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El 'antídoto' de una deportista jerezana contra los efectos secundarios del cáncer

Esta jerezana de 45 años ha inaugurado recientemente un centro deportivo en El Puerto donde ayuda a pacientes oncológicos y personas con diversas patologías a hacer ejercicio físico

María Ayuso, especialista en ejercicio físico para pacientes oncológicos en El Puerto.
María Ayuso, especialista en ejercicio físico para pacientes oncológicos en El Puerto. Manu García
21 de marzo de 2025 a las 20:41h

“La población no es consciente de lo beneficiosos que es el deporte”. La pereza no es una buena aliada para mantenerse en forma. Si hacer ejercicio es una de las actividades más recomendadas del mundo, en el ámbito sanitario aún más. María del Pilar Ayuso Chico trata de transmitir a los pacientes oncológicos y con otras patologías la importancia de moverse más allá de seguir tratamientos. A ella siempre le ha gustado hacerlo. El deporte está ligado a su vida desde muy joven y, cuando creció, decidió enfocarse también a nivel laboral.

Desde un centro deportivo ubicado en El Puerto, la jerezana de 45 años reivindica el ejercicio como un ‘antídoto’ para sentirse mejor. Por eso, ayuda a otras personas con distintos historiales clínicos a practicar ejercicio.

“Siempre he hecho deporte, pero nunca de competición, iba picando un poco de todo, de pequeña mis padres me apuntaron a cursos de natación y gimnasia rítmica”, comenta rodeada de máquinas y pesas.

María, durante una sesión de ejercicios en su centro de El Puerto.
María, durante una sesión de ejercicios en su centro de El Puerto.   MANU GARCÍA

Cuando llegó la hora, decidió estudiar la carrera de Ciencias del Deporte, por entonces INEF. Después completó magisterio de Educación física y, unna vez licenciada, empezó a realizar cursos y másteres enfocados al ejercicio para pacientes con cáncer. Pero antes, María había estado 15 años dedicándose a la gestión de centros deportivos.

En 2016 se mudó a Madrid y pudo conocer más en profundidad esta especialidad que desarrolló en el proyecto Ejercicio y Cáncer de Soraya Casla, especialista en ejercicio oncológico. En paralelo, desarrollando diferentes proyectos en este ámbito, siendo uno de ellos la creación y puesta en marcha de la I Unidad de Ejercicio Físico para pacientes Oncológicos en la AECC de Madrid.

Un centro propio en El Puerto

“Tras pasar la pandemia quise volver y me vine a vivir a El Puerto, donde decidí abrir mi propio centro, de Ejercicio y Cáncer”, dice. Así, en septiembre de 2024 arrancó con este espacio donde sigue promoviendo los beneficios del deporte para la salud.

La jerezana es licenciada en Ciencias del deporte.
La jerezana es licenciada en Ciencias del deporte.   MANU GARCÍA

Para ello, se basa en programas validados científicamente, “seguros y eficaces”, que realizan con un punto de diversión. Cuando una persona se acerca a su centro, María realiza una valoración inicial para ofrecerle un entrenamiento personalizado, adaptado en función de su condición. Los hay individuales, en grupo y online para no perder el ritmo y contempla flexibilidad horaria con el fin de facilitar la rutina de los pacientes.

“Es muy importante que también las personas que están en tratamiento hagan el mejor entrenamiento y no estén paradas”, dice la jerezana, que detalla esas ventajas de sacar tiempo en el día para cuidarse.

“Cada vez hay más casos de personas con cáncer y, gracias a que hay muchos avances en la medicina, la supervivencia es mayor. Se ha demostrado científicamente que el ejercicio físico es una herramienta muy eficaz para que esas personas tengan una calidad de vida”, explica.

María pone en foco en que estos ejercicios ayudan a paliar los efectos secundarios que producen los tratamientos a los que se ven sometidos los pacientes. En muchas ocasiones, provocan una gran pérdida de masa muscular y capacidad cardiovascular. Además, algunos medicamentos derivan en cardiotoxicidad. “Muchos pacientes terminan falleciendo, no tanto por el cáncer en sí, sino por lesa maña calidad de vida. El ejercicio físico es la primera herramienta no farmacológica que puede mitigar los efectos como, por ejemplo, la fatiga”, sostiene.

María ayuda a un paciente a realizar ejercicios de fuerza.
María ayuda a un paciente a realizar ejercicios de fuerza.   MANU GARCÍA

Durante las sesiones, María acompaña a los pacientes a lo largo del tratamiento y después. Según explica, es crucial que aquellos que hayan finalizado sigan entrenando porque algunos efectos secundarios dan la cara con el tiempo.

Para ella, es “muy gratificante” ver la evolución de las personas que confían en ella para mejorar. “Normalmente, vienen en un momento en el que no sabe dónde acudir, y, de pronto, empiezan a ver el efecto, tienen menos fatiga, pueden agacharse, empiezan a mejorar la movilidad”, comenta la especialista, que se alegra con cada comentario positivo que escucha tras sus sesiones.

También destaca las ventajas de reunir a personas en circunstancias similares para que puedan compartir experiencias. En el grupo, puede haber otras que, aunque no presentan ninguna enfermedad, han dado ese paso que a veces cuesta.

Fuerza de voluntad para mejorar la calidad de vida

“Lo hago para prevenir”, dice Emma Montiel, portuense de 39 años, que confiesa que el deporte nunca ha estado entre sus prioridades. Esta maestra de Educación Infantil quiso dar un giro a su rutina y, ahora que sus hijos son más mayores, ha logrado sacar un hueco.

Emma Montiel, portuense que asiste a los entrenamientos con María.
Emma Montiel, portuense que asiste a los entrenamientos con María.   MANU GARCÍA

Realiza circuitos que combinan ejercicios de fuerza y de cardio. “Me noto una mejoría en todo, en agacharme, levantarme, resistencia. El día lo llevo mejor porque me canso menos. Cuanto más ejercicio haces, menos te cansas a lo largo del día”, expresa Emma.

En el caso de Soledad Zárate, de 58 años y afincada en El Puerto, su motivación está ligada al cáncer de mama que le diagnosticaron en 2016. Después de tres años de operaciones y otros dos de quimioterapia, logró salir adelante y “ya estoy curada”. En su cara se dibuja una sonrisa cuando lo cuenta. Por entonces, tuvo que dejar su trabajo como pintora decorativa, pero, ahora está volviendo. Y el ejercicio le viene de maravilla.

Soledad ya lo practicaba durante la quimio y continuó después. Pero nunca lo había hecho antes de su diagnóstico. Sin embargo, lo dejó hasta que unas amigas de Madrid le hablaron del proyecto Ejercicio y Cáncer y se sumó. “La edad o los dolores musculares que te deja la medicación. Para esas cosas los ejercicios hacen que te encuentras mejor”, asegura esta vecina mastectomizada que no se rinde.

Soledad realizando un ejercicio.
Soledad realizando un ejercicio.   MANU GARCÍA

Ramón está encantado con las sesiones de María porque le ayuda a combatir esa neuropatía y “a sentirme bien”. “Tengo un niño de 5 años y tengo que estar con él. Antes apenas tenía sensación en los pies y ahora tengo un poquito”, comenta.

Pilar Chico es otra de las personas que miran por su salud. Esta jerezana de 73 años, maestra jubilada, padece fibromialgia desde hace 23 años. Para aliviar los dolores, hace marcha nóridca y practica ejercicios de fuerza dos días a la semana.

Pilar Chico entrena para aliviar los dolores que le produce la fibromialgia.
Pilar Chico entrena para aliviar los dolores que le produce la fibromialgia.   MANU GARCÍA
A Ramón le diagnosticaron melonimia múltiple.
A Ramón le diagnosticaron mieloma múltiple.   MANU GARCÍA
María Ayuso junto a las personas que entrenan en sus sesiones.
María Ayuso junto a las personas que entrenan en sus sesiones.   MANU GARCÍA

“Vengo para fortalecer la musculatura, prevenir y darle salida a los dolores musculares que tengo. Mi vida sin ejercicio sería aburridísima, triste y mucho más dolorosa”, expresa Pilar que decida a diario no quedarse parada. Sobre todo, ella nota cómo de bien le viene el entreno en los días de mucha humedad, cuando sufre picos importantes de dolor. “El cuerpo te responde, se relaja y sobre todo te mantiene en forma. Es un ánimo extraordinario el que siento después”, comenta.

Premio Racimo del Ayuntamiento de Jerez

María Ayuso ha recibido este mes de marzo el Premio Racimo a la Educación, Cultura y Deporte, un galardón que concede el Ayuntamiento de Jerez a las personas e instituciones que contribuyen a construir una sociedad más igualitaria. La jerezana reconoce que es la primera vez que obtiene un reconocimiento de este tipo por su trabajo y lo guarda con cariño en una de sus estanterías.

Sobre el autor

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Patricia Merello

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