviales, pero me refiero a esos momentos de debate, donde podía mantenerse en silencio hasta decir lo que de verdad quería decir. 

¿Cuánto echó por última vez al tanque de gasolina?

Hoy mismo lo he llenado. Mi hermano pide siempre 50 euros y no mira cuántos litros son, por no enterarse, y creo que a partir de ahora haré lo mismo.

Un plato de verano. 

Cualquier tipo de aliño, una escalivada, pimiento con berenjenas o alcachofas, o queso.

Un lugar para perderse.

Me gusta pasear por Bajo de Guía, pero prefiero una madrugada en una ciudad como Sevilla, Córdoba o Granada. Y, más que nada, una plaza muy grande, con mucha gente, que no esté desangelada. Times Square me parece muy ordinaria. Jerez es una de mis ciudades favoritas.

Puesta de sol o ver amanecer tras una larga noche, y dónde.

Prefiero ver amanecer. Con mi edad, las largas noches suelen ser insomnio. Todo eso ya lo he disfrutado. He estado tres días sin dormir así, pero ahora me gusta más la mañana, el día recién estrenado...

Un libro o película que recomiende para el verano.

El último libro de Isaac Rosa, o el de Jesús Carrasco, Llévame a casa. O cualquier libro de viajes de Javier Reverte. O releer La Regenta. O un libro de Daniel Ruiz. Y el último de poemas de Juan José Téllez.