Las iniciativas empresariales que miran al mar como motor de la economía son bienvenidas en la incubadora tecnológica que el Consorcio ya desarrolla desde hace un año. Comenzó a andar antes que las obras que se acomenten en una parcela donde antaño se divisaban naves abandonadas que una vez se dedicaron a la comercialización de gases medicinales. La tacita de plata es testigo de los avances de un proyecto de gran envergadura que contempla la construcción de un nuevo edifico en el que continuar generando sinergias y conocimientos entre empresas incubadas.
Han pasado nueve meses desde que la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, pusiera la primera piedra de estos trabajos en una superficie de más de 4.000 metros cuadrados. “Ahora mismo llevamos un 50% ejecutado, tenemos la planta baja y la primera, todavía faltan dos más”, dice Fernando López, responsable de proyectos de obras de la Zona Franca, señalando una estructura realizada a base de contenedores marítimos reciclados.
Desde el módulo más alto, se verá el mar, ese que observan las empresas que apuestan por los recursos naturales. El delegado de la Zona Franca de Cádiz, Fran González, pisa una plataforma que se convertirá en una de las zonas comunes del edificio en plena construcción por la empresa Díaz Cubero. “Cádiz tiene cerca de 300 kilómetros costeros. Nos parecía que era una vertical que no tenía suficiente cobertura en el conjunto del territorio nacional. En estos momentos la infraestructura se ve superada por la propia incubadora, que ya hemos avanzados. Para nosotros es más importante lo que suceda dentro, que la propia infraestructura”, comenta el delegado mientras pasea entre los primeros atisbos del equipamiento que albergará la futura incubadora.
Con el casco de protección, observa cómo la iniciativa que propuso hace ya ocho años se hace realidad. Fue en 2015 cuando manifestó esa inquietud por crear espacios para proyectos singulares, sin embargo, no fue hasta 2018 —debido a un cambio en el Gobierno central— cuando los responsables de Zona Franca —por entonces con la también socialista Victoria Rodríguez al frente— pudieron retomar esta idea.
En julio de 2020 le dio el relevo a su compañera y aceleró los trabajos de desarrollo de la infraestructura al mismo tiempo que la incubadora comenzaba a dar sus primeros pasos. Desde el año pasado se desarrolla en la quinta planta del Edificio Europa, sede provisional hasta que se inaugure el nuevo edificio de tres plantas diseñado por el estudio Carquero Arquitectura. Más de 1.900 metros cuadrados de superficie construida y más de 1.400 de terrazas y espacios libres donde pronto, muchos emprendedores podrán trabajar en sus ideas.
“Yo creo que a nadie se le escapa que sería la primera construcción, como mínimo en la provincia de Cádiz, del nivel de la altura y del diseño que se ha planteado”, destaca el delegado desde el interior de uno de los 54 contenedores marítimos. Resguardado del levante señala las bondades de esta iniciativa que busca llamar la atención no solo en la Bahía. “Será un edificio icónico en la entrada de Cádiz”, dice Carlos Quevedo, director de la obra y uno de los arquitectos que ha redactado el proyecto. Él merodea entre los recovecos de los módulos que brotaron de su cabeza—y de las de su equipo.
"Sin duda es un proyecto pionero en Cádiz"
“Sin duda es un proyecto pionero aquí”, señala elevando su mirada al cielo. “En el extranjero se han hecho muchos y en Sevilla, en Barcelona, pero tantos contenedores destinados para este uso, no me consta”, explica frente a lo que será una fachada blanca con elementos de color rojo y escaleras amarillas. Carlos asegura que esta “no es una obra al uso” y destaca la singularidad que presenta en su proceso constructivo, donde trabajan personas tanto en el solar como en talleres.
Esto se debe a que, en primer lugar, los contenedores se transforman en estos locales antes de ser trasladados para su montaje. “Las instalaciones son complejas porque son elementos rígidos y es complicado pasar las tuberías y canalizaciones eléctricas de unos contenedores a otros. Desde el punto de vista constructivo el proceso es único, no hay otro. Las obras convencionales funcionan completamente de otra manera”, sostiene Fernando que también resalta la originalidad en el diseño.
Tras atravesar varios contenedores, Carlos, el arquitecto, detalla la “versatilidad” que se ha atendido a la hora de establecer los espacios interiores y exteriores. “Se han tenido en cuenta las relaciones sociales y son muy generosos los espacios comunes”, explica el profesional que ha buscado “crear interconexiones” en un proyecto innovador y moderno.
Según explica, “esta calle tiene mucho ruido y se ha intentado volcar el edificio hacia el interior para que sea un espacio cómodo y tranquilo”. Para ello, el equipo comenzó comprobando el espacio con maquetas realizadas con tizas de colores para saber cómo quedaría la configuración final.
Incubazul va más allá de la futura instalación. “Conlleva una iniciativa más profunda, revitalizar toda la parte exterior del polígono”, expresa el delegado que apunta a las obras de reurbanización y las mejoras de infraestructura hidráulica o eléctrica de la zona que acompañan al proyecto. Fran señala el edificio colindante desde un contenedor ubicado en la primera planta. Este, localizado en la misma parcela, acogerá un hotel que dará servicio a esta zona industrial de la capital con trasiego de trabajadores que disfrutarán de “una gran manzana a disposición del tejido empresarial”.
Un conjunto de empresas, starups, vinculadas a la economía azul que, poco a poco, crecen de la mano de Incuabazul. El consorcio lanzó tres convocatorias, en la primera se inscribieron seis iniciativas, en la segunda, 15 y en la última se incorporaron 23. “Actualmente se están incubando 46 iniciativas, pero quedan dos convocatorias de acceso. Nos hemos planteado que lleguen a 80 antes del 31 de diciembre, pero, posteriormente, se pretende que periódicamente entren proyectos nuevos”, explica el delegado.
"Hay iniciativas muy potentes"
El suelo que un miércoles cualquiera pisan los arquitectos y Fran González, en unos meses, tendrá las huellas de emprendedores que se dedican a la reutilización de las algas que invaden la costa o al reciclado de materiales que contaminan el mar para la confección de ropa de baño. “Hay un marco muy amplio, algunos desarrollan programas informáticos para reducir el consumo de combustible de grandes embarcaciones con inteligencia artificial y otro proyecto que utiliza la piel del atún para crear bolsos, como si fuera cuero. Hay iniciativas muy potentes, a veces la realidad supera a la ficción”, sostiene el delegado.
Entre las personas que se han atrevido a sumergirse en estas aventuras empresariales, se encuentran aquellas que producen sal marina para crear un spa salino y otras que recogen colillas de las costas para convertirlas en material aislante. Otros proponen soluciones a las empresas tractoras del sector y funcionan como complemento. “Hay mucha gente joven y un perfil muy femenino, pero también hay personas que se han reintentado y se han abierto camino en el emprendimiento”, sostiene Fran.
Al inicio, las primeras empresas interesadas era de carácter “muy local” y en su mayoría procedían de instituciones como la Universidad de Cádiz, pero, con el tiempo, se han apuntado proyectos nacidos en otros puntos de la provincia, de Andalucía o incluso del norte de España.
La incubadora tecnológica ofrece mentorización de la mano de Telefónica además de acompañamiento y búsqueda de financiación tanto pública como privada. “Es un servicio a la carta de sus necesidades”, explica el delegado que explica que un equipo de mentores se encargan de dar un empujón a las iniciativas más embrionarias y ayudar a las ya consolidadas en adquisición de nuevo material, marketing, o asesoría jurídica.
Desde el terreno en obras, Fran siente que la incubadora “crece exponencialmente” y transmite su alegría por que “se ha abierto hueco en el panorama nacional”. Sus palabras resuenan entre el rugido del levante. “Estamos montando un gran evento para finales de junio en el que, incluso internacionalmente ya contamos con referencias que van a venir para compartir experiencias y poder nutrirnos de ese feedback a la hora de trabajar con proyectos. Nuestra vocación es la de abrir fronteras y de establecer puentes de comunicación, de trabajo y también, por qué no, de mostrar las virtudes que tenemos en la provincia de Cádiz, de forma que si hay un proyecto de fuera que se quiera establecer aquí, que sepa que tiene espacio”, detalla.
Para el delegado, “todas las instituciones tenemos la obligación de mirar al mar como una fuente fundamentalmente sostenible, pero también comprometido con un nuevo modelo industrial”. La incubadora, que cobra sentido en Cádiz, continúa su rumbo y, si todo va viento en popa, a finales de año, el paisaje con el que se encuentran los conductores que lleguen a la capital desde el puente de Carranza será muy diferente.
Incubazul está cofinanciado, a través de la Fundación Incide, en un 80% por el Feder dentro del Programa Operativo Plurirregional 2014-2020. En noviembre del año pasado, a los más de tres millones concedidos, se sumó una nueva dotación de Fondos Feder de 1,5 millones de euros. Los emprendedores ya esperan con ganas conocer las nuevas instalaciones.
La estategia Cádiz 2050
El presidente de Diputación, Juan Carlos Ruiz Boix, se ha reunido con el delegado especial del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, para compartir “la estrategia Cádiz 2050”. Este “reto” se dio a conocer en marzo con ocasión de la ceremonia de entrega de distinciones del Día de la Provincia de Cádiz. En dicho contexto Ruiz Boix anticipó que Cádiz 2050 “puede ser el punto de convergencia de instituciones públicas, organizaciones empresariales, colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos para establecer una alianza que concrete un agenda de retos comunes”.
Tras dicho anuncio, Ruiz Boix ha iniciado “un proceso de escucha” para conocer cómo se percibe esta propuesta en instituciones que son decisivas para el devenir socioeconómico de la provincia de Cádiz; un proceso que se estrena con el Consorcio de la Zona Franca de Cádiz. Al término de la reunión, desarrollada en el Palacio Provincial, el presidente de Diputación ha confirmado la implicación de la Zona Franca por incorporarse a Cádiz 2050 a través de diferentes grupos de trabajo. Juan Carlos Ruiz Boix considera que el planteamiento de esta alianza, por lo que supone de concertación de instituciones con el reto del mejor desarrollo económico y social de la provincia, debería mantenerse en el próximo mandato corporativo de la Diputación de Cádiz.