Levantarse sobre el paisaje de Jerez y de la Bahía de Cádiz como si una se estuviera asomando a una maqueta. Sentir la vibración del motor y ver la hélice justo ante los ojos. Escuchar en los auriculares los 'OK' que llegan en inglés para que la avioneta pueda despegar de las dependencias del aeropuerto de Jerez e iniciar su trayectoria. "Enseñar a la gente lo que es volar de verdad", en palabras de Jesús Puente, el piloto que lleva a lavozdelsur.es el día en que fotógrafo y redactora se someten a su 'bautismo de vuelo'.
Los pilotos socios del Real Aeroclub de Jerez llevan desde 1995 ofreciendo esta actividad, consistente en llevar a las personas (máximo tres) en avioneta a surcar los cielos de la provincia de Cádiz. "La actividad nace a partir de un grupo de pilotos, que empezamos a hacerlo con objeto de fomentar el deporte aéreo y que la actividad de la aviación se conociera en la Bahía de Cádiz. Y porque disponemos de un aeropuerto, y disponemos del mejor clima de España y de un sitio magnífico", explica el piloto.
Galería de fotos | Así es el bautismo de vuelo del Real Aeroclub de Jerez
Jesús Puente lleva volando desde el año 1985, y es socio del Aeroclub desde 1989. Junto a Pepe Luna, es el socio más antiguo. "Hasta la época de la pandemia, llevaba anotados los vuelos que había hecho con bautizos, y estaban en torno a 570", apunta Luna.
La avioneta, una Cessna 172 Shihawk II, despega del aeropuerto rumbo sur, y atraviesa Jerez como si de una maqueta se tratase. Jesús va señalando a los participantes los edificios y zonas naturales más emblemáticos de Jerez.
"Es que si no hablamos, te vas a marear", expresa divertido. Se conoce todos los trucos para que los 'bautizados' tengan una buena experiencia. "La mayoría de las personas se hubieran mareado con lo que estás haciendo tú", asevera al fotógrafo.
Tras atravesar el cielo que se alza sobre Jerez, con la espectacular vista de los viñedos como principal protagonista en el recorrido, llega el turno de El Puerto, que la avioneta recorre primero siguiendo la estela del río Guadalete y sus salinas.
Aquí Jesús se emociona, como portuense: "Mira la plaza de toros, la Puntilla, aquí Puerto Sherry... La playa de Fuentebravía...", va recitando este piloto.
Los tesoros paisajísticos de la Bahía de Cádiz
A medida que el vuelo sigue su curso, la imagen de la Bahía va tomando forma, como ante una maqueta o un plano certero. También toman forma las batallas de otras épocas, los porqués del avance de tropas, o de la imposibilidad del mismo, en determinadas épocas de la provincia. Cádiz y San Fernando, con sus formas definidas, parecen desde arriba datar de otro siglo. "Aquí ves claramente por qué los franceses no pudieron pasar", apunta Jesús.
El vuelo sobre la Bahía es una de las tres rutas que ofrecen, en principio, para estos bautismos desde el Real Aeroclub de Jerez. Otra de las opciones es la ruta de la Campiña de Jerez, que recorre Arcos, Bornos, Villamartín y Espera para regresar de nuevo al aeropuerto. La última ruta recomendada para quienes se inician en esto es la que va por la desembocadura del Guadalquivir, que recorre Bonanza, Sanlúcar y Chipiona.
Ofrecen también una cuarta, pero que no recomiendan para los que no se han iniciado aún en el vuelo. Es la ruta de la Sierra de Cádiz, por Arcos, Bornos, Villamartín, Algodonales, Zahara, Grazalema, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique y El Bosque. Salvo esta, la más larga y compleja, todas tienen un precio de 160 euros para las tres personas que caben en la avioneta.
Tras recorrer por completo los cielos sobre la ciudad de Cádiz, y vislumbrar su historia, la Cessna se dirige, bajo los experimentados mandos de Jesús, a San Fernando. La Carraca, Camposoto, las salinas... "La Isla, ¿ves? Aquí arriba todo se ve muy claro", señala el piloto.
La avioneta también lleva a los pasajeros por Chiclana. Desde el aire se percibe la diferencia respecto al resto de municipios en cuanto a estructura, y no se puede evitar pensar, ante esto, en el impacto del turismo.
Puerto Real también se encuentra en este recorrido por la Bahía de Cádiz. La peculiaridad de su pequeña playa, y Las Canteras aún ennegrecidas, al fondo, casi un año después del incendio que las asoló, dominan la vista de esta localidad, casi pegada a San Fernando, algo que se percibe mejor desde las alturas.
Especialmente destacable, con unas vistas que quitan el aliento, es el paisaje que ofrece el recorrido de regreso desde Puerto Real a El Puerto, recorriendo el litoral del Parque Natural de los Toruños, hasta llegar, de pronto, a los hoteles y edificios vacacionales de Valdelagrana. El contraste es palpable; prácticamente vacío en una esquina, solo habitado por las aves y algún paseante ocasional; masificado en la otra. Las peculiaridades de la Bahía y de cada uno de sus municipios toman una forma más definida desde el aire.
En el camino de regreso desde El Puerto a Jerez, los flamencos toman el protagonismo: apenas unos pequeños puntos que a veces remontan el vuelo.
Un primer contacto con un vuelo 'de verdad'
Quienes contratan estos bautismos de vuelo tienen, sobre todo, dos perfiles, según explica Jesús Puente: "Por un lado, son personas que vuelan en simuladores en su pantalla de ordenador, y aquí ya tienen una primera aproximación real a lo que es el vuelo, su primer contacto; y por otro está el que simplemente lo desconoce y quiere venir, y después de la primera vez se le abre un mundo de expectativas".
También apunta que en ocasiones tienen personas jóvenes que están pensando formarse como pilotos y quieren tener esa primera toma de contacto con un vuelo "real", como lo llama este piloto. Y, en verano también abundan los turistas, deseosos de ver la provincia desde otro punto de vista.
A la pregunta de cuántas personas suelen venir a 'bautizarse' en un año, explica que "depende mucho de la época del año". Además, "para hacer el vuelo que hemos hecho, realmente necesitas pilotos que sepan bien, porque hoy está el día magnífico, pero hay otros días que hay levante, poniente, está nublado... Aunque siempre elegimos un vuelo agradable para la gente, pero tenemos que llevar tanto la confianza del piloto como que la gente vea que el piloto responde", aclara. Se trata de algo a lo que, además, los pilotos del Aeroclub se prestan de manera voluntaria.
Mayoritariamente, esta actividad funciona "por el boca a boca". "Hasta hace muy poco tiempo contactaban por vía telefónica, y ahora ya también es por internet. Pero generalmente es una llamada telefónica, y el que llama siempre lo hace con esa risita nerviosa, de preguntar: esto cómo va, qué pasa, cómo se hace…", relata Jesús.
Todas aquellas personas interesadas en 'bautizarse' en los cielos de la provincia, pueden informarse en las redes sociales y página web del Real Aeroclub de Jerez o en el teléfono 665 59 51 63.
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