Política por 'casualidad'
Virginia Martín (Granollers, Barcelona, 1979) es, desde hace un año, delegada de Igualdad, Políticas de Inclusión y LGTBI y del Mayor del Ayuntamiento de Cádiz. Es, además, presidenta de la Fundación Municipal de la Mujer, su 'segunda oficina', como ella misma la define, en la plaza del Palillero. Es psicopedagoga de formación y llegó a la política por su implicación en el tejido asociativo debido a motivos familiares.
Fue complicado, porque no me he considerado política jamás en mi vida. Ni por vocación, ni por profesión, absolutamente por nada. Llegué a la política de forma casual, de la mano de un gran amigo que me invitó a colaborar y a ayudar en torno a las asociaciones socioculturales y sociosanitarias.
Yo soy mamá de tres hijos, y mi hijo pequeño tiene una discapacidad: un trastorno del espectro autista (TEA). En un momento determinado de mi vida, decido cogerme una excedencia, parar, coger un respiro y dedicarle tiempo a él. Entonces empiezo a entrar mucho en el mundo de las asociaciones, sobre todo relacionadas con el tema de la discapacidad. Y este amigo me pide entrar a nivel político, y ayudar un poco en el entorno de las asociaciones sociosanitarias.
Fue un reto absoluto. Primero, porque hay que llegar y empezar a rodar. Eso no es fácil, y menos cuando una no viene de la política, pero fue un reto precioso.
La verdad es que es un campo que a mí me encanta y es tan bonito como delicado a la vez, por, como bien sabemos, todo lo que implica el feminismo dentro de las asociaciones. Cada una tiene sus propias ideologías, y no siempre se llevan bien entre ellas mismas. Hay que estar con todos y en todos y para todos.
Exactamente lo mismo que me pasa con el feminismo en las asociaciones de mujeres, me pasa con los colectivos y las asociaciones LGTBI. Hay que sentarse con todas, hay que dialogar con todas, hay que escucharlas y, sobre todo, intentar ayudar en la medida de lo posible y dentro de nuestras posibilidades siempre.
La Fundación Municipal de la Mujer fue una iniciativa pionera a nivel de España, en Cádiz. Es un referente a nivel nacional y se hace una labor muy importante con todas las asociaciones de mujeres. Y tiene unos servicios que son importantísimos de cara a la ciudadanía, como puede ser la unidad de alerta 24 horas a la mujer maltratada y a la violencia de género. Y tiene unos servicios multidisciplinares muy importantes, como la ayuda psicológica, el asesoramiento jurídico... Es un entramado difícil de abordar, pero que tiene unos recursos fundamentales para la ciudadanía.
Tengo claro que Cádiz es una ciudad que respeta, que es referente en tolerancia. Me parece que, aunque las ideologías son muy diferentes, es una ciudad que al final representa la diversidad de muchas formas, pero siempre desde la tolerancia y el respeto.
Cádiz es una ciudad muy inclusiva, y hay muchas cosas en las que trabajar, pero sí que encuentro facilidades a la hora de dialogar, de sentarnos. Y siempre el respeto es la base de todo y es lo que me demuestran también tanto las asociaciones de mujeres, el feminismo en general, como las asociaciones y colectivos LGTBI.
Desafíos hay muchos por delante. Ahora mismo solo llevamos un año y me planteo muchísimas cosas, de cara sobre todo a los colectivos LGTBI. Creo que queda mucho por trabajar. Tampoco hay tantas asociaciones en Cádiz configuradas, entonces al final el diálogo nos lleva a que se nos planteen muchas cuestiones que quedan por hacer.
Me gustaría llevar a cabo un consejo LGTBI, que no existe a día de hoy, pero bueno, hay muchos proyectos en curso.
Yo siempre digo que he venido a sumar, he venido a escuchar e intentar ayudar en la medida de lo posible. Creo que hemos dado un paso importante con respecto a los colectivos, como crear una guía de recursos y un servicio de atención e información individualizada y personalizada que esté al alcance de todas las personas para conseguir que Cádiz luche contra la LGTBIfobia como se merece. Y con respecto al feminismo, hay muchísimas cosas por delante también.
Es un campo muy amplio, y todo relacionado con las personas y sobre todo con sectores muy vulnerables, porque tengo la parte de igualdad, la parte de inclusión social, de LGTBI y del mayor. Retos son muchos, muchísimos. No te podría nombrar uno en concreto, pero sí dar muchos pasos adelante.
Con respecto a los mayores, por ejemplo, en Cádiz como ciudad, que es una ciudad envejecida, que el 32% de nuestra población son mayores, pues hay mucho en lo que trabajar, con respecto a la soledad no deseada, con respecto al cuidado de nuestros mayores y a ayudarlos en muchos terrenos para que no se sientan solos. Y retomar muchísimas actividades que llevan paradas más de dos años y medio en nuestra ciudad.
Por la parte de igualdad, pues retos muchísimos, sobre todo intentar aunar y crear vínculos entre las instituciones públicas y privadas y las asociaciones. Porque al final la lucha es de todos y todos tenemos que ir en el mismo camino, en el mismo sendero, para llegar a conseguir una igualdad efectiva y real. Y quedan muchos retos con respecto a la mujer, por ejemplo, la empleabilidad, la formación, la orientación laboral... Me quedan muchas cosas por hacer, pero hay que trabajar y seguirlo haciendo.
Yo he venido a ayudar. He venido a intentar, por lo menos, que dentro de lo que esté en mi mano pueda ayudar a todos los colectivos y a la ciudad en general. Queremos una ciudad más inclusiva, queremos una ciudad más igualitaria, y que siempre, siempre, siempre tengamos el diálogo abierto para que nos planteen realmente qué mejoras necesitan, qué ayudas o qué es lo que requieren para mejorar.
Un lugar para perderme y coger aire, cualquiera de las azoteas de nuestros edificios. Y subir, coger aire, respirar y ver la preciosa ciudad en la que vivimos... Me siento muy afortunada. Hay mucha gente enamorada de Cádiz, gente que viene aquí a veranear... Cualquiera de nuestras azoteas es un lugar maravilloso para respirar y coger aire.
Y si me preguntas un lugar de la provincia, las playas, nuestras playas maravillosas, Bolonia, el Palmar... Esas playas en las que te pierdes andando y puedes volver a recargar pilas para reiniciarte.
Viajes recientes no he hecho. La verdad es que no he tenido mucha posibilidad de viajar... Pero ahora sí, voy a tomarme unos días para estar con mis hijos, con mi familia, y me voy a ir a todo lo contrario: a coger el aire de las montañas. Nos vamos a ir al Valle de Arán, que es una zona que no conocemos, que creo que también es espectacular. Vamos a hacer rutas de senderismo, naturaleza, y a disfrutar.
Pues mira, estoy ahora mismo muy entusiasmada con una lectura, que es un libro de autoayuda que se titula Conócete a ti mismo, y ahí estoy embarcada. Cada noche me siento e intento siempre aprender un poquito más.
Andar por la orilla del mar, andar y escuchar el sonido de las olas y desconectar y ver esa caída de sol maravillosa y esos atardeceres que tenemos, que no tienen precio.
Para mí es fundamental el gazpacho. Es maravilloso, con su huevito picado, su jamón... Fundamental en verano.