Desde la Torre Eiffel (casi) se ve todo París. A sus pies, el Campo de Marte. Al otro lado del Sena, la plaza y los Jardines del Trocadero. Este singular enclave tomó su nombre en 1877, un año antes de la Exposición Universal de París, con motivo de rendir memoria a los soldados muertos en la batalla homónima. Paradójicamente, nuestro vecino galo de la Liberté, egalité y fraternité no hace sino conmemorar la victoria del absolutismo sobre los últimos defensores de La Pepa.
Tras seis años de absolutismo, la sublevación del militar liberal Rafael de Riego en Las Cabezas de San Juan inauguró en 1820 el llamado Trienio Liberal, que recuperó la Constitución de 1812 pese al rechazo de Fernando VII. El monarca, reacio a aceptar el constitucionalismo, tuvo que jurar la carta magna y abolir la Inquisición. Sin embargo, su derrota no acabó ahí y volvió a salirse con la suya: tan solo tres años después, con la ayuda de los realistas y tradicionalistas europeos, recuperó el absolutismo.
Puerto Real fue el lugar donde los constitucionalistas lidiaron su última partida. Al otro lado, las tropas de los Cien Mil Hijos de San Luis, un contingente del ejército francés cuyo objetivo era brindarle a Fernando VII la vuelta al Antiguo Régimen al grito de "Viva la religión y la Inquisición".
La intervención comenzó cruzando los Pirineos el 7 de abril de 1823 encabezada por el duque de Angulema, hijo del que pronto iba a ser Carlos X de Francia. Ante su avance por toda la Península, la familia real y la capitalidad del Reino tuvo que trasladarse primero a Sevilla, y luego a Cádiz. Hasta las puertas de la Tacita de Plata llegarían unos 30.000 soldados realistas y absolutistas. En su camino, el Fuerte del Trocadero, enclave vital para el abastecimiento de la ciudad. El 31 de agosto lanzaron el ataque que da nombre a la batalla. Los franceses ganaron con un saldo de centenares de muertos. Luego continuaron sus bombardeos en el castillo de Sancti Petri, asediando Cádiz durante más de un mes.
No fue hasta el 3 de octubre cuando la ciudad se rindió a cambio de un pacto de Fernando VII que finalmente resultó ser una gran mentira. La promesa de amnistía del monarca, al que justamente le pusieron el nombre de Rey Felón por traidor, no se cumplió. El rey acabó una vez más con el sueño liberal español e inauguró la Década Ominosa (1823-1833), periodo que se caracteriza por la persecución y ejecución de miles de liberales españoles. Ahora Puerto Real quiere darle la vuelta a esta particular tortilla francesa. El Ayuntamiento de la villa prepara la celebración del Bicentenario de la Batalla del Trocadero.
Oficialmente bautizada como "Lugar histórico", la isla se encuentra entre el caño del Trocadero y el mar interior de la Bahía de Cádiz. Una de las funciones más importantes era la defensiva, para la que contaba con el Fuerte de San Luis, situado en la entrada del caño. Desde época moderna, este particular castillo, hoy abandonado, albergaba un sistema de bloqueo para la navegación de gran importancia para la defensa de la Bahía.
Sin embargo, el enclave no solo es singular por su valor histórico. Visitarlo no es fácil, pero merece la pena. A través de un recóndito acceso, podemos llegar a uno de los lugares con los atardeceres más bellos de la Costa de la Luz. Encajado en pleno Parque Natural de la Bahía de Cádiz, el Trocadero es un paraíso en el que paran las aves migratorias que cruzan desde África el Estrecho de Gibraltar. A las horas en las que se pone el sol, a sus vecinos más conocidos como garzas y flamencos, se les suman otras pequeñas aves, conformando un edén para los amantes de la ornitología.
Además de su función marítima, el lugar acogió las vías del primer ferrocarril de Andalucía conocido como Tren del Vino: la línea Jerez-El Puerto-Trocadero. Inaugurada en 1856, fue una de las vías de transporte de botas hacia Europa en la época dorada del jerez. Luego, se sumó un empalme hacia los Astilleros de Matagorda, una línea que tampoco se conserva.
Una llamada a Anne Hidalgo, la alcaldesa (gaditana) de París: “Esto tiene que conocerse”
El estand de la provincia de Cádiz en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2022 ha acogido la propuesta turística de Puerto Real, denominada Luz y sal. Entre sus atractivos se encuentra Horizonte, nombre promocional de la celebración de los 200 años de la Batalla del Trocadero.
“El Bicentenario será un antes y un después para nuestra localidad, un elemento magnífico para la promoción de nuestro municipio. Todo el mundo tiene que conocer que Puerto Real desempeñó un papel fundamental como último bastión del constitucionalismo”, explicó días atrás Elena Amaya, alcaldesa de Puerto Real. El gobierno de la Villa tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de echar el guante a su homóloga de la Ciudad de las Luces, a quien ha invitado a celebrar el Bicentenario junto al municipio gaditano.
“Estamos en contacto con el Ayuntamiento de París, del que es alcaldesa Anne Hidalgo, porque queremos que una parte de la conmemoración del Bicentenario sea conjunta. La Plaza del Trocadero de París existe como consecuencia de la batalla que tuvo lugar aquí y eso tiene que conocerse”, detalla.
La regidora parisina, nacida en la vecina localidad de San Fernando, de donde procede buena parte de su familia, es candidata a las elecciones presidenciales francesas del próximo mes de abril por el Partido Socialista. La conmemoración de la efeméride puede marcar un antes y un después en la histórica conexión de Puerto Real con París. El constitucionalismo lo merece.
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