Juguetera de cuna
Nela García Jarillo (San Martín del Tesorillo, 1969) tiene una vocación, viene a resumir, por cambiar su entorno. Al menos, influir en él. Hace 17 años puso en marcha la tienda Carrusel Juguetes en el Centro de Jerez, una actividad que compatibilizó con su trayectoria como docente universitaria, que acabaría dejando. Le viene de familia. Es hija, nieta y sobrina de personas del comercio en su Tesorillo natal, a un paso de Málaga y a dos o tres de la Sierra, de donde también lleva sangre.
El verano para una autónoma viene marchado por fechas como cuándo pagar impuestos. Además, es presidenta de Acoje, la asociación de comerciantes que lucha por hacer latir al comercio local, el de las pymes y micropymes, en un mundo cada vez más digital. No sin esfuerzo ha llegado hasta el verano de 2021.
Fue rey mago. Advierte, no reina maga. "Se lo tuve que aclarar a la alcaldesa, que era María José García-Pelayo, porque tenemos el papel de ser un rey". De llevar juguetes sabe un rato. Viene a decir que siente un nosequé al abrir las cajas de sus pedidos.
¿De dónde le viene tener una tienda de juguetes?
Hay dos motivos. El primero, porque mi madre ya montó una tienda de juguetes cuando yo tenía 9 años. Ella venía de alimentación, luego fue librería y papelería y luego juguetes, en San Martín del Tesorillo. El sector lo he mamado desde chiquitita. En 2004 abrí Carrusel porque había cerrado hacía un par de años la Juguetería Álvarez, y no había comercio especializado en el Centro.
¿Espera un verano raro?
Más raro fue el verano pasado. Fue más duro. Este verano, aunque estemos en puertas de repunte de contagios, el hecho de que la vacunación vaya bien y los mayores estén inmunizados, con las fronteras abiertas, es un verano más positivo. Y aunque no estamos en temporada alta para mi sector, sí es una fecha con movimiento, temporada media.
"Lo que agradecen los niños es jugar con los adultos. Que no sea solo darles de comer y educarles"
¿Por eso de que los niños se aburren en verano?
Igual que con el textil renuevas la ropa, en verano se renuevan los juguetes. O te vas a los hinchables o a los juegos de mesa, juguetes para jardín, para la calle... Ya etamos apartando mochilas para el nuevo curso, e incluso apartamos desde verano los juguetes que se llevarán los Reyes Magos. Tenemos al cliente que viene de fuera de Jerez, o el que retorna por vacaciones a su ciudad, y compran aquí porque el comercio en Jerez compite en precio.
¿Los niños juegan peor ahora que antes?
A ver, es subjetivo. ¿Antes cuándo? ¿Cuando yo era niña? (Ríe). No, juegan, diferente. Quizás es un juego más disperso. Juegas a una cosa y empiezas a jugar a otra. Lo que sí, lo que noto, en mis hijos, mis sobrinos, es que lo que realmente les gusta es jugar con los adultos, porque quieren compartir los juegos con ellos. Se sienten así acompañados, comparten contigo más cosas, no solo es ponerles de comer y vestirles, o darles una educación, sino que compartes momentos de ocio. Al adulto nos hace rescatar el niño que llevamos dentro. Jugando, nos olvidamos de nuestras preocupaciones. Jugar a las cartas, con tableros, a la bola loca en la orilla... Eso es superpositivo. Eso los niños lo valoran y lo agradecen.
¿La Nela García niña también está?
Tengo una niña interior que aparece. Me ayuda muchísimo a soportar lo que tengo que gestionar como adulto. En todas las facetas que llevo adelante, en la familia, lo profesional, lo social, representando como asociación a Acoje, teniendo que tratar con otras personas, en determinados asuntos que no son fáciles... Especialmente en esos que te llenan de impotencia, cuando te gustaría arreglar el mundo en dos días, o tu entorno, y no puedes. Todas esas cosas me ayuda a superarlas la niña que llevo dentro. La ilusión con la que afrontas el trabajo, el desempaquetar los juguetes, ayuda a afrontar un impago que no querías, negociar con bancos... Eso te lo mitiga. Es la niña de dentro la que me da esa visión de que hay gente buena, y que podemos seguir actuando positivamente en la vida.
Dígame un juguete que ve y le hace pensar que ojalá lo hubiera tenido de niña
Es difícil, no sé...
No sé si los bebés reborn, que algunos dan bastante grima, confieso.
Yo soy más… ¿Cómo te explico? Me gustaría volver a la infancia por el tema de manualidades. Le dedicaría tiempo a eso. Cuando era niña teníamos el Quimicefa, pero hoy hay mucha más variedad. Uno de mis niños empieza ahora a estudiar la carrera de Química. Quizás me ponga con él a hacer experimentos para tener un laboratorio en casa... Sí, esos son los juegos, los de experimentos.
"Para ver atarder, la costa de La Janda... Para amanecer, me quedo en la Sierra"
Cómo autónoma me da hasta algo de cosa preguntarle por si se va a ir de vacaciones.
Este julio estaremos pagando otra vez impuestos, toca pronto, eso es una alegría impresionante… Por otra parte, me alegro de pagarlos, ¿eh? Me congratula, invito a pagar impuestos… Pero me gustaría que todos fueran acordes a la actividad de cada uno. Hay mucha gente fomentando la economía sumergida, muchas multinacionales que pagan un porcentaje pequeño respecto a lo que en proporción pagan las micropymes. Ya me gustaría que pagaran al mismo nivel. Eso sí, gracias a los impuestos mis hijos van a una escuela pública, tiene sanidad pública, Justicia, servicios públicos... Eso es con los impuestos de todos. Ojalá todos pagaran.
¿Pero tiene vacaciones?
Hace años que no tengo vacaciones-vacaciones, pero nos adaptamos a lo que hay. Son momentos, momentos de vacaciones. Un domingo que aprovechas, las reuniones con la familia, con amigos, una escapada de fin de semana con la pareja a un rinconcito de la provincia. Eso, sumando, hacen las vacaciones, y soy muy feliz por ello.
Un platito de verano.
El gazpacho y la ensalada de pasta. Fresca, ligera y suficiente.
Un lugar, como dicen, para perderse.
Un atardecer en Caños de Meca. O en Punta Paloma.
"El pueblo (San Martín del Tesorillo) es la cuna, la vuelta a la familia, los vecinos"
¿Le da La Janda para perderse?
Es que cuando voy no hay gente. No voy en agosto.
¿Atardecer entonces mejor que ver amanecer en verano?
Para amanecer elegiría la Sierra. Me gusta todo. He trabajado en la Sierra, tengo familia en la Sierra. Es que me da igual el sitio, porque esta provincia es maravillosa. Pero si me pones a elegir, prefiero un amanecer en la Costa que da al Atlántico.
¿Y de verbenas al pueblo, que además sigue casi estrenando independencia?
San Martín del Tesorillo es mi cuna. Lo disfruto allí como punto de encuentro de mi entorno familiar, con los vecinos. Habríamos tenido fiestas en el Corpus, y este fin de semana habrían sido las fiestas del Secadero. Pronto, esperemos, podamos volver a tenerlas.