Estos días en Estepa no huele a canela. Este aroma, que se extiende los últimos meses de cada año por las calles de la localidad, desaparece a final de diciembre cuando la campaña del mantecado llega a su fin. Entonces suben apenas dos puntos las estadísticas de desempleo y dejan de verse grupos de turistas por las calles buscando el obrador donde tienen una cita con la elaboración de dulces navideños. Las fábricas del mantecado, un producto con Indicación Geográfica Protegida (IGP), son el corazón patrimonial alimentario de esta ciudad, y la razón por la que se ha convertido en el primer lugar donde se encienden cada año las luces navideñas. Pero Estepa es mucho más; es sobre todo, un pueblo agrícola, cabecera de una comarca representada por la principal empresa que exporta su nombre por todo el mundo: Oleoestepa. Alrededor de 7.000 familias están asociadas a esta cooperativa de aceite de oliva virgen extra, a través de una red de almazaras, que es la que mantiene alto tu Producto Interior Bruto (PIB) todo el año.
Las dos actividades industriales más importantes de Estepa viven al abrigo de distintas figuras de protección, el mantecado por una IGP y el aceite de oliva virgen extra por la Denominación de Origen Protegida (DOP) que engloba a 18 localidades de la comarca, incluida Puente Genil (Córdoba), en 2024 ha cumplido su veinte aniversario. Ambas actividades empresariales han conseguido una estrecha vinculación y propiciado una industria auxiliar que mantiene las tasas de paro, al menos, diez puntos más bajas que la media andaluza.
Asimismo hay varias empresas que, aún partiendo del mantecado, mantienen sus fábricas abiertas todo el año con líneas de productos innovadores que no tienen nada que ver con los dulces navideños. Una de las más representativas es La Aurora, propiedad de Moreno Ruiz Hermanos, que se ha convertido en referente mundial en la fabricación de productos proteicos para deportistas. Sólo esta empresa, con tres centros de trabajo repartidos por Estepa, tiene a más de 320 trabajadores todo el año.
Museo del aceite
El empleo no es el mayor de los problemas en Estepa, pero aún así, su alcalde, Antonio Jesús Muñoz, sustenta una relación con las empresas para saber cuáles son sus necesidades y qué se puede hacer desde la administración local, no en vano el tejido empresarial sustenta la economía del municipio. En este sentido, Muñoz anuncia la creación de un Museo del Aceite de Oliva Virgen Extra, donde esté también ubicado el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Estepa.
"El Ayuntamiento está en negociaciones con la familia propietaria. Será una cesión con este fin y entre todos buscaremos la financiación para restaurarlo. Es un antiguo molino que está en perfectas condiciones. Entrar ahora es como pasar a otra época, están los capachos, las ruedas de molino y toda la infraestructura. Cuando se termine, será otro aliciente turístico del pueblo".
El turismo que ha crecido al abrigo de la industria del mantecado y que trae más de 20.000 visitantes mensuales durante la campaña del mantecado. Los responsables municipales quieren que se mantenga todo el año auspiciado también por la industria del aceite. Aunque 2024 es el primer año en el que la llegada de turistas a la localidad se ha extendido hasta el mes de febrero, dos meses después de terminar la campaña del mantecado. Por esta razón creen que van por buen camino.
Es justo una de las patas de la Denominación de Origen del aceite de oliva virgen extra que quiere potenciar en los próximos años el gerente del Consejo Regulador, Moisés Caballero Páez. Pero se encuentran con un hándicap: "Tenemos que convencer a nuestro sector que es muy conservador. Estepa está a una hora de todas las capitales de Andalucía y a pie de la autovía y a diez minutos de una estación del AVE. En la Costa del Sol hay gente aburrida con mucho dinero. Y tenemos potencial en el sector gastronómico, la gente quiere comer bien, disfrutar. Es un potencial brutal".
El sector del aceite en Estepa está profesionalizado, con unos estándares de calidad a los que obliga la Denominación de Origen. Un total de 26 ingenieros agrónomos, en contacto permanente con los agricultores, vigilan el campo en la comarca estepeña controlando la salud del olivar. El sector depende de 7.000 familias que mantienen ocho millones de olivos y todo se comercializa a través de la marca Oleoestepa. Según destaca el gerente, el aceite de oliva virgen extra es "relativamente nuevo, lleva 40 años en el mercado".
Por esta razón, el consumidor no conoce bien el producto "está acostumbrado a consumir aceite de oliva pero no extra. Hay provincias históricas en la producción de aceite virgen pero no extra". Según los profesionales del sector, Estepa y su comarca reúne todas las condiciones para que el rendimiento graso de las distintas variedades sea superior al que se obtiene en otras comarcas. De ahí su calidad y la razón fundamental de haber obtenido esta figura de protección que tienen otras 31 localidades y almazaras, la mayoría situadas en Andalucía.
Y, además, hay otro dato importante que la distingue con respecto a otras DOP concedidas: "En Estepa el 92 % de la producción es de virgen extra, ningún territorio produce una cantidad similar”. De hecho, Oleoestepa, la principal marca comercializadora de la zona, sólo produce este tipo de aceite, la excelencia en las variedades del producto.
"Aquí el rendimiento graso de la aceituna de la variedad manzanilla es del 25 % y lo da el terreno". Aunque es la hojiblanca la variedad que más se dedica a la molienda, "es un 75 por ciento de las variedades que se destina a aceite", concreta Caballero. También hay aceite de picual, arbequino, lechín y manzanillo, juntos o monovarietal, es decir, de cada una de las variedades. Y fabrican también coupage, que supone ya la excelencia de los aceites de oliva virgen extra en envases con tamaño diseñados para dar promoción a un producto gourmet.
La figura de protección ha ayudado a Estepa en su posicionamiento institucional porque es una importante imagen de protección, la más rigurosa en el control de la calidad y distinguida a la hora de la aplicación de medidas ambientales. "Somos pioneros en I+D+I con proyectos de investigación en marcha basados en una comarca con un sistema de producción integrado o ecológico, aquí no hay olivar tradicional. El control del aceite de oliva virgen extra que produce esta comarca no es casualidad".
Productos no estacionales
En el tiempo coinciden las dos campañas, la del mantecado y la del aceite, pero es la del aceite la que se ha mantenido todo el año con la creación correspondiente de empleos y riqueza y una promoción que no sólo se limita al tiempo que dura la recogida de aceitunas.
No obstante, cada vez más empresas de producción de mantecados optan por introducir nuevas líneas de productos no estacionales. Y por prolongar una campaña que si se tiene en cuenta su intensidad, como dice el alcalde de Estepa, "es como si trabajaran todo el año porque desde agosto a diciembre muchas mantienen tres turnos de trabajo". Esta intensidad después necesita de unos meses para preparación de maquinaria, investigación o poner a prueba cambios en el sistema productivo para que funcionen a la perfección cuando llegue de nuevo agosto. Es decir, el trabajo se reduce pero no para.
Lo más importante es que gracias a la actividad de estos dos sectores, Estepa ha creado un tejido industrial que se suma como trabajo indirecto a las estadísticas de empleo. Talleres mecánicos, packaging, artes gráficas, fabricación de maquinaria, remolques, infraestructura de riego. Incluso hay empresas especializadas en el diseño de máquinas para la producción de dulces que son únicas en España y a las que acuden clientes de todo el país.
Antonio Jesús Muñoz asegura que, a pesar de que el tejido industrial es la base de su economía, sigue apostando por darle un empujón a quienes buscan trabajo, bien sean jóvenes recién formados o personas con cierta edad que quieren reciclarse porque hayan tenido un accidente laboral o por haber perdido su empleo.
"Hemos puesto en marcha proyectos importantes de inserción laboral financiados por fondos europeos como las becas de tres meses que pagan las prácticas en empresas. O el programa de orientación y formación ‘Te acompañamos’, ambos destinados a facilitar el empleo", explica el alcalde. Programas que se suman a un vivero de empresas para emprendedores que salen de los ciclos formativos con ideas concretas o trabajadores que deciden poner su propio negocio. Hay construidas dos naves y en proceso de construcción otras seis.
Pero si hay algo singular en este apoyo al emprendimiento de Estepa, es lo que denominan 'aceleradora de empresas', lugar de encuentro que permite crear startups, la mayoría con base tecnológica. Esto ha llegado propiciado por iniciativas privadas como la de la empresa La Aurora, marca del mantecado que producen los hermanos Moreno Ruiz, que cuando pasa diciembre se transforma en Aurora Intelligent Nutrition, para crear líneas de alimentos proteicos, formulados por un departamento de I+D en el que coinciden profesionales de alto nivel en distintas ramas de la ciencia.
"Pretendemos que el talento de las personas que se forman en empresas o profesionales que trabajan en alguna de ellas, creen nuevas iniciativas y se queden en Estepa. Que los proyectos pasen de pre semillas a semillas y se conviertan en proyectos de éxito", dice el alcalde.
Contrariamente a lo que pueda parecer, Estepa no se queda de brazos cruzados cuando termina la campaña del mantecado. Prosigue con una importante actividad industrial que la sitúa a la cabeza de una comarca eminentemente agrícola. Han sabido entender que el agricultor es un empresario más y tiene que pelear en este sentido por poner en los principales mercados la marca de un producto, el aceite, cuya principal materia prima, la aceituna, está tratada con profesionalidad y por encima de los estándares de calidad de cualquier otra empresa de la competencia.
No en vano llevan 20 años con una figura de protección europea que representa la excelencia del producto. Se sumó en diciembre de 2011 la concesión de la IGP del mantecado y polvorón, cuyo origen consideran el "corazón" de su industria agroalimentaria más por lo que tiene de tradicional que por sus estadísticas económicas.
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